Primer gran cambio de Francisco en la curia romana: creó un superministerio de economía
Con el objetivo de lograr una mayor transparencia, instauró un organismo que supervisará las finanzas y la administración de la Santa Sede
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ROMA.– En su primer gran cambio dentro de la curia romana, Francisco decidió ayer revolucionar las finanzas del Vaticano a través de un "motu proprio" por el cual creó un nuevo superministerio de economía del Vaticano, llamado Secretaría de Economía.
La nueva dependencia tendrá autoridad sobre todas las actividades económicas y administrativas dentro de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano y será presidida por el cardenal australiano George Pell, arzobispo de Sydney y miembro del G-8, el consejo de ocho cardenales que asesora al Papa.
Francisco también creó un nuevo Consejo de Economía, de 15 miembros –ocho prelados y siete expertos laicos de diversas nacionalidades de reconocida experiencia financiera y profesionalidad–, que deberá ofrecer directrices sobre prácticas concretas y vigilar las actividades económico-administrativas de la Santa Sede.
Pese a las expectativas en cuanto a una decisión sobre el futuro del Instituto para las Obras de Religión (IOR), rodeado de sospechas de lavado de dinero y con un historial de escándalos sobre sus espaldas, el también llamado banco del Vaticano no fue mencionado en el "motu proprio", como se llama a los decretos "de iniciativa propia" del papa.
Desde que fue elegido, hace casi un año, Francisco hizo saber que una de sus prioridades era hacer limpieza en todo lo relativo a la economía y finanzas del Vaticano, también sospechadas de corrupción, según documentos reservados salidos a la luz durante el denominado escándalo del VatiLeaks, en 2012.
Según fuentes bien informadas, la situación del IOR no es nada comparada con el resto de la situación económica del pequeño Estado, que desde hace décadas funciona con un sistema con pocos controles y marcado por nepotismo, favoritismo y grandes negociados.
La creación de un superministerio de economía, noticia adelantada por LA NACION hace una semana, implicará duros recortes y un terremoto interno. La decisión de Francisco llegó luego de haber recibido, la semana pasada, un informe de la comisión que el año pasado creó para analizar el conjunto económico y administrativo de la Santa Sede, que incluía recomendaciones.
Éstas fueron examinadas y aprobadas tanto por el G-8 como por el consejo de 15 cardenales "para el estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede", explicó el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.
La comisión "recomendaba cambios para simplificar y consolidar las estructuras de gestión existentes y mejorar la coordinación y supervisión en toda la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano, y aconsejaba un compromiso explícito en la adopción de principios de contabilidad y de gestión financiera aceptados generalmente, así como en la presentación de informes financieros, controles internos avanzados, transparencia y gobierno", detalló Lombardi.
Según puede leerse en el "motu proprio" de Francisco, la nueva Secretaría de Economía tendrá el mismo estatus que un dicasterio de la curia romana y "responderá directamente al Santo Padre". Tendrá bajo su control todo lo que tiene que ver con la economía y las finanzas de los dicasterios de la curia romana y demás instituciones vinculadas con la Santa Sede y el Estado.
Es decir, su gestión y los "procedimientos relativos a compras" y a "la adecuada colocación de los recursos humanos". Su titular, Pell, de 72 años, deberá colaborar con el secretario de Estado, es decir, el cardenal Pietro Parolin, brazo derecho de Francisco, y será el responsable de poner a punto los estatutos definitivos tanto del superministerio de economía como del Consejo de Economía. El sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda será el secretario general del nuevo dicasterio.
En el marco de esta primera gran reforma de la curia, Francisco también decidió el nombramiento de un auditor general, que será designado por él, que tendrá la misión de llevar a cabo auditorías de cualquier organismo o institución de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Quedó redefinido, por otro lado, el papel de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) como el "Banco Central del Vaticano", con todas las obligaciones y responsabilidades de las instituciones similares en todo el mundo, según puntualizó Lombardi. La Autoridad de Información Financiera (AIF), por otro lado, seguirá desempeñando su papel de supervisión y regulación.
Visto lo delicado del cargo –deberá reestructurar, racionalizar, hacer profundos recortes y, probablemente, hacer rodar cabezas de la administración vaticana–, Pell dejará Sydney y se instalará en Roma. Ocupará su nuevo rol a fines de marzo, como él mismo indicó en una carta en la que se manifestó "honrado" por asistir al Santo Padre en una tarea seguramente compleja.
- George Pell - Cardenal
Edad: 72 años
Origen: Australia
Cardenal desde 2003, Pell es uno de los hombres de confianza del Papa. En marzo se mudará al Vaticano
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