Blacklist está de regreso con muchas sorpresas

Esta noche, a las 23, AXN estrena la quinta temporada de The Blacklist, aquella historia que comenzó cuando uno de los hombres más buscados por las fuerzas de seguridad no solo se entregó, sino que además, en colaboración con el FBI, dio las pistas necesarias para desbaratar toda clase de criminalidades. Eso sí, Raymond "Red" Reddington (James Spader) tenía una condición: trabajar con Elizabeth Keen. Muchos episodios después, ni por asomo aquel comienzo prometía la complejidad que construyeron entre él y ella. Para el final de la temporada pasada, justo un momento después de saber varias verdades sobre su identidad, y luego de una intensa búsqueda que la arrojó varias veces al costado de lo legalmente aceptable, la historia de Elizabeth Keen quedó congelada y a la espera de un tan doloroso como necesario nuevo comienzo.

Ahora, alejada de todo, su vida transcurre en una aparentemente tranquila cabaña. Acompañada por no mucho más que el frío y una mascota parece que se alejó para siempre de las persecuciones y las listas de villanos. Pero, por supuesto, nada en su vida está destinado a permanecer en calma. Megan Boone, la actriz que logró hacer que Liz se ganara un lugar justo al lado del complejo personaje encarnado por James Spader, habló con la nacion de este regreso y de qué podemos esperar de los nuevos episodios.

"Creo que The Blacklist encontró el modo de reinventarse, y así es cómo logra estar cerca del episodio cien. Es una ficción realmente longeva y creo que logramos mantener a la audiencia porque nadie sabe realmente qué esperar", comienza contando Boone. "En este nuevo episodio, Liz está abandonando su vieja vida y buscando un nuevo comienzo donde nadie conozca su historia o su nombre. Y cuando piensa que finalmente está por lograr algún nivel de normalidad, algo inesperado le pasa. Se ve obligada a recurrir a su fuerza física y algunos de los impulsos más oscuros que ha heredado genéticamente para luchar por su propia supervivencia", cuenta.

Claramente hubo cambios en su vida que hacen imposible que la idea de casa de troncos, alejada de todo y junto a un perro amigable y cansino sea por lo menos improbable. Entre la muerte de Tom (y los resultados de su ADN) y esta suerte de realidad paralela casi pacífica hay un salto que se irá develando de a poco. "Este intento de vivir alejada no resulta del todo bien. Va a tener que pensarlo dos veces antes de volver a intentarlo. Por supuesto que esperamos que Liz encuentre una forma de escapar a esa suerte de derecho de nacimiento que convierte su vida un caos, al peso que supone tener a Red sobre su cabeza todo el tiempo. Pero creo que ella siempre va a tener que enfrentar desafíos. Es como una especie de elegida que tiene que atravesar eso más allá de que quiera o no, y eso guía de algún modo en qué tipo de personaje se pueda convertir", dice Megan intentando no ir mucho más allá de los primeros 30 minutos del primer episodio.

The Blacklist no es la única serie en la que alguien investiga crímenes, villanos y complots mientras se desentrañan misterios inesperados sobre la vida de los protagonistas. Sin embargo, Liz, Red y la prácticamente imposible relación entre ellos logró hacerse su lugar tanto en los Estados Unidos como en el público internacional. "Creo que ese éxito tiene que ver con que no seguimos la fórmula estadounidense tradicional, en la que el chico logra conquistar a la chica y todo está bien al final. Exploramos la dualidad en la vida de una manera que, creo, es interesante para todos. Las cosas no son en blanco o negro, hay una amplia área gris en la que se ponen en juego la moral y la culpa y la cuestión ética que genera algunas decisiones. Creo que esa complejidad podría ser la razón por la que el público responde a la serie alrededor del mundo", concluye Boone.