Una decisión que fue bien recibida en diversos sectores de la Iglesia

La decisión del Papa de extender en adelante la facultad de absolver a quienes hayan abortado a todos los sacerdotes del mundo, recogida en la carta publicada ayer y titulada "Misericordia et misera", fue celebrada en los diversos sectores de la Iglesia Católica en la Argentina.

"Me parece muy bien, es un signo de misericordia muy hermoso", expresó Jorge Casaretto, obispo emérito de San Isidro. "Celebro esta decisión, dado que se le amplía la facultad de perdonar al sacerdote, es una buena actitud", opinó. Con esta medida, el papa Francisco "nos invita a seguir viviendo priorizando la misericordia sobre otras visiones", estimó Casaretto.

"Celebro que el Papa haya apostado una vez más por el perdón de Dios y no por la ley", expresó Rubén Revello, director del Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina (UCA).

"No podemos plantear esto en términos legales, sino en términos cordiales", dijo Revello, que interpretó el anuncio como parte de una tendencia a "abandonar una concepción puramente legalista del pecado". "Al pecado y la miseria del hombre Dios no responde con un reglamento de leyes, Dios responde con el perdón y el corazón", subrayó.

"El sacerdote es un medio del perdón de Dios. No perdona en su nombre, sino que lo sobrepasa", aclaró. "¿Cómo vamos a retener un perdón que nos sobrepasa?", preguntó Revello, y sostuvo que "el Papa no quiso que el Año de la Misericordia sea un acontecimiento puntual", sino que "la gracia de Dios siga fluyendo". "¿Cómo va a terminar la misericordia de Dios?", se preguntó.

"No hay pecado del hombre que Dios no pueda perdonar." Éste ha sido, según Revello, "el mayor mensaje del Año Santo", que Francisco cerró anteayer con una misa en la Basílica de San Pedro.

Según el padre Lorenzo "Toto" de Vedia, la medida "es una noticia totalmente positiva". "Creo que el perdón a alguien que abortó es totalmente lógico", afirmó este cura de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la villa 21 de Barracas. "Me parece importante que sean todos los sacerdotes los que podamos tener la potestad de absolver a la persona que aborta", dijo. Según su visión, con este anuncio "el Papa quiere que en la absolución se transmita el amor de Dios, sin burocracia", estimó.

"El aborto trae una carga de dolor muy grande y lo principal es poder acompañar a las mujeres que atravesaron esa situación", sostuvo. "Que la Iglesia pueda perdonar el aborto no significa que se esté favoreciéndolo -aclaró-, sino que busca acompañar en esa situación." "Es parte de la comprensión que la Iglesia debe dar", expresó.

Por su parte, el investigador Fortunato Mallimaci interpretó esta decisión como un intento por parte de la Iglesia de continuar su transformación y de responder a lo que llamó "el gran desafío de la época", esto es, "poder ganar credibilidad en amplios sectores de la sociedad que la están perdiendo", opinó.

Según Mallimaci, la Iglesia debe enfrentar la tarea de rehacer su autoridad en un mundo donde la mayoría cree en sus propias normas. ¿Cómo dialogamos con esa cantidad de católicos que creen por su propia cuenta?", dijo.

Si bien la carta apostólica subraya que el aborto sigue siendo doctrinalmente grave, a la vez "les dice a los sacerdotes que deben perdonar porque no hay nada que no se pueda perdonar", explicó Mallimaci.