
Alta fidelidad al vinilo
Sarmiento-Pont Lezica, DJ de los de antes
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Cuando los disc jockeys Alejandro Pont Lezica y Rafael Sarmiento ponían discos en las fiestas de los años setenta y ochenta, difícilmente alguien hubiera imaginado que en el nuevo milenio sus colegas ganarían el protagonismo y la fama que hoy despliegan.
Ellos aprendieron en la escuela de la noche, igual que los DJ que este sábado harán bailar a una multitud en Creamfields. Y justamente cuando el titánico festival de música electrónica empiece a desperezarse en Puerto Madero, la dupla le pondrá ritmo a su propia fiesta en La Rural, con clásicos de sus tiempos y César Banana Pueyrredón en vivo, para la hora de los lentos.
"La posición de los DJ de hoy es una consecuencia de lo que nosotros hacíamos. Claro que el escenario era muy diferente, no había tanta difusión, no existían las FM, la MTV o Internet, por lo que el acceso a la música era más difícil. Precisamente, nuestro trabajo era mostrar el espectro de todo lo que sucedía. La tecnología hoy te permite armar tu propia base rítmica y tus temas, cosas que nosotros hacíamos artesanalmente. Hoy el oficio del DJ es considerado artístico, pero hubo todo un trabajo previo para llegar a eso", señala Pont Lezica, de 46 años, que musicalizó boîtes y discos como Mau Mau y Le Club, y también otros espacios menos convencionales, como un castillo en Transilvania.
"Aquellas fiestas de los setenta eran abiertas a todo el mundo e inspiraron a muchos DJ de hoy. Lo sé porque me lo han dicho y me siento muy orgulloso", señala Sarmiento, que inició su carrera a los 16 años en fiestas como las del Golf de Mar del Plata, en un salón en Ayacucho y Peña y, sobre todo, en las estudiantinas en salones y clubes como GEBA, Belgrano Athletic y el Yacht Club de Olivos.
Tiempos de Winco
Por entonces, las pistas ardían con Los Beatles, Deep Purple, Led Zeppelin; o Donna Summer, Stevie Wonder, Marvin Gaye, Diana Ross y Gloria Gaynor, mientras la figura del DJ ganaba interés y comenzaba a transformarse en factor convocante. "Al principio llevaba dos tocadiscos Winco adaptados para usar con una llave mezcladora, un monitor, un amplificador casero y un par de bafles. Pero al poco tiempo aparecieron los primeros equipos profesionales como Garrard y Phase Linear y las empresas de audio desarrollaron equipos específicos", recuerda Sarmiento, que continuó su carrera en discos como Afrika, Hippopotamus, Portezuelo, Spell Café, Asia de Cuba y también la boîte del hotel Bauen. Hoy, a los 48, es músico y trabaja como disc jockey en eventos sociales. Y con Pont Lezica volverá este sábado a sacarle brillo a sus mejores discos de vinilo de los años ochenta, para espíritus nostálgicos y bailarines.




