La nueva estrategia: "Lulificar" la campaña
João Santana, el experto en marketing político que trabajó con Lula y con Dilma, será el encargado de cambiar la imagen del mandatario
CARACAS.- Una samba retumbó en los carnavales y seguirá sonando en tierra venezolana para amenizar lo que será la campaña del presidente Hugo Chávez hacia las presidenciales.
Fue durante las fiestas del rey Momo, mientras las familias paseaban a sus niños disfrazados, y en medio de rumores sobre la salud del mandatario, cuando se confirmó la noticia: el experto en marketing político João Santana, el mismo que asesoró en sus campañas a Luiz Inacio Lula Da Silva y a Dilma Rousseff, será el estratega que conducirá, con ritmo y acento brasileño, el desfile del chavismo hacia las elecciones de octubre.
El diario brasileño O Globo informó que Santana llegaría a Caracas esta semana para sellar un contrato como asesor de campaña y emprender así uno de los grandes retos de su carrera profesional: "Lulificar" a Chávez para que sea electo por tercera vez en 13 años. El diario resaltó que uno de los principales desafíos será lograr que el presidente venezolano elimine de su vocabulario el lenguaje descalificador y que deje de referirse a sus adversarios con insultos como "apátrida", "majunche" [mediocre] o "cochino".
Además de intentar construir una imagen conciliadora, parecida a la de Lula en su campaña, el asesor buscará que se rompa el hermetismo informativo sobre la salud del mandatario. De hecho, Santana fue uno de los que aconsejó tanto a Roussef como a Lula ser lo más transparentes posibles sobre el cáncer que padecieron, destacó O Globo.
Santana es uno de los consultores más solicitados por importantes figuras de la política latinoamericana. Este periodista, que trabajó en varios medios grandes de Brasil y está muy vinculado al Partido de los Trabajadores, tiene la reputación de ser el cerebro de las campañas electorales que llevaron a la presidencia de su país a Lula Da Silva en su reelección en 2006 y a Dilma Rousseff en 2010, así como a los actuales mandatarios de El Salvador, Mauricio Funes, y de Perú, Ollanta Humala.
El diario salvadoreño La Página aseguró que además está encargado de diversas campañas presidenciales este año, entre ellas las del candidato del oficialismo en República Dominicana, Danilo Medina, y de otras estrategias electorales en Angola.
Según el diario O Globo, las campañas de Funes, Medina y Humala se centraron en construir una imagen moderna y de concertación, muy similar a la que Lula presentó en su carrera presidencial. El sello de Santana ha sido el de "lulificar" a varios líderes que en su momento generaban rechazo en sus países por ser tildados de radicales.
Pero no sólo a los chavistas les gusta la samba. El candidato ganador de las primarias opositoras, Henrique Capriles Radonski, destacó varias veces su admiración por el "Brasil de Lula".
Y esto no es casual, pues a su comando de campaña también lo asesora desde hace varios meses otro brasilero, Renato Pereira, publicista y jefe de estrategia de la empresa Prole.
Pereira es reconocido en su país por coordinar varias campañas políticas, como la del actual gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y la del alcalde de la capital de ese estado, Eduardo Paes. También fue el artífice de la campaña publicitaria con la que Río de Janeiro ganó la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.
Batalla electoral
La batalla por las presidenciales venezolanas está entonces en manos de dos publicistas brasileros, cuyas empresas son famosas por competir por el liderazgo del marketing político en su país.
La meta principal de ambos asesores es seducir a los no alineados, un sector que fluctúa entre 30 y 50% de la población venezolana, dependiendo del momento electoral.
Mientras el candidato opositor ya izó la bandera de la conciliación y entonó la samba para atraer a los "ni-nis", algunos analistas se muestran escépticos sobre los cambios conceptuales que puedan lograrse en la campaña de Chávez, pues su estrategia, desde que inició su primer gobierno, siempre ha sido conectarse con sus seguidores a partir de la confrontación incendiaria con el adversario.
Además, al mandatario venezolano se le conoce por su carácter temperamental y por ser testarudo ante los consejos ajenos. "Siempre le ha funcionado la polarización, por eso no es fácil para Chávez, después de 13 años, persuadir a los no alineados con un discurso distinto", explicó a LA NACION el politólogo John Magdaleno.
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