El peor comienzo para un presidente en 75 años
NUEVA YORK.- El presidente George W. Bush, que cumplió su 18° mes en el cargo, ha tenido el peor inicio de gestión de cualquier presidente norteamericano de los últimos 75 años, por lo menos según la medición de rendimiento del índice Standard & Poor´s de 500 acciones.
Con la caída de las cotizaciones accionarias durante las últimas nueve semanas, el índice Standard & Poor´s 500 se desplomó el 36,9 por ciento desde que Bush juró como presidente el 20 de enero de 2001. Ese es el peor registro para cualquier presidente, según la medición Standard & Poor´s, que se remonta a 1927, y es casi dos veces peor que el antecedente registrado durante los primeros 18 meses del gobierno de Herbert Hoover.
Pero este mal comienzo acaso no anuncie algo perjudicial para Bush si aspira a un segundo mandato en 2004.
La historia indica que los presidentes que tienen un mal comienzo en el mercado bursátil a menudo se recuperan porque los votantes parecen más que dispuestos a culpar a sus predecesores de los incipientes problemas económicos. Eso parece ser particularmente cierto si el presidente anterior pertenecía a otro partido político. A la inversa, los grandes comienzos a menudo no son reconocidos ni recompensados por los votantes, cuyas expectativas en el momento en que se pone en marcha la campaña para la reelección tienden a estar centradas en lo que el presidente ha hecho por ellos últimamente.
Revertir la tendencia
En realidad, para un presidente, enfrentar una recesión al principio de su gestión a veces resultó algo favorable. Consideremos el caso de Richard Nixon, hasta ahora el presidente que tenía la peor gestión en sus primeros 18 meses en el cargo según el mercado bursátil. El índice Standard & Poor´s 500 cayó el 23,6 por ciento durante sus primeros 18 meses, pero repuntó y casi alcanzó niveles sin precedente en el momento en que Nixon presentó nuevamente su candidatura presidencial. Y ganó por abrumadora mayoría.
Para Ronald Reagan, un mal comienzo no fue tampoco un gran problema. Después de sus primeros 18 meses de gestión, el mercado bursátil bajó el 15,3 por ciento. Poco después, comenzó, durante los años 80, el repunte del mercado. También Reagan fue reelegido por abrumadora mayoría.
Después de 18 meses de los gobiernos de Nixon y de Reagan, el país se encontraba en recesión. Eso perjudicó a los republicanos en las elecciones legislativas realizadas en la mitad de la gestión de esos dos gobiernos, pero la caída de la popularidad de esas administraciones quedó en el olvido a la hora de la campaña en pos de la reelección. Los votantes apoyaron a esos dos presidentes por la recuperación. Eso puede ser contrastado con lo hecho por los dos presidentes anteriores al actual, que fueron derrotados respectivamente en su segunda campaña.
Casos inversos
El ex presidente Jimmy Carter nunca persuadió a los votantes acerca de su capacidad económica, aun cuando después de un comienzo flojo, con una caída del 4,8 por ciento del índice Standard & Poor´s durante sus primeros 18 meses de gestión, llegó al final del período mucho más fortalecido. Carter sufrió una recesión, no durante sus primeros días en el cargo, cuando la pudo haber atribuido a su predecesor, sino durante el año en que aspiraba a la reelección.
También estuvo el caso del ex presidente George Bush. El mercado bursátil aumentó significativamente al principio de su gestión, y después de sus primeros 18 meses en el cargo el índice Standard & Poor´s había aumentado el 26,2%. Pero su recesión apenas comenzaba entonces, y la economía nunca pareció fortalecida de allí en más. Se lo culpó de la caída económica, y ni sus deslumbrantes primeros meses en la presidencia le sirvieron de mucho en 1992, cuando Bill Clinton le arrebató la Casa Blanca.
Clinton ganó la reelección fácilmente, a pesar de sus monótonos primeros 18 meses de gestión. Luego se convirtió en tan sólo el tercer presidente desde la Guerra Civil que evitó que su gobierno estuviera al borde del fracaso debido a una recesión. Pero como Lyndon Johnson, cuya gestión también estuvo exenta de recesiones, Clinton fue incapaz de persuadir a los votantes para que apoyaran tan excelente rendimiento económico cuando su vicepresidente trató de sucederlo en el cargo. (El otro presidente que no tuvo recesión durante su mandato fue James Garfield, que estuvo en el cargo sólo seis meses antes de ser asesinado en 1881).
Herbert Hoover, por supuesto, no sólo fue derrotado cuando se presentó para la reelección, sino que siguió siendo tan impopular que los demócratas lo recordaron durante décadas en cada campaña electoral. No fueron sus primeros 18 meses en la presidencia lo que lo perjudicó, sino el hecho de que no fue capaz de sacar al país de la llamada Gran Depresión.
Si a Bush le perturba tener el peor comienzo que pudo haber tenido un presidente norteamericano en las últimas siete décadas, acaso pueda tranquilizarlo el hecho de que su gestión luce mejor si se utiliza como índice de referencia el promedio industrial Dow Jones. Ese promedio bajó sólo el 24,3 por ciento desde que George W. Bush llegó a la Casa Blanca, lo cual hace que su historial sea levemente mejor que el de Hoover, el cual durante el mismo período de gestión mostró una declinación del 24,8 por ciento.
Sin embargo, aun tomando el Dow Jones, el rendimiento del mercado durante los primeros 18 meses de gobierno de Bush va a la zaga del de cualquier otro presidente desde que ese índice se puso en práctica en 1896.
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