Bocelli Clásico y moderno

AMSTERDAM.- A los 40 años recién cumplidos, Andrea Bocelli tiene muy claro cuál es el lugar que quiere ocupar en el amplio mundo de la música: "Ser un típico tenor italiano", según admite.

¿En qué consiste esta especialidad? En diálogo exclusivo con La Nacion, recién llegado a Amsterdam para participar en un concierto en un estadio de fútbol, lo ejemplifica con el repertorio que cantará el próximo jueves, pero en el Luna Park de Buenos Aires: "Arias y dúos de óperas, arias de Tosti, canciones napolitanas y temas del CD "Romanza"".

Según Bocelli, se trata ni más ni menos que de retomar el camino abierto por figuras dominantes de la lírica en la primera mitad de este siglo, como Enrico Caruso o Beniamino Gigli.

Sabe que está invocando a dos nombres míticos en la historia del canto lírico. En su favor, argumenta: "Ellos se hicieron famosos primero en el teatro y después en el repertorio popular. En cambio, yo me hice famoso primero por las canciones, pero porque no tuve esa oportunidad".

Por eso, tras el éxito dentro de la música popular, Bocelli está tratando de equilibrar la ecuación con su primer amor: la ópera. Reconoce que siente la presión de la compañía discográfica para que continúe explotando el exitoso camino de "Romanza", pero que se defiende bien: "Obviamente, la compañía trata de que yo grabe aquello que venda más. En cambio, yo trato de grabar lo que a mí me interesa".

Un italiano típico

Bocelli nació el 22 de septiembre de 1958 en la región rural de la Toscana. Una ceguera precoz no le impidió estudiar música y, como muchos de sus compatriotas, apasionarse por la ópera. Pero, en su caso, el entusiasmo llegó hasta tal punto como para que, después de ejercer durante un tiempo la abogacía, abandonara la carrera para probar suerte con el canto.

No es una sorpresa comprobar que el cantante -como buen italiano- es además un hombre de familia confeso. Llega a la entrevista en el bar del hotel donde se alojará, directo desde el aeropuerto y sin pasar por las habitaciones junto a Cristina, su manager asistente; Enrica, su mujer; sus dos hijos Amos y Matteo, de tres y un año, respectivamente, y su hermano dos años menor, Alberto.

"Cada vez que puedo, y sobre todo cuando son viajes largos, es bueno viajar con ellos porque los extraño", comenta al inicio de la entrevista, mientras Matteo reclama a los gritos su mamadera.

Bocelli emprenderá una gira por América, que se inicia en Chile, continuará en Buenos Aires y San Pablo y terminará a fin de mes en Washington. "Puedo estar solo, pero si estoy afuera poco tiempo, porque si no, se hace triste no ver a los chicos", confiesa con franqueza.

De todas formas, en los casos en que la familia no puede viajar, usa su tiempo para estudiar. "Cuando estoy de gira para hacer promociones aprovecho para estudiar el repertorio. Es el momento ideal, porque en las promociones uno puede llegar a pasarse una tarde completa dentro de un camarín sin hacer nada." Bocelli saca del bolsillo lo que él lama una "blocknote", que es un apuntador sonoro en el que tiene grabados acompañamientos de piano. Si tiene más espacio dice que usa una computadora y si puede -mejor aún- "me llevo conmigo a un pianista".

Exito sin reglas

Se hizo popular en todo el mundo gracias al primer espaldarazo de "Miserere", el tema de Zucchero que cantó a dúo con él. Después llegó el "padrinazgo" de Luciano Pavarotti y canciones como "Con Te partiro" y "Vivo per lei", que en la Argentina tuvo una difusión extra por haber sido utilizada como cortina musical de la telenovela "Hombre de mar", que conforma este presente en que, por ejemplo su disco "Aria" compita con el último de Los tres tenores.

Sin embargo, está decidido a no refugiarse en esos laureles. "El éxito no tiene reglas, viene y se va", asegura, ahora instalados en una sala para permitir que la familia se acomode en la habitación.

Bocelli insiste en remarcar cuál es su perfil profesional: "Me siento un artista sincero que tal vez en mi género soy el único... o uno de los pocos. Porque cantar la canciones como tenor es algo que remite a la época de Gigli y de Caruso, y ese camino fue seguido por muy poca gente".

Para recorrer esta senda, Bocelli recuerda que lo hay que tener en cuenta: "Cada música tiene su lenguaje. Si se quiere tener credibilidad, se debe encarar cada género como si fuera un idioma diferente. Si uno utiliza la misma voz que usa para lo lírico, en la música popular no se llega a la gente, porque el que no está habituado a la ópera se siente alejado".

La otra clave es la de reconocer los propios límites. Además de un nuevo disco de canciones populares a Bocelli lo esperan una serie de presentaciones y grabaciones dentro del campo clásico con obras y orquestas "de peso": el "Réquiem", de Verdi, con el notable Valery Gergiev, al frente de la orquesta del Kirov; arias sacras con la Orquesta Santa Cecilia de Roma, el debut escénico en la ópera "Werther" y, probablemente, "Lucia de Lamermoor". Tantos requerimientos no le impiden señalar: "Me gusta mucho el bel canto, sobre todo Donizzetti, por eso puede ser que haga la "Lucia", pero no creo que haga roles dramáticos. Además, si bien uno nunca sabe qué tipo de desarrollo tendrá la voz, prefiero el bel canto o si no los románticos, porque me siento más adentro de esos personajes".

-Acaba de cumplir 40 años...

-¡No me lo recuerde, por favor!

-¿Se imaginaba que esta edad lo encontraría con este presente exitoso?

-No..., pero el éxito no es el aspecto más interesante de mi vida. Más interesante es el muy buen rapport que tengo con la gente. Con mis amigos, la familia y con la gente en general, más que el éxito. Porque el rapport permanece y el suceso puede terminar.

-¿Y cómo se imagina cuando llegue a los 50 años?

-Creo voy a seguir con lo que siempre hice. Si la voz se mantiene, trataré de intensificar mi actividad operística..., pero en verdad no me gusta pensar más adelante que 24 horas, porque no sirve hacer ese ejercicio. El programa no lo hacemos nosotros.

-¿Cuáles son sus expectativas con respecto a su primer concierto en Buenos Aires, tras sus anteriores visitas promocionales?

-Este tipo de conciertos sirve principalmente para el encuentro con la gente. Son importantes más por este aspecto que por el lado estrictamente artístico, porque éste es factible solamente en un teatro. Por otra parte, será un espectáculo muy clásico, no creo que haya grandes sorpresas. La razón de venir a alguno de mis conciertos no es tanto buscar la sorpresa, sino encontrarse con buena música.

-¿Cómo se maneja con la amplificación?

-Canto como si no la hubiera . Yo controlo mi voz, y luego el ingeniero de sonido se encarga de que llegue bien a la gente...

-¿Cuando canta un aria en un recital, tiene en mente el personaje de la ópera de donde proviene el fragmento?

-Sí, porque si no no tienen sentido, no se puede cantar "Nessun Dorma" sin saber en qué momento de la trama de esa ópera está insertado.

-Todos los cantantes cargan una cruz musical, que es que la gente les pida siempre un mismo tema. ¿Cómo maneja esta situación?

-Me gusta cambiar. Me aburre cantar siempre lo mismo. Por eso se tiene que trazar una línea de compromiso. Trato de cantar algunas cosas por la gente y otras, por mí.

-¿Cree que habrá publico que a través suyo termine acercándose a la ópera?

-No todos, pero algunos sí.

-¿Siguen al artista?

-Ciertamente. Desde los primeros conciertos vienen muchos niños y jóvenes, los que -seguramente-, si no me hubiesen conocido a través del universo de la canción, no irían al teatro a escucharme cantar en una ópera.

-¿Cuáles son sus cantantes líricos preferidos?

-Comenzando con Caruso, todos los grandes de este siglo. Entre los tenores: Beniamino Gigli, Del Monaco, Corelli, Di Stefano, Pertile, muchos. Mis barítonos preferidos son Vecchi, Bastianini. De las mujeres, María Callas, y también me gusta mucho Martha Olivero, la Tebaldi... De Callas y Corelli tengo todos sus discos.

-Es casi un coleccionista...

-No, yo no los colecciono: ¡los uso!

Recital

Bocelli cantará el jueves próximo en el Luna Park. Originariamente iba a tener lugar en el estadio de River, pero no se pudo contar con un cubrecampo para proteger el césped.

Los precios:

• Platea preferencial: 220 pesos.
• Platea común: 180.
• Super Pullman: 100.
• Platea alta: 80.
• Platea cabecera: 40.

El tan deseado Colón

AMSTERDAM.- Andrea Bocelli definió el recital del próximo jueves como "un primer encuentro con la gente de Buenos Aires". Acompañado por la soprano Paola Sanguinetti y la Orquesta Filarmónica, dirigida por Marcello Rota, realizará un recorrido por los tres discos editados en la Argentina: "Romanza", "Viaggio Italiano" y "Aria", que van de la canción popular a las arias de ópera.

Mientras tanto, comenta que se está trabajando en el segundo: la posibilidad de que ofrezca un recital el año próximo, pero en el Teatro Colón. No quiso dar más precisiones, pero agregó: "Espero el año próximo poder ir a cantar al Colón, porque es uno de los teatros más bellos del mundo".

Declaraciones cantadas

• Género: "La música popular es muy importante en mi vida. Me permite tomar un descanso de la voz y del estudio. Y fue un excelente medio para tomar a la gente de la mano y hacerle conocer horizontes musicales nuevos".
• Masivo: "Sé que a muchos no les gusta que atraiga a audiencias diversas. Que la gente me vea como quiera. Sólo puedo decir que me apena ver la música encerrada en los teatros".
• Consecuente: "Desde hace un tiempo tomo clases de canto. Sin un esfuerzo cotidiano y sin profundización no se puede enfrentar un escenario. El canto no es algo para improvisar".
• Técnica: "Sin la amplificación y los efectos especiales no sería posible realizar estos shows. Hay que darle importancia a la tecnología. Es un incentivo para la música y una manera de acercarla a la gente. Para ir a un estadio no es necesario vestirse formalmente. Se trata de sentir la música".
• Idioma: "Trato de mostrar música italiana, porque soy italiano y es una manera de hacer llegar nuestra cultura a todo el mundo".

Por Por Martín Liut <br/> (Enviado especial)

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