Una masiva colecta para el artista que desafía a Pekín

PEKIN.- La indignación por la persecución del régimen de Pekín contra el célebre artista Ai Weiwei movilizó a artistas, galeristas, museos y coleccionistas de todo el mundo, y también despertó una corriente de solidaridad con el autor en la propia China.

El artista que se erigió en la voz más combativa contra el autoritario régimen comunista tiene hasta el próximo martes para pagar parte de la sanción que le reclama el Ministerio de Hacienda por una supuesta evasión de impuestos.

Para que su caso sea revisado, debe abonar la mitad de los 2,4 millones de dólares con los que ha sido multado en un kafkiano proceso, más policial que judicial, con evidentes tintes políticos por sus frecuentes críticas al gobierno chino.

En apenas cuatro días, unas 20.000 personas de todo el mundo le donaron al artista un tercio del dinero que necesita a través de una colecta organizada en Internet.

La mayor parte del dinero recaudado -unos 800.000 de dólares- proviene de ingresos en una cuenta bancaria y transferencias por Internet, pero Ai Weiwei también recibió giros postales, cestas de fruta con sobres llenos de dinero y hasta billetes doblados con forma de aviones de papel que fueron lanzados sobre la puerta de su casa.

Aunque en la oficina de correos aún tiene más de 700 giros por recoger, el artista evalúa si pagar el primer plazo de la multa, porque si bien ello le daría derecho a una revisión de su expediente, también supondría reconocer su culpabilidad.

Su madre incluso anunció ayer que había hipotecado su casa para ayudarlo, y Ai Weiwei es consciente de que esta colecta supone un auténtico desafío a las autoridades.

Cegado por su autoritarismo, el régimen chino va camino de convertir al artista en otro mártir de los derechos humanos y la democracia, como ya ocurrió cuando encarceló en 2008 al entonces desconocido disidente Liu Xiaobo, a quien hizo famoso impulsándolo hacia el Premio Nobel de la Paz.

"El gobierno no quiere que el pueblo se movilice, pero esto es una manifestación porque la gente está enviando su dinero para expresar su opinión", explicó Ai Weiwei.

Esta ola de apoyo que está recibiendo, sin embargo, podría volverse en su contra, ya que, según informó el diario Global Times, órgano en inglés del Partido Comunista, Ai Weiwei podría ser acusado de "acumulación ilegal de fondos". El periódico resaltó que "el número de donantes es extraordinariamente pequeño en comparación con la población de China" y se preguntó si el autor necesita dicha ayuda, teniendo en cuenta el caché de sus millonarias muestras en París o Berlín.

Persecución

Asesor estético del estadio olímpico de Pekín, conocido como el Nido de Pájaros, Ai Weiwei expuso en la Tate Gallery de Londres y acaba de ser nombrado la persona más influyente del mundo del arte por la revista Art Review .

Desde que el barbudo creador de 54 años empezó a destacarse por sus críticas políticas y ácidos comentarios en Twitter, donde tiene más de 70.000 seguidores pese a la censura que bloquea esta red social, junto con Facebook y YouTube, las autoridades chinas no pararon de acosarlo.

En 2009, tuvo que ser operado de urgencia después de que la policía lo golpeó en la cabeza por denunciar el derrumbe masivo de escuelas durante el terremoto de Sichuan por su construcción con materiales de mala calidad debido a la corrupción reinante. Su estudio de Shanghai fue demolido en diciembre y en enero se canceló su primera gran exposición en China. A principios de abril, fue arrestado cuando se disponía a tomar un vuelo a Hong Kong y pasó casi tres meses detenido. Las autoridades indicaron que Ai Weiwei había confesado su delito mientras estaba incomunicado. Sus allegados, en tanto, insisten en que no evadió impuestos y que su persecución legal se debe a sus críticas al gobierno.

Tras permanecer literalmente "secuestrado" por la policía durante 81 días, muy por encima de los límites que establece la ley china, fue liberado en junio con la condición de no salir del país ni criticar al régimen. Pero en los últimos tiempos el artista volvió a la carga con mordaces comentarios en Internet, al denunciar las cada vez mayores diferencias sociales que está generando el frenético desarrollo económico chino.