Fue a una fiesta porque decía que el coronavirus "era una farsa", se contagió y murió

SAN ANTONIO, Texas.- "Creo que cometí un error. Pensé que era una estafa, pero no lo es". Esas fueron las últimas palabras de un paciente de 30 años que murió en el Hospital Metodista de San Antonio, en Texas, la semana pasada después de asistir a una "fiesta COVID", en donde se infectó con coronavirus según el hospital.

La doctora Jane Appleby, directora médica del Hospital Metodista de San Antonio, dijo en una declaración grabada que el paciente no identificado le contó a las enfermeras sobre la fiesta, que según dijo fue organizada por alguien diagnosticado con coronavirus.

Una "fiesta Covid" es una reunión organizada por alguien diagnosticado con coronavirus para ver si el virus es real y para ver si alguien se infecta, explicó.

Appleby dijo en sus comentarios filmados el fin de semana que había sido incitada a revelar el caso después de ver un aumento "preocupante" en las infecciones. Según las pruebas, el 22% de las pruebas revelaron casos Covid-19, en comparación con solo el 5% hace unas semanas.

Un rango de edad más amplio se estaba viendo afectado, con varios jóvenes de 20 y 30 años gravemente enfermos en el hospital metodista, dijo.

"Usen tapabocas, quédense en casa cuando pueda, evite grupos de personas y desinfecte sus manos", dijo Appleby.

El llamado a la cautela se produjo cuando funcionarios de Houston instaron a la ciudad a cerrar sus puertas mientras los hospitales luchaban por acomodar nuevos casos de coronavirus.

La alcaldesa de Houston, Sylvester Turner, y la jueza del condado de Harris, Lina Hidalgo, dijeron que se necesitaba una orden de quedarse en casa para que la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos pueda hacer frente al aumento.

La semana pasada, Texas continuó batiendo récords de casos confirmados y muertes relacionadas con la enfermedad. Funcionarios estatales de salud informaron el domingo 8196 nuevos casos, otras 80 muertes y un total de 10,410 personas hospitalizadas debido al virus.

La decisión sobre un cierre, sin embargo, recae en el gobernador republicano Greg Abbott, quien se ha resistido a este paso, diciendo que debería ser el último recurso.

Agencia AP