Ground Zero, la herida que sigue abierta
El lugar donde se levantaban las Torres Gemelas es hoy un gigantesco pozo de 7 metros de profundidad, libre de escombros
1 minuto de lectura'
NUEVA YORK.- Desde la altura de la calle, Ground Zero parece un enorme cañón que se abre en las entrañas del sur de Manhattan. Rodeado de altos edificios, el lugar donde se levantaban las Torres Gemelas es hoy un gigantesco pozo de construcción, de siete pisos de profundidad, completamente limpio de escombros.
Fue una tarea titánica, pero se terminó en tiempo récord -apenas ocho meses y medio-, en la que participó un ejército de obreros, ingenieros y bomberos. Ahora, mientras se trabaja contra reloj para recomponer el sistema de transportes, el lugar se ha convertido en un campo de batalla para planificadores urbanos, arquitectos y familiares de las víctimas por el destino que se le dará al lugar que albergaba 1,3 millón de metros cuadrados de oficinas y 50.000 trabajadores.
No fue fácil llegar hasta aquí. En la mañana del 12 de septiembre, unas 4000 personas trabajaban desorganizadamente para encontrar sobrevivientes entre las ruinas del World Trade Center. Sólo 18 víctimas fueron rescatadas con vida en las primeras 48 horas. En los meses siguientes apenas 291 cuerpos fueron hallados enteros, mientras que se recuperaron 19.500 restos humanos, la mayoría aún sin reconocer.
"Fue un trabajo terrible, muy emotivo y también muy difícil, porque durante mucho tiempo era una zona insegura, con fuegos que ardían y el continuo riesgo de más derrumbes", señaló a LA NACION Peter Rinaldi, gerente de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey -la agencia de la ciudad dueña del World Trade Center- y nombrado administrador general de Ground Zero. "Es increíble que no hayamos sufrido ningún accidente grave en todo este tiempo", añadió.
Las tareas de limpieza estuvieron a cargo de cuatro compañías, que ganaron una licitación de 250 millones de dólares cada una y cumplieron su labor con un costo estimado en 750 millones de dólares. En una operación casi militar, en la que se emplearon unos 1000 trabajadores, más de 150 piezas de equipo pesado y 20 grúas gigantescas, las cuatro compañías sacaron 1.642.698 toneladas de escombros.
Actividad frenética
Hasta ayer, antes de que el lugar empezara a prepararse para los actos oficiales de hoy, la actividad en Ground Zero era frenética. Unas 400 personas trabajaban en turnos de 12 horas por día, seis días a la semana, para que el mes próximo empiecen a correr por aquí las dos líneas de subte dañadas y a partir de principios de 2003, también el Path, el tren que une Manhattan y Nueva Jersey.
A los costados de Ground Zero, la gente ha vuelto a comprar a la gran tienda Century 21, mientras los visitantes se agolpan dentro del famoso Jardín de Invierno del World Financial Center (diseñado por el argentino César Pelli), que esta semana volvió a abrir sus puertas. El Millenium Hotel espera reabrirse en enero. Los departamentos de la vecina Battery Park City están completos en un 95%; en cambio, en los edificios de oficinas lindantes sólo un tercio de las empresas que tuvieron que abandonar sus espacios regresó.
Desde las esquinas de Ground Zero, decenas de cámaras de video registran los avances en la construcción, mientras unos 70 policías y agentes de seguridad privada vigilan el área, rodeada de un perímetro de rejas, detrás de las cuales miles de curiosos diarios se acercan para tomar fotos de la nueva atracción turística de la Gran Manzana.
"Entiendo que para muchos sea una curiosidad, es parte de la naturaleza humana -comenta Rinaldi-. Pero también hay gente que viene a rezar y llora frente al lugar." Cuando a Rinaldi se le pregunta qué es lo primero que quisiera ver levantarse en el sitio, bromea y dice: "¡Mi oficina en el piso 78!" Pero luego, más serio, indica que es primordial construir algún tipo de monumento o mausoleo para las víctimas, una decisión aún pendiente. Tras escuchar las opiniones de las familias de las víctimas, dos semanas atrás, la Corporación para el Desarrollo del Sur de Manhattan, la agencia creada por el gobernador de Nueva York, George Pataki, y encargada de la reconstrucción de la zona, anunció que se realizará un concurso internacional para construir el memorial, que debería estar terminado para el segundo aniversario de la tragedia.
La corporación anunció un concurso internacional para contratar a unos cinco estudios de arquitectura o empresas de planeamiento urbano para ofrecer nuevas ideas para el lugar, tras las durísimas críticas que recibieron los planes anteriores.
A las compañías se les requerirá que sus planes incluyan los elementos que tanto defendieron los vecinos en las audiencias públicas: un monumento a las víctimas que en lo posible mantenga el contorno de las Torres Gemelas; una estructura alta que recomponga el perfil urbano ( skyline ) de Manhattan; un paseo sobre la calle West que conecte el World Trade Center con Battery Park; un gran sector abierto, negocios, un centro cultural y departamentos de residencias.
"Para nosotros, el lugar es lo más parecido que hay a un cementerio -señaló a LA NACION Tanya Bejasa, cuyo novio, el bombero argentino Sergio Villanueva, murió el 11 de septiembre-. Lo que queremos es tener un sitio adonde ir a recordar a nuestros seres queridos en paz."
- 1
Del 11-S a la inteligencia artificial: un balance inquietante del primer cuarto del siglo XXI
- 2
Recrudece la ola de violencia sectaria en Siria a un año de la caída de Bashar al-Assad
3Video: dos helicópteros chocaron en pleno vuelo en Nueva Jersey
- 4
Uruguay: un motociclista murió en un choque contra un auto con matrícula argentina




