Un terremoto de 7,4° sacudió parte de Nueva Zelanda, pero descartaron la posibilidad de un tsunami

Un terremoto de 7,4° en la escala sismológica de magnitud de momento -que mide los movimientos de roca - se registró en el archipiélago de Kermadec. El movimiento telúrico se registró durante la mañana (hora local) del viernes y tuvo repercusiones en distintos puntos de Nueva Zelanda. Distintos servicios geológicos emitieron las alertas correspondientes y, si bien en un principio se temió por la formación de un eventual tsunami, la amenaza quedó descartada.

Ni bien se conoció la noticia, varios residentes de distintos puntos de Nueva Zelanda expresaron en las redes sociales qué era lo que estaban viviendo. "Se sintió un fuerte temblor aquí en Gisborne durante la mañana. Espero que todos estén bien", escribió una directora de un museo neozelandés a raíz del terremoto.

Más allá del temor inicial ante un eventual tsunami, las autoridades confirmaron que no había motivos para preocuparse. Sin embargo, desde la cuenta de la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias alertaron sobre un cambio en la intensidad de las olas en la zonas costeras, como ocurrió en la Bahía de Hawke.

El archipiélago Kermadec, epicentro del temblor que se hizo sentir en las últimas horas, no se encuentra habitado, a excepción de la isla Raoul. Allí hay una estación meteorológica y de radio operativa. Tras el anuncio, las autoridades le aconsejaron a la población que se mantenga alejada de las playas y evite las zonas cercanas al mar durante las horas siguientes.

La amenaza de un eventual tsunami llegó a Nueva Zelanda horas más tarde de que se conociera la existencia de 300 posibles casos decoronavirus. Esta noticia se dio a conocer tras casi 15 días en los que ese país, considerado como "modelo" en la lucha contra la pandemia, no había tenido nuevas infecciones.