La boda del príncipe Harry y Meghan Markle: los sí y los no del protocolo real
Vestirse para un casamiento nunca es tarea fácil. Pero si se trata de la boda de un nieto de la reina Isabel II , la soberana más poderosa del mundo, la tarea es aún más compleja: el protocolo suele ser estricto y el que no se ajuste a las reglas puede ser invitado gentilmente a retirarse. Por eso, de cara a la boda del príncipe Harry y Meghan Markle , uno de los eventos más esperados del año, es mejor prestar atención. Para empezar, como en la misma tarjeta de invitación se aclara el código de vestimenta, hay menos posibilidades de equivocarse.
En el caso de las tarjetas de Harry y Meghan, los 600 invitados recibieron indicaciones precisas que apuntaron a definir el alto estándar del evento: "para los hombres, uniformes militares, jacket o traje -siempre y cuando no se usen colores extravagantes-". Para las mujeres, "vestido de día con un sombrero". Por más claro que parezca el mensaje, hay lugar para pasos en falso: ¿qué trajes sí y qué trajes no? ¿El jacket puede ser de cualquier color? ¿Qué hay de las corbatas? ¿Se puede innovar con estampados? ¿Qué significa "vestido de día"? ¿A qué tipo de sombrero se refiere el comunicado? ¿Cuán largo o cuán corto puede ser el vestido? ¿Se puede llevar cartera? ¿Qué hay de los zapatos? Según publica el DailyMail, estas son las recomendaciones de la experta en protocolo Myka Meier, formada en Londres por un empleado de la Casa Real.
Qué se puede mostrar y qué no. El "vestido de día" supone un look sobrio y de ninguna manera largo. Las mujeres deben tener las espaldas y los hombros cubiertos, y para no equivocarse con el largo del vestido hay que seguir esta regla: no puede ser más corto que el dedo más largo de la mano cuando los brazos están a los costados, ni más largo que la media pierna. No habrá escotes ni mucha piel al descubierto, porque en una iglesia es considerado irrespetuoso.
Colores y estampas. Los vestidos tampoco deberían ser negros ni blancos. El blanco está obviamente reservado a la novia y quizás a su dama de honor. El negro remite al duelo. Algún toque de estos colores o algún accesorio sí está permitido. Teniendo en cuenta que la boda sucede en primavera, también se espera que los colores sean en general pasteles y que prevalezcan los estampados floreados. Hay que evitar las estampas demasiado barrocas y los colores fuertes.
Sombreros y fascinators. Se suele pensar que en lo que a sombreros respecta en una boda real vale todo. Pero no. Nada de alas muy grandes, nada muy impactante ni extravagante al extremo. Los más aceptables son los fascinators o tocados, que dan lugar a jugar un poco con el estilo sin excesos y suelen aportar un toque de extravagancia -en un contexto por extremo sobrio- al look. En cuanto a los sombreros, pueden ser de paja o rafia, ya que es el material que más se usa para adornar las cabezas en primavera.
Los zapatos. La boda es un evento formal, en una iglesia, pero también hay que tener en cuenta que es un evento de día. Eso no quiere decir que cualquier cosa pueda ir a los pies. No es una fiesta en el jardín. En las mujeres, hay que dejar atrás los zapatos en los que se vean los dedos y también las plataformas y los zapatos sin talón, considerados demasiado informales. Tampoco stilettos ni tacos muy altos. Zapatos cerrados de taco ancho y bajo es el ideal. Los hombres deberán llevar los zapatos más lustrados que nunca.
Las carteras. Deberían ser pequeñas. En la capilla de Saint George hay alrededor de 800 lugares pero son bancos estrechos, no hay espacio para grandes bolsos. Se espera que las mujeres lleven clutches o carteritas chicas, que quepan en la falda o colgadas del brazo.
Los trajes masculinos. La mayoría irá de chaqué, el traje británico por excelencia y el que el protocolo recomienda usar en los eventos que ocurren antes de las 18. El chaqué es en general gris o negro. Cuanto más oscuro, más elegante y formal. También se puede ir de traje tipo lounge siempre que sea de colores sobrios, y de nuevo, preferentemente oscuros. Nada de lino y hay que evitar las rayas a excepción del pantalón del chaqué. Los hombres podrán jugar su estilo con la elección de sus corbatas, pañuelos y medias. Prohibidos los cinturones y zapatos marrones. Las medallas y distinciones son aceptadas tanto para quienes elijan uniformes militares como para los que vayan con chaqué si es que cuentan con alguna condecoración real.
El maquillaje y los accesorios. Debe ser minimalista, al igual que los accesorios. La recomendación es dejar que el sombrero haga todo.
¿Y la fiesta? Aunque se desconocen los detalles, se sabe que a la tarde, después de la recepción en Windsor Castle, habrá una fiesta privada en Frogmore House, un castillo de Windsor que será el escenario ideal para que los novios y los invitados se relajen un poco de la etiqueta y disfruten de la fiesta ya sin la ceremonia que requiere la presencia de la reina. Al menos no se espera contar con Su Majestad en la fiesta, ya que tampoco asistió al festejo por la boda de William y Kate.
Seguramente el dress code para esta ocasión indicará black tie, que significa traje con moño o corbata negra para los hombres, y vestido largo para las mujeres. Acá sí está permitido que ellas luzcan escote, strapless, mangas largas o cortas, lo que se ajuste más a su estilo personal y se mantenga en el código gala que la fiesta exige.
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