Fin de una era y de un símbolo: Kodak, en convocatoria
Intentará ahora reestructurar su negocio; sus acciones dejaron ayer de cotizar en Wall Street
WASHINGTON.- La tecnología acaba de mostrar, una vez más, su costado más implacable. Kodak, la marca que durante más de un siglo fue sinónimo de fotografía, acaba de entrar en suspensión de pagos, incapaz de enfrentar el embate de su hijo más exitoso -la cámara digital-, que, en pocos años, convirtió en piezas de museo los rollos de película que ella fabricó durante décadas.
"Lo que estamos haciendo es dar un paso importante para permitir que la empresa complete su transformación", dijo su responsable, el español Antonio Pérez, al confirmar que la emblemática firma había dado, efectivamente, el primer paso en el mecanismo de quiebra.
"Otras veces hemos salido adelante", añadió, al afirmar que se intentarán mecanismos para poner la situación en orden. Por lo que se sabe, la empresa reconoce activos por 5100 millones de dólares, deudas por 6800 millones y acumula ya tres ejercicios fiscales con resultado en rojo.
Más allá de las promesas de recuperación, el anuncio fue otro golpazo para una economía que no termina de recuperarse y que, en los últimos años, ha visto desfilar por el rumbo de la dificultad y la amenaza a muchas de sus firmas emblemáticas.
Hace unas semanas fue American Airlines -el gigante del transporte aéreo-, mientras que, en lo más doméstico, en los tres últimos meses, cerraron sus puertas dos grandes del consumo cotidiano: la supertienda de ropa Filene's Basement y la tradicional librería Borders. Hace pocos días, lo mismo ocurrió con el fabricante de las galletitas Twinkies, una marca con más de 80 años de historia en la producción de bizcochos y golosinas.
El auxilio financiero de Kodak vino por el lado del Citibank, que le dio un préstamo por 950 millones de dólares con 18 meses de plazo para que siga funcionando y saque la cabeza del pozo. Un negro desenlace para la firma que, durante décadas, se convirtió en símbolo del capitalismo, mientras sonreía, a todo color, desde los anuncios que prometían guardar "por siempre" el recuerdo de los momentos de felicidad. Todo, gracias a los rollos de película con los que se nutrían las máquinas de fotos de buena parte del planeta, como marca claramente dominante. Una paradoja para la firma que, con el eslogan de "usted apriete el botón, que nosotros hacemos el resto", llegó a vender 25 millones de cámaras hasta 1940.
La historia de Kodak podría reflejar la de muchas otras grandes firmas norteamericanas. Su fundador, George Eastman, usó los 125 dólares que obtuvo por un viejo motor para fundarla. Décadas después, en 1963, con la llegada de la Instamatic, alcanzó la cumbre del mercado: vendió más de 50 millones de unidades en siete años.
La marca Kodak aparecía en las imágenes cotidianas. En las películas de cine y hasta en la cámara con que se captaron las imágenes de la llegada del hombre a la Luna, en 1969. Nada de eso alcanzó para evitar que ayer, tras décadas de cotización, la Bolsa de Nueva York ordenara la suspensión de las operaciones de Kodak, apenas la firma confirmó la suspensión de pagos. Se retiraba otro de los grandes que integraron el Dow Jones, el indicador por excelencia de ese mercado.
"Cayó presa de la tecnología que ella misma ayudó a crear y que luego se resistió a desarrollar", señaló ayer la CNN al dar cuenta de lo sucedido. La coincidencia es que, aferrada a la producción de películas, Kodak no supo resistir el embate de la fotografía digital, tecnología que, paradójicamente, ayudó a alumbrar con la creación de las primeras cámaras de ese tipo. "El problema es que en vez de desarrollar la cámara digital, la postergó y con eso dejó que sus competidores avanzaran en el mercado en el que había reinado", se indicó.
Con menos de 20.000 empleados en todo el mundo -de los 65.000 que llegó a tener-, Kodak intenta hoy torcer su suerte mediante la comercialización de un millar de patentes de la tecnología digital que conoce, pero que se resistió a desarrollar. "La empresa intentará reestructurarse y consolidarse como vendedor de productos fotográficos de consumo", indicaron voceros de la firma.
"Un momento Kodak", la frase recordada
Era la frase que, al escucharla, hacía que cualquiera imaginara una foto increíble. Una imagen captada en el lugar exacto, en el instante preciso, de un momento que merecía ser retratado para siempre. "Estos son los momentos. Momentos Kodak" fue el eslogan que acuñó el gigante de la fotografía Kodak en sus comerciales y que quedó inmortalizado. Las publicidades mostraban momentos destacados de la vida cotidiana -como el primer paso de un bebe- que se conservaban con solo un clic a través de una cámara Kodak. "Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto", había sido el primer eslogan, en 1888, de la legendaria compañía norteamericana, que ayer se declaró en suspensión de pagos, arrastrada por los avances de la era digital.
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Blockbuster
La tienda número uno de alquiler de videos sucumbió ante el avance de la piratería y la renta de películas online . Al momento de desaparecer tenía 1800 locales y una deuda por US$ 1000 millones.
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