Para el Episcopado, "los periódicos pretenden oscurecer lo que aconteció" con la gira del Papa a Chile
El obispo de San Isidro y presidente del Episcopado argentino, monseñor Oscar Ojea, transmitió su preocupación por el tratamiento periodístico que muchos medios dieron, en general, a la visita del papa Francisco a Chile .
En un mensaje transmitido ayer, al regresar de la gira del pontífice a Chile y Perú, Ojea llamó a "leer sus mensajes, no las crónicas de los periódicos que hacen foco en algunos temas particulares, que aparentemente pretenden oscurecer lo que ha acontecido realmente".
Voceros del Episcopado dijeron a LA NACION que el mensaje de Ojea "no es una crítica a los medios" y que su intención es marcar que no se le dio importancia al mensaje profundo y sentido del Papa; por eso la invitación a leerlos".
De todos modos, Ojea discrepó con las interpretaciones que trazaron un balance negativo de la visita a Chile y destacó, por el contrario, el clima que se vivió, así como los gestos del Papa y el "enorme carisma y don de comunicación inmediata con su pueblo".
Para reflejar ese clima puso de relieve "la hospitalidad del pueblo y del clero chileno" y resumió que el viaje del Papa "fue extraordinario", al destacar especialmente la misa que Francisco ofició en el Parque O'Higgins.
"Yo no recuerdo haber estado en un lugar alto y haber visto esa multitud, donde no cabía un alfiler. Es imposible juntar esas multitudes sin la fe y sin lo que suscita el carisma del Papa", describió. Afirmó, en ese sentido, que "Francisco tiene un enorme carisma y un don de comunicación inmediata con su pueblo: esto es maravilloso".
Es importante que yo se los diga: el viaje a Chile fue una fiesta
Ojea advirtió que algunos medios no destacaron suficientemente, en general, el "clima de alegría, de entusiasmo, de comunicación con el pastor" que reinaba en cada encuentro. Y expresó: "Es importante que yo se los diga: el viaje a Chile fue una fiesta; una fiesta del pueblo, una fiesta para nosotros que tuvimos la alegría y el orgullo de participar".
El presidente del Episcopado ponderó especialmente la visita de Francisco a la cárcel de mujeres, dándole dimensión histórica al acontecimiento.
"El tema de la dignidad, en esa cárcel, resonó en los ojos emocionados de las mujeres que se habían vestido de gala, con sus chiquitos, para poder tener ese momento de comunicación con el Santo Padre", reflexionó el obispo.
Y advirtió que "el Papa en todos los mensajes desarrolla un pensamiento que nos hace pensar cómo estamos viviendo, sobre nuestra cultura, sobre nuestro modo de ser; cómo estamos llevando adelante nuestra vida; es un mensaje que nos invita a frenar, incluso a los religiosos y consagrados".
Destacó, finalmente, el encuentro del Santo Padre con los jóvenes. "El Papa era un joven más, había una multitud de jóvenes", describió. Y elogió "la capacidad de escuchar y de devolver; las imágenes que utilizó el Santo Padre para poder hablarles a los jóvenes y lo que significa estar colgado del teléfono y lo que significa perder la conexión, cuando uno pierde la clave".