Maduro reveló detalles sobre el final de Chávez

CARACAS.- "Nos empapamos de amor y grandeza, con una lluvia de patria que no escampará jamás."

El chavismo homenajeó ayer a su líder fallecido llenando los diarios de declaraciones de amor incondicional y festejando en la calle. Se cumplía un año del mastodóntico cierre de campaña de Hugo Chávez en Caracas, el último mitin del gran actor político que marcó la vida de Venezuela desde 1992.

Y en medio del recuerdo se supo que aquella misma noche de octubre del año pasado se agudizaron los dolores que habían acompañado a Chávez durante toda su convalecencia. Dolores con los que recibió cuatro días más tarde la noticia de su victoria sobre el opositor Henrique Capriles con el 55% de los votos. Aquella noche, el Palacio de Miraflores no celebró como era habitual.

"Él mismo nos dijo que se sentía como si un boxeador hubiera salido al ring amarrado de una mano. Él peleó con una sola mano. Y ganó ampliamente. Pero de todas maneras estuvo muy afectado toda la campaña, sufriendo dolores", reveló recientemente el presidente Nicolás Maduro en una entrevista para un medio de la izquierda europea.

Una realidad negada siempre desde el poder, pero que se pudo comprobar a diario ante la suspensión de actos y las desapariciones constantes del líder revolucionario. "Sus dos últimos años de vida estuvo seriamente afectado por las operaciones, los dolores, los tratamientos, y así y todo estuvo siempre al frente, al mando de la revolución [...] aunque es cierto que disminuyó su ritmo para atender y mantener la dinámica", reconoció por fin el "hijo político" de Chávez.

"Octubre y principios de noviembre fueron meses de muchos dolores, y cuando se fue de Venezuela para someterse a un nuevo tratamiento [bajo la excusa de que iba a beneficiarse en Cuba de las bondades de una cámara hiperbárica, según la información oficial], se descubrió que el tumor cancerígeno se le había reproducido en el mismo lugar", develó Maduro a la revista.

En aquella marcha de hace un año, que el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, definió ayer como "la más grande manifestación de la historia del país", Chávez cerró una dura campaña electoral.

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"Yo le doy gracias a Dios, le doy gracias a la vida, como dice la canción, por haberme dado tanto. Aquí está Chávez, de pie con ustedes, y hay un solo grito que se oye por todo el país... Venezuela resucitó de entre los muertos y hoy vive la patria joven", recalcó el entonces presidente, golpeado por el cáncer, que ya lo había sentenciado a muerte.

"Hace un año estuvimos a tu lado junto a millones de patriotas, dándote la fuerza para la victoria. ¡No pudieron contigo! Dejamos claro dónde estaba la victoria, hoy debemos seguir venciendo", destacó ayer Maduro. Aquel día, bajo un inmenso aguacero, el "comandante eterno" dejó varias fotos para la historia, ataviado con un impermeable azul y con el agua escurriendo sobre su rostro y empapando su cuerpo herido. La fuerza de un ícono que para muchos seguidores se convirtió en la imagen favorita para recordar a su líder.

Fue el día que el chavismo tomó la capital y la cubrió de un manto rojo, como si se tratara de una remake de Novecento , pero más a lo bestia, como si detrás de la gigantesca demostración estuviera el cineasta chino Zhang Yi Mou.

El gobierno tiró los ministerios por la ventana aquel día. Todo valía para que la historia no olvidara las calles desbordadas de Caracas. Había que compensar la demostración de fuerza de Capriles días antes en las mismas calles. Luego se conocieron denuncias de "hostigamiento" y presiones contra empleados públicos, incluso algunas ONG dijeron que se obligó a los militares a vestirse con la remera roja.

"Vivió como Cristo, como San Francisco", recordó ayer Maduro, al celebrar el día del santo italiano que se distinguió por una vida austera y consagrada a los más humildes. "Chávez era devoto de San Francisco, más que devoto del que le prende la vela [...] del que vive como San Francisco y como Cristo", dijo.