Líderes mundiales se reúnen a partir de este lunes en la ciudad de Belém para participar del cuarto evento internacional con mayor asistencia del mundo; Milei enviaría una delegación “austera”; Trump confirmó su inasistencia
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Los líderes mundiales, científicos, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil se reúnen a partir de este lunes en Belém, Brasil, para la Cumbre del Clima (COP 30), encabezada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Se trata del cuarto evento internacional con mayor asistencia del mundo después de los Juegos Olímpicos, el mundial de la FIFA y la Asamblea General de la ONU. Hasta ahora, 163 de los 195 países miembros ya confirmaron su presencia.
En ese sentido, unos 50 presidentes y jefes de Estado participarán de la reunión de alto nivel que se dará los primeros días de la semana próxima.
Entre los que asistirán, estará el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Friedrich Merz y el primer ministro británico Keir Starmer, al igual que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el presidente de Liberia, Joseph Boakai. China enviará al viceprimer ministro Din Xuexiang y Estados Unidos no enviará representante para esta etapa del evento, aunque participarán de las negociaciones.
La importancia de los mercados de carbono
Tanto el Gobierno nacional como varias provincias impulsaron el desarrollo de mercados de carbono, sistemas en los que las empresas que emiten gases de efecto invernadero pagan a otras que compensan o reducen estas emisiones mediante créditos de carbono. El Artículo 6 del Acuerdo de París prevé su creación para acelerar la descarbonización y atraer capital privado a la transición energética. Durante la gestión de Eduardo Rodríguez Chirillo en Energía se propuso un esquema de bonos y créditos de carbono, mencionado luego en la actualización de la NDC como herramienta clave para cumplir las metas climáticas.
Sin embargo, el IPCC advirtió que estos mecanismos deben complementar, y no reemplazar, las políticas de reducción directa. Varias provincias —en especial Misiones— buscan fortalecer los mercados voluntarios y prepararse para los regulados, aún en construcción bajo la CMNUCC. Los primeros operan sin supervisión global y son menos rentables; los segundos prometen mayor escala y valor económico. El sector agroexportador ve en ellos una oportunidad ante las nuevas normas de trazabilidad y control de deforestación de la Unión Europea, y potencialmente de China, que vuelven al carbono una especie de nueva moneda comercial.
Aun así, los mercados han sido criticados por fomentar el greenwashing y por proyectos que expandieron monocultivos forestales —como pino o eucalipto— en reemplazo de bosques nativos, degradando el suelo y sin reducir realmente las emisiones.
El vínculo entre biodiversidad y cambio climático
La pérdida de biodiversidad y el cambio climático estuvieron estrechamente ligados y se retroalimentaron. Mientras la biodiversidad fortalecía la resiliencia ante la crisis climática, esta última aceleró la desaparición de especies, agravando el problema. Bosques como el Amazonas o el Gran Chaco actuaban como sumideros de carbono, al igual que los océanos, que absorben grandes volúmenes de CO₂ y amortiguan los fenómenos extremos. Conservarlos significaba sostener esa capacidad natural de regulación.

En la COP16 de Biodiversidad, celebrada en Cali en 2024, se subrayó la necesidad de abordar de forma conjunta el clima y la biodiversidad. Ahora, en la COP30, ubicada en plena Amazonia, uno de los ecosistemas más frágiles del planeta, se buscó reforzar esa sinergia mediante la gestión sostenible de bosques, océanos y biodiversidad. “Cuanto más omnipresente se hace nuestra lucha contra el cambio climático, más necesitamos incorporar sinergias entre clima, biodiversidad, desertificación y los ODS”, resumió André Corrêa do Lago, presidente de la cumbre.
Un cónclave federal
En la COP 30 participaron representantes de varias provincias argentinas con agendas paralelas a la nacional. Entre Ríos, La Pampa, Santa Fe, Jujuy, Misiones, Chaco, Buenos Aires, Córdoba y San Luis confirmaron su asistencia. Aunque se especuló que buscaban distanciarse del negacionismo climático del Gobierno, no todas lo expresaron así. Mientras la delegación nacional se concentró en las negociaciones oficiales, las provincias buscaron vínculos con organismos internacionales y bancos de desarrollo —como la CAF, el BID, IETA y RED++— para financiar proyectos de mitigación y adaptación.

“Nuestro régimen de incentivos exime de impuestos al 100% a las empresas que promuevan la economía circular o reduzcan su huella de carbono”, explicó Rosa Hojman, secretaria de Ambiente de Entre Ríos. Ninguna provincia adoptó una postura abiertamente confrontativa, aunque admitieron un vínculo limitado con Nación y el interés por acceder a créditos sin su aval. La excepción fue Buenos Aires, en la que la ministra Daniela Vilar criticó el negacionismo del Gobierno en más de una ocasión y pidió más protagonismo provincial.
En los últimos años, algunas jurisdicciones impulsaron proyectos de agricultura regenerativa y energías renovables junto al Consejo Federal de Inversiones, pero los avances resultaron insuficientes. Según un exfuncionario del área, los desastres recientes en Bahía Blanca y El Bolsón expusieron la falta de preparación y de fondos, tanto a nivel provincial como nacional.
La situación de la Argentina en la cumbre
El Climate Action Tracker calificó las metas y políticas climáticas de Argentina como “críticamente insuficientes”, mientras que el Observatorio Nacional de Acción Climática advirtió que los avances fueron leves o nulos. En 2024, el país retiró su delegación de la COP 29 en Azerbaiyán sin explicaciones y, poco después, el Gobierno evaluó abandonar el Acuerdo de París. Los recortes presupuestarios, la degradación del Ministerio de Ambiente y las declaraciones del presidente Javier Milei —quien pidió “revisar la serie histórica” de temperaturas— consolidaron su perfil negacionista.
Aun así, el Ejecutivo anunció que publicaría la nueva Contribución Nacional Determinada (NDC) durante la COP30, con un límite de 375 millones de toneladas de CO₂ equivalente para 2035, frente a las 359 millones fijadas para 2030. Si hablamos de CO₂ equivalente es porque el dióxido de carbono es uno de varios gases de efecto invernadero como el metano o el óxido nitroso; todos se miden con la misma unidad. Aunque el Gobierno atribuyó el cambio a una “actualización metodológica”, especialistas advierten que implica una meseta en la acción climática. “El país llegó a Belém sin una hoja de ruta clara y con más retrocesos que avances”, resumió Camila Mercure, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
COP30: lobbies y agendas paralelas
Una investigación de The Guardian y DeSmog reveló que en las últimas cuatro COP participaron cerca de 5000 lobbistas de la industria petrolera. Según Transparency International, este y otros sectores productivos envían cientos de representantes e invierten miles de dólares para influir en las decisiones de las delegaciones.
“En las cumbres se juega todo: millones de dólares, acuerdos bilaterales y negocios”, explicó a LA NACION un exnegociador argentino. Los lobbistas petroleros son los más numerosos, tanto dentro como fuera de los espacios formales de negociaciones. En la COP29, el 74% de ellos pertenecían a empresas estatales o mixtas. Incluso las presidencias han estado involucradas: Sultán Al Jaber, titular de la COP 29 en Dubái y director de la petrolera estatal emiratí, mantuvo reuniones para cerrar acuerdos energéticos, según reveló The Guardian.
Otro sector con peso creciente es el agroganadero. El medio paraguayo Consenso publicó que científicos vinculados al rubro impulsan la flexibilización de normas sobre emisiones de metano en Brasil, Paraguay y Argentina. Para Transparency International, el lobby no es necesariamente negativo ya que trae información y estudios, pero advirtió que la Convención debería establecer mecanismos de transparencia más claros, ya que muchos de estos actores pasan inadvertidos y la información que traen tiene una carga fuerte de intereses.
Qué se discutirá en la COP30
Este año, los 195 miembros de la CMNUCC enfocan el debate en la implementación del Acuerdo de París. El eje será el financiamiento para reducir emisiones, impulsar medidas de adaptación y promover una transición energética justa. También se busca avanzar en la aplicación de la Hoja de Ruta Bakú-Belém, que plantea alcanzar una financiación climática global de 1,3 billones de dólares anuales hasta 2035, según lo acordado en la COP 29 de Azerbaiyán.
La cooperación en un mundo en crisis
El cambio climático es una crisis global con consecuencias locales. Para quien sufre una inundación o un incendio, cuesta creer que una cumbre internacional pueda resolver algo. Un estudio del Pew Research Center reveló que solo el 40% de los argentinos confía en que la acción global pueda frenar la crisis. Y no es casual: tanto las negociaciones climáticas como el sistema de Naciones Unidas muestran signos de desgaste.
Por qué el financiamiento es lo más central
La COP30 fue definida por su presidencia como la cumbre de la implementación, tras una década de debates sobre el Acuerdo de París. Los países buscaban pasar de las promesas a la acción, aunque el gran obstáculo seguía siendo el financiamiento. En la COP 29, en Azerbaiyán, se acordó que las naciones industrializadas aportarían 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035, una cifra considerada insuficiente.
Por eso, la presidencia lanzó la Hoja de Ruta Bakú-Belém, con la meta de movilizar 1,3 billones de dólares por año para mitigación, adaptación y compensación de pérdidas y daños. “El mandato es claro. Tenemos que entregar esta hoja de ruta, aunque no se espera que sea bien recibida”, reconoció André Corrêa do Lago, presidente de la COP30.

El acuerdo de París
Según el Acuerdo de París, los países ricos debían aportar la mayor parte de los fondos, pero eso nunca se cumplió. Con el retiro de Estados Unidos previsto para el año próximo, el escenario se volvió aún más incierto. Por su parte, China, el mayor emisor hoy, ha aportado financiamiento aunque de manera voluntaria, pues se niega a posicionarse como uno de los países industrializados responsables del desembolso de fondos.
Desde hace tiempo hay una ampliación de las discusiones también hacia la banca multilateral y al sector privado llamados a contribuir con el financiamiento frente a las pérdidas crecientes.
La participación del gobierno de Javier Milei
A pesar de que todavía no hay confirmación oficial de si la administración libertaria asistirá, fuentes consultadas dentro del Gobierno nacional aseguraron que enviarán a cinco representantes de nivel medio, al menos de Cancillería y también de la Subsecretaría de Ambiente.
“Es una delegación austera”, dijeron. Hasta ahora no ha habido confirmación de ningún asistente con rango ministerial y mucho menos el presidente de la Nación, que está de gira en el exterior hasta el sábado próximo.

Una funcionaria con larga trayectoria en el ámbito ambiental reconoció en diálogo con LA NACION que “hay poca claridad” sobre cómo será la participación del país en la conferencia.
Cómo fue la participación de la Argentina el año pasado
En la COP29, celebrada en Azerbaiyán, la Argentina fue centro de un escándalo internacional al retirar su delegación sin dar explicaciones oficiales apenas dos días después del inicio de las negociaciones.
Meses más tarde, funcionarios cercanos al Presidente reconocieron que, envalentonado por el triunfo de Donald Trump, el Ejecutivo había evaluado retirarse del Acuerdo de París, algo que luego reiteró el actual jefe de Gabinete y vocero presidencial, Manuel Adorni. Aquello nunca se concretó.
Lula encabezará la ceremonia de apertura
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, hablará este lunes en la ceremonia de apertura oficial de la COP30, donde se espera que presente un llamado a la “responsabilidad compartida” frente a la crisis climática.

Las advertencias de la ONU
Esta semana, Naciones Unidas anunció que el mundo está muy lejos de lograr que el calentamiento global se mantenga bien por debajo de los 2°C en comparación con los niveles de la era preindustrial: ese fue el objetivo acordado por prácticamente todos los países en el Acuerdo Climático de París de hace 10 años.
Por el contrario, las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la quema de combustibles fósiles y la deforestación siguen aumentando, y el mundo se encamina a un calentamiento de alrededor de 2,8°C. Los científicos afirman que cada décima de grado que se suma entraña mayores riesgos de olas de calor, incendios forestales, sequías, tormentas y extinción de especies animales y vegetales.
Trump confirmó que no asistirá
Estados Unidos es uno de los pocos países del mundo que no asistirá a la COP30. El presidente Trump suele desestimar la amenaza del cambio climático y fomenta el uso de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, mientras sanciona a la industria de las energías renovables.

Así son las habitaciones donde se alojarán los líderes mundiales

Según las imágenes que trascendieron, los líderes mundiales que participen de la Cumbre del Clima de la ONU COP30 en Belém, Brasil, se alojarán en habitaciones compartidas.
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