
Jeb Bush no descarta intervenir para dar el triunfo a su hermano
El gobernador de Florida podría ser clave
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WASHINGTON.- La noche de las elecciones, George W. Bush le dijo por teléfono al vicepresidente Al Gore que tenía la absoluta certeza de haber ganado en Florida, y así la Casa Blanca. "Esto no es algo que deba resolver tu hermano", le contestó molesto Gore, porque el candidato republicano había invocado al gobernador Jeb Bush como su fuente de información.
Tres semanas más tarde, la pelea sigue siendo en esencia la misma, y Jeb Bush indicó ayer, por primera vez, que ahora sí piensa intervenir con todas las armas que tiene en sus manos para defender a su hermano. Los republicanos que controlan la Legislatura en Florida están amagando con llamar a una sesión especial para consagrar a los 25 electores que le darían a Bush el triunfo definitivo en el Colegio Electoral.
El plan sería ejecutado en Tallahassee, la capital de Florida, si los legisladores perciben en los próximos días que Gore tiene posibilidades de obtener de los tribunales la autorización para contar boletas con las que podría revertir el resultado que ya consagró a Bush como el ganador, por una diferencia de 537 votos.
Como gobernador, Jeb Bush debería firmar la legislación que elevarían los congresistas a su despacho, para consagrar a los electores al margen del proceso judicial. Aunque antes se había mostrado renuente a explorar ese camino, ayer sugirió con claridad que no dudaría en hacerlo "si llega a ser apropiado".
Vía rápida
La Constitución delega en los órganos legislativos de los Estados el poder para determinar el método de selección de sus representantes ante el Colegio Electoral. Luego, una ley federal autoriza a las legislaturas a modificar el método cuando, por determinadas circunstancias, el Estado no logra cumplir con los plazos estipulados. Florida debe seleccionar a sus electores el 12 de diciembre próximo.
Los abogados de Gore habían solicitado una autorización para una vía rápida de recuento de votos ante el juez Sanders Sauls, que entiende en la impugnación que presentó el candidato demócrata a los resultados de Florida, certificados el domingo último por la secretaria de Estado, la republicana Katherine Harris, que forma parte del gabinete de Jeb Bush.
Sauls rechazó el pedido demócrata y solicitó, además, a los condados de Miami-Dade y Palm Beach que envíen a Tallahassee, a más tardar mañana, todos los votos emitidos en esos condados, más de un millón de boletas en total. El magistrado rechazó ir a la velocidad que pretende Gore para alcanzar el plazo del 12 de diciembre; en cambio, golpeó al vicepresidente, cuyo equipo legal le había pedido que sólo revisara los 14.000 sufragios disputados en el recuento.
Escrutinio justo
El juez pretende revisar las boletas, que ya van camino a Tallahassee, en una audiencia de pasado mañana. Por su parte, los republicanos habían alegado que si Sanders ordenaba el recuento, un nuevo escrutinio debería incluir todos los votos emitidos para ser "justo".
Paralelamente, los líderes mayoritarios de la Legislatura decidieron, entre otras cosas, acompañar el planteo judicial que mañana presentará la campaña de Bush en una audiencia ante la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos. Los abogados que contrataron van a sostener que el máximo tribunal de Florida, que autorizó el recuento manual de votos en tres condados a pedido de Gore, invadió las funciones de la Legislatura.
Luego, crearon una comisión especial de ambas cámaras para estudiar "el rol de las legislaturas en la selección de electores", y desarrollaron una serie de audiencias especiales completas con expertos en la materia.
Fue una puesta en escena para llegar a la misma conclusión que presentó ayer Jeb Bush ante los medios, después de pasar casi tres semanas bastante alejado de los micrófonos. "Si hay incertidumbre, la Legislatura tiene con toda claridad una autoridad delegada de la Constitución nacional para nombrar a los electores", dijo el gobernador de Florida, que siempre fue más aplicado que su hermano mayor, tanto que su madre, Barbara, apostó a él para el regreso de los Bush a la Casa Blanca.
Aumentan la inquietud y el hastío
MIAMI (AFP).- Hace dos semanas declaraban su orgullo por haberse convertido en el "centro del mundo" informativo. Hoy, muchos habitantes del sur de la Florida manifiestan hastío e irritación ante la interminable disputa presidencial, pero también su inquietud por el conflicto por los votos.
Más de veinte días de saga poselectoral comenzaron a alterar el ánimo de los habitantes de este Estado clave para decidir quién, Al Gore o George W. Bush, será el presidente de los Estados Unidos.
"Hay hastío, y esa sensación crece a medida que se multiplican los recursos demócratas", opina el profesor Antonio Jorge, de la Universidad Internacional de la Florida.
Según Jorge, la actitud de Gore es "demagógica", porque "es cierto que cada voto cuenta, pero dentro de las normas del sistema electoral", en el que hay "un margen de error que afecta a todos por igual". "Lo peor es que, gane quien gane, nadie estará contento, porque después se alegará que el otro habría podido ser presidente", opina por su parte Agnes Cool, agente inmobiliaria en Key Biscayne.
La comunidad cubana de Miami, mayoritariamente republicana, también está impaciente. "Esto tiene que terminar y debe declararse un ganador. Y hasta ahora todo indica que ese ganador es Bush", afirma Mariella Ferretti, vocero de la fundación.
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