Por ahora, las corridas bancarias son más bien trotes
Poco a poco, los europeos trasladan sus ahorros al sistema en el que más confían, el alemán
NUEVA YORK.- Las corridas bancarias tienen una lógica muy desafortunada. Para un ahorrista que teme que su banco vaya a la quiebra, lo más razonable es trasladar sus depósitos. Si retira su dinero y el banco se salva, el costo de haberse equivocado es mínimo comparado con el costo que significaría que el banco quiebre con su dinero adentro.
En este momento, en Europa, hay "trotes" -bueno, corridas de baja velocidad- no sobre bancos individuales, sino sobre los sistemas bancarios de los países. Los ahorristas retiran su dinero de los bancos de países que podrían o no ser sólidos para depositarlo en los bancos de Alemania.
A partir de allí, se pone en marcha una cadena de préstamos por la cual el Bundesbank -el Banco Central Alemán- termina financiando a todo el sistema. Pensemos cómo funciona esa cadena de préstamos. Italianos, irlandeses, españoles y portugueses retiran dinero de sus bancos locales y lo depositan en un banco alemán.
Por supuesto, esos bancos locales siguen teniendo las mismas deudas pendientes que tenían. Si en esas entidades no quedan suficientes depósitos, tendrán necesidad de pedirles prestado a sus bancos centrales respectivos, que a su vez recurrirían al Banco Central Europeo.
Alemania, el salvador
¿Y de dónde sale el dinero del Banco Central Europeo? Como sucede ahora, los bancos alemanes tienen más dinero del que necesitan y depositan su excedente en el Bundesbank. A su vez, el Bundesbank le presta dinero al Banco Central Europeo.
Hasta fines de abril, los bancos centrales de los países con fuga de depósitos de sus sistemas bancarios le deben casi un billón de euros al Banco Central Europeo. Hace un año, esa cifra no llegaba a los 500.000 millones de euros, o sea que se duplicó. Además, dos bancos centrales deudores -los de Francia y Austria- todavía no han revelado sus números.
El principal acreedor del Banco Central Europeo bajo este programa de préstamos es el Bundesbank, al que según la cuenta más reciente le deben 644.000 millones de euros. Pero los bancos nacionales de Luxemburgo, Finlandia y los Países Bajos también son grandes acreedores.
En términos generales, se trata justamente de los países que han prosperado mientras los otros perdían competitividad. Para que la eurozona sobreviva, también serán ellos quienes probablemente tengan que financiar la solución.
Detengámonos un momento para analizar cuáles son las ventajas y desventajas para quienes deciden transferir sus depósitos. Los bancos alemanes no les pagarán ningún interés, pero tampoco se los daban los bancos locales. Tendrán que olvidarse de contar con una sucursal cercana, pero no corren riesgos cambiarios, ya que sus depósitos siguen en euros.
¿Qué pasaría en caso de que el euro estallara? Si los depósitos en euros son convertidos a las monedas nacionales de los países donde están localizados los bancos, lo más probable sería que el marco alemán se apreciara respecto de la lira, la peseta, el dracma o lo que fuera.
Si todo sale bien y el euro sobrevive, el ahorrista español o italiano siempre podrá transferir sus depósitos de vuelta a su país más tarde.
Teóricamente, si un banco central cayera en default de sus deudas con el Banco Central Europeo (BCE), esa pérdida sería compartida proporcionalmente por todos los miembros de la eurozona. Pero si eso realmente sucediera, algunos de los países miembros podrían no tener solvencia para cubrir su parte. Así, sería posible que Alemania terminara cargando con el peso de esas pérdidas.
Lo más probable es que el nivel de préstamos entre bancos centrales obligue a Alemania a pisar la pelota y frenar el juego. Podría hacerlo simplemente abandonando el euro. O también podría aceptar que el euro exige una garantía de depósitos común para todos los bancos, tal vez con una supervisión bancaria centralizada, como pidió anteayer el presidente del BCE, Mario Draghi. Eso podría ayudar a detener la corrida bancaria, pero Europa seguiría sin respuesta para su problema fundamental: cómo lograr que algunos de sus países vuelvan a ser competitivos.
Traducción de Jaime Arrambide
Irlanda apoyó el pacto fiscal de la UE
DUBLIN (AFP).- Los votantes irlandeses le dieron un respiro a la Unión Europea y aprobaron el pacto fiscal europeo destinado a mejorar la estabilidad de la zona euro, según los resultados oficiales definitivos del referéndum de anteayer realizado en Dublín. Un 60,3% de los electores votaron por el sí a la ratificación del tratado, frente a sólo el 39,7% que se declaró en contra.