
Juicio político al presidente en Paraguay
Lo votó la cámara de diputados; se entregó Oviedo; inhumaron a Argaña.
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ASUNCION (AP).- El ex general golpista Lino César Oviedo quedó ayer detenido en Paraguay, poco después de que la Cámara de Diputados aprobara el juicio político al presidente Raúl Cubas Grau, acusado de no acatar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que ordenaba el regreso del ex militar a prisión.
Una multitud despidió, en tanto, los restos del vicepresidente Luis María Argaña, asesinado anteayer a balazos por dos desconocidos en un crimen atribuido por la oposición al presidente Cubas y a su protegido, Lino Oviedo.
En un mensaje al país, el mandatario paraguayo informó que ordenó la detención de Oviedo "para evitar males mayores. He tomado una decisión que espero sea útil para recuperar la paz de nuestra convivencia política", agregó. Oviedo debe cumplir una condena a 10 años de prisión por su intentona golpista de 1996.
Por su parte, Cubas deberá comparecer hoy ante los senadores, que si lo encuentran culpable de mal desempeño de sus funciones y otros delitos comunes podrían destituirlo.
En tanto, el senador y vicepresidente del Partido Colorado, Juan Carlos Galaverna, acusó ayer al titular argentino del Ente Binacional Yacyretá, Raúl Reali, de financiar económicamente a Oviedo.
Mientras, el cierre de las fronteras paraguayas continúa causando serios problemas en el límite con nuestro país, donde cientos de personas se encuentran varadas en ambas cabeceras del puente que une Posadas con Encarnación.
Oviedo quedó detenido en Asunción
El ex general golpista se entregó a la Justicia luego de que el Congreso aprobara el juicio político contra el presidente Cubas.
ASUNCION.- Poco después de que el Congreso paraguayo aprobara el juicio político al presidente Raúl Cubas Grau por su negativa a acatar el fallo de la Corte Suprema que ordenaba el retorno de Lino César Oviedo a prisión, el ex general golpista se entregó ayer a la guardia presidencial, en medio de acusaciones que lo vinculan directamente como el responsable del asesinato del vicepresidente Luis María Argaña.
Mientras siguen los interrogantes sobre quién asesinó a Argaña, ya que nadie se ha hecho responsable y la policía no tiene datos al respecto, la Cámara de Diputados decidió ayer en una fulminante votación aprobar el juicio político a Cubas, cuya suerte quedó ahora en manos del Senado, que si lo declara culpable podría destituirlo.
Cubas y Oviedo fueron responsabilizados por la oposición en cuanto se conoció el asesinato del vicepresidente, uno de los mayores enemigos políticos de la dupla que, según analistas, gobierna el país.
La detención de Oviedo causó gran sorpresa en Asunción, teniendo en cuenta que el militar había afirmado que jamás regresaría a prisión. Oviedo había sido condenado en marzo de 1998 a diez años de cárcel por intentar un golpe de Estado en abril de 1996, pero recuperó su libertad en agosto último gracias a un decreto presidencial que le conmutó la pena por tres meses de arresto.
En un mensaje a la nación, Cubas dijo que ordenó la detención de Oviedo para "evitar mayores males" al país, aunque no precisó si lo hizo para que el ex militar complete su condena.
"A pesar de mi fundado desacuerdo jurídico con las resoluciones judiciales en el denominado caso Oviedo (...), he tomado una decisión que espero sea útil para recuperar la paz de nuestra convivencia política", afirmó el jefe del Estado.
Familiares y amigos del vicepresidente asesinado anteayer por tres desconocidos que aún se encuentran prófugos estallaron en vítores de alegría durante el velatorio del político, al conocerse la captura de Oviedo, informada por el propio Cubas en un escueto texto al presidente de la Corte Suprema.
"A las 13.25 horas, el general de división en situación de retiro Lino César Oviedo ha ingresado en la guardia de seguridad presidencial a los efectos de someterse a (...) los tribunales militares", precisó el comunicado.
Según el jefe de la casa militar de la presidencia, Ronald Zayas, Oviedo fue conducido al Regimiento Guardia Presidencial, cerca de la residencia oficial de Cubas.
Legisladores que apoyan el juicio en contra del mandatario tomaron con cautela la información y dijeron temer que se trate de un truco para distraer la atención de la crisis, agravada tras el crimen de Argaña.
"Cubas no cumplió la orden de la Corte Suprema de Justicia y estoy casi segura de que esto es una chicana. El juicio político sigue y esto no lo exculpa de haber incumplido una orden judicial", declaró la senadora opositora Elba Recalde.
"No está preso"
Por su parte, abogados de Oviedo aseguraron que éste "no está preso", y que el Tribunal Militar notificaría en pocas horas que está libre de culpa y pena, no pesando sobre él condena alguna.
Isidro Melgarejo, uno de los defensores de Oviedo, aseguró que el militar se presentó voluntariamente y que Cubas no tiene razón para detenerlo porque no está vigente ninguna condena contra el mismo.
Anteriormente, el vocero de Oviedo, Alejandro Velázquez, había asegurado que los únicos favorecidos por el magnicidio de Argaña son "el ex presidente Wasmosy, y los que hicieron frente con él y los argañistas en el Congreso, que boicotearon a Cubas desde su misma asunción presidencial el 15 de agosto".
En tanto, la aprobación del juicio contra Cubas se produjo mientras el país se encontraba virtualmente paralizado por una huelga general convocada por las principales centrales obreras para exigir la renuncia del presidente.
Más de dos tercios de los diputados presentes votaron en favor de presentar ante el Senado cargos contra el mandatario por mal desempeño de sus funciones, delitos comunes y delitos cometidos en el cargo. Posteriormente, la Cámara alta se declaró en sesión permanente, tras un corto receso, para comenzar los debates sobre el proceso.
En principio, el trámite de la acusación estaba previsto para dentro de 15 días. Pero los diputados lo aprobaron ayer tras una moción en ese sentido del diputado Angel Barchini, dirigente del sector que lideraba Argaña en el Partido Colorado, en el poder desde 1947.
El entierro
En una concurrida y desordenada ceremonia fueron inhumados los restos de Argaña en el cementerio La Recoleta, de Asunción. Poco antes, una multitud enfervorizada había recibido el féretro en el edificio del Congreso, donde fueron velados.
Del cortejo, iniciado en la mañana en la sede del Partido Colorado, no participó Cubas, a quien la familia Argaña le impidió concurrir.
Durante la ceremonia, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Wildo Rienzi, dijo que "el Estado de Derecho más que nunca se encuentra roto" y agregó que "el poder judicial independiente va a seguir luchando para esclarecer este luctuoso hecho".
El presidente del Congreso, Luis González Macchi, señaló que "apátridas" mataron "en vano" a Argaña, aludiendo a que prosigue el juicio político contra Cubas. "Quiera Dios que esta muerte injusta e incomprensible que estamos llorando pueda hacernos entender a los paraguayos la necesidad de la unidad", concluyó con la voz entrecortada por la emoción.
La celebración por el arresto de Oviedo se trasladó también a las calles, donde anteanoche se produjeron serios incidentes, cuando la policía, reavivando fórmulas represoras del derrocado dictador Alfredo Stroessner, golpeó sin piedad a jóvenes que protestaban por el asesinato del vicepresidente.
Los disturbios se repitieron durante la noche por todo el centro asunceño, donde al menos 37 civiles y siete agentes resultaron heridos.
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