El bisnieto argentino de Mussolini: "El fascismo fue un período histórico complejo"
ROMA.- No reivindica ni reniega del fascismo, "un período histórico complejo". Asegura que no se pueden ver las cosas en blanco o negro, que en el fascismo "hubo cosas positivas y negativas" y que su bisabuelo, Benito Mussolini, no fue un monstruo, "sino un político que lideró un momento en el cual Italia tuvo un rol más importante en la historia".
Caio Giulio Cesare Mussolini, el bisnieto argentino del Duce, estuvo hoy en la la Asociación de la Prensa Extranjera de Roma. Nacido en Buenos Aires hace 51 años, Mussolini, que habla perfecto español (con acento porteño, su mamá era argentina), es candidato en las elecciones para renovar el Parlamento europeo del 26 de mayo próximo de la mano de Fratelli d'Italia (FdI, Hermanos de Italia), partido de derecha que lidera Giorgia Meloni. Mussolini apareció ante corresponsales extranjeros vistiendo un buzo azul de los submarinistas italianos y una mochila verde con su nombre de la marina militar. "Fui oficial submarinista, algo que es un orgullo y el buzo da un sentido de pertenencia", explicó.
-¿Cuál es su relación con la Argentina?
-Nací en Buenos Aires en 1968, pero estuve muy poco tiempo. Por obvios motivos mi familia debió salir de Italia después de la Segunda Guerra Mundial y mi abuelo Vittorio (uno de los hijos de Benito) fue una persona de referencia de la comunidad argentina. Pero no tengo lazos muy profundos con el país, salvo por mi mamá, que era argentina. La Argentina es un país lindísimo y, bajo muchos aspectos, tiene problemas muy similares a Italia que, vaya paradoja, causamos nosotros los italianos...
-¿Ha vuelto al país?
-Me fui muy pequeño pero volví a la Argentina cuando trabajaba para Oto Melara. La Armada argentina tiene a bordo de sus naves sistemas de Oto Melara, por lo tanto es un país históricamente muy ligado a Italia, culturalmente, pero también desde el punto de vista militar. Por eso viajaba para proponer nuestros sistemas, desde 2002. Buenos Aires es una de las ciudades más lindas del mundo, también gracias a los italianos y lamento mucho que Italia haya perdido esta presencia importante que tenía allí y que otras naciones, siempre por culpa nuestra, han aprovechado esto.
Basta ver a los españoles. Hay un fuerte sentimiento de amor hacia Italia y espero que podamos recuperar esos profundos lazos históricos.
-¿Por qué decidió ser candidato para las elecciones europeas?
-Me empujó la idea de servir a mi país, el amor a mi país. Así como hice cuando ingresé a la marina militar y luego en Finmeccanica (coloso industrial estatal italiano), tutelando los intereses italianos en el exterior, ahora, luego de haber madurado esa experiencia en el exterior, pensé que podría ser útil mi aporte para que Italia esté más presente en Europa y compartir las ideas y programas de FdI, con los que estoy de acuerdo.
-¿Se le ocurrió alguna vez cambiar su apellido, para liberarse de un peso de un personaje cuya política causó miles de muertos en el mundo?
-Nunca lo pensé, aunque fui atacado y amenazado por mi apellido. Tengo un apellido que es parte de la historia italiana y siempre traté de llevarlo con orgullo, como todos hacen con sus apellidos. Pienso que hay muchos prejuicios, polémicas estériles y que el fascismo fue un período histórico extremadamente complicado, muy complejo, que no puede ser definido simplemente con los términos correcto-equivocado, bueno-malo. Pienso que la historia debe ser estudiada por los historiadores y que en Italia tenemos muchos problemas que resolver. Siempre fui contrario a las ideologías, lo importante es el sentido común, el pragmatismo.
-Mussolini no fue sólo un político-dictador, fue corresponsable del Holocausto, fue un monstruo...
-Las guerras se hacen por intereses y las guerras se pueden ganar o perder. Los aliados eran nuestro aliados y se hizo una guerra.
-¿Qué piensa de las leyes raciales contra los judíos de su bisabuelo?
-Las leyes raciales fueron un error, una vergüenza, nadie las puede defender.
-¿Su bisabuelo no fue un monstruo para usted?
-El bisabuelo fue un político, fue un jefe de Estado porque había un rey que le dio un encargo para hacer un gobierno.
-¿Para usted el fascismo fue algo negativo o positivo para Italia?
-No se puede dar una respuesta neta. Basta que usted de una vuelta por Roma -Via de los Foros Imperiales, el Eur, el Foro Itálico- y aunque haya habido personas que quisieron derribar esos monumentos, se puede dar cuenta de algunas de las cosas que hizo el fascismo. También hizo el Código Civil, rutas, infraestructuras: fue un momento en el cual seguramente Italia ha tenido un rol más importante en la historia y, como en todos los períodos, hubo cosas positivas y cosas negativas.
-La sospecha fuerte es que probablemente usted es candidato justamente por el apellido que lleva. ¿No se siente de algún modo usado?
-Primero no es la primera vez que el partido me contacta para una eventual candidatura. En otras ocasiones dije que no porque no me sentía preparado y no era el momento adecuado. Cuando volví a contactar a Giorgia Meloni hace un año y medio lo primero que me pidió fue el currículum, ella lo vio y entonces empezamos a discutir. Sé perfectamente que mi apellido es particular y en este momento puede llegar a ser atrayente para muchas personas. Sin embargo siempre traté de sumarle al apellido mi experiencia en el exterior y tengo una preparación internacional que puede insertarse perfectamente en el ámbito de la Unión Europea, donde hace falta que haya personas que hagan lobby por Italia y se preocupen por los intereses de Italia. Por eso no me siento usado. Además, decidí yo ser candidato.
-Cuál es su postura en cuanto a la inmigración: ¿hay que cerrar las fronteras?
-En cuanto al tema inmigración, quisiera aclarar un punto muy importante: nadie del área soberanista está en contra de la inmigración, sino en contra de esta invasión, que es algo muy distinto. Yo soy un fruto de la inmigración, nací en el exterior y he vivido mucho en el exterior. Según el Ministerio del Interior en Italia hay unos 500.000 clandestinos, 500.000 personas de las que no sabemos nada. Creemos que la inmigración es un recurso, pero debe ser controlada, manejada y el Estado tiene que tener el derecho a elegir quién llega al país y para qué. Si no, es una invasión.
-¿Cómo ve la situación actual de Venezuela, donde vivió siendo adolescente?
-Siempre seguí a Venezuela porque tengo familiares que vivieron allí muchos años, tengo muchos amigos en Venezuela y cuando la situación empezó a degenerar con Chávez y el primer gobierno de Maduro, aumentó la tensión porque faltaban las bases de esa pseudo- revolución bolivariana, aunque Bolívar era un oligarca, un rejunte del socialismo del siglo XXI que, como todos los socialismos, no ha funcionado y se ha transformado con las últimas elecciones-farsa en una dictadura. La situación también degeneró porque en Venezuela se está desarrollando una nueva Guerra Fría: por un lado Estados Unidos y todos los países democráticos, que apoyan a Juan Guaidó, de la otra parte están Irán, Cuba, China, que apoyan el gobierno ilegítimo de Maduro.
-¿Cómo juzga la posición de Italia ante la crisis?
-Italia, también en este caso, tiene una política ambigua, al tener dos fuerzas en el gobierno que no tienen nada en común, es un gobierno contra natura, que tiene una política exterior totalmente inexistente. Por un lado tenemos a un vicecanciller del Movimiento Cinco Estrellas que elogia a Maduro -y lo invitaría a ir a vivir a Caracas por tres meses-, por otro tenemos un vicecanciller de la Liga, que está a favor de Guaidó. Es una tragedia y espero que no haya necesidad de recurrir a la violencia porque sería un baño de sangre. Y en caso de ser electo Venezuela será una prioridad porque el comportamiento del gobierno italiano es simplemente vergonzoso.
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