
Borges en su laberinto
En una finca mendocina, crece un jardín en homenaje al escritor
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Se sabe poco del entrañable cariño que sentía Borges por Mendoza. Esa provincia fue la que lo distinguió, en 1956, con el primer doctorado Honoris Causa de su vida. Tampoco se sabe mucho de sus visitas a la finca Los Alamos, a 10 km de San Rafael, propiedad de su amiga Susana Bombal, donde pasaba los veranos con su madre.
Si antes hubo lazos afectivos intensos que unieron al genial escritor con la provincia del vino, ahora se suma otro; más fantástico, más artísticamente borgeano: el jardín de los senderos que se bifurcan. Un gran laberinto hecho de plantas, con forma de libro abierto, va tomando forma en la estancia Los Alamos.
El laberinto cubre dos hectáreas, sus senderos forman el nombre y apellido del escritor y, ahí mismo, dibujan aquellos símbolos que tanto fascinaban a Borges: relojes de arena, espejos, un bastón, la cabeza de un tigre y un enorme signo de interrogación. También trazan las iniciales de María Kodama. Para el recorrido se emplearon 12.000 arbustos de boj, de la variedad Buxus sempervivens, considerada por expertos en el tema como la planta más apropiada por la densidad del follaje y la elegancia ornamental.
Un proyecto místico
El padre de este laberinto es el inglés Randoll Coate, considerado hoy, a los 95 años, el más importante creador de laberintos simbólicos en el mundo. Coate vivió en nuestro país durante los años 50, trabajando para la embajada británica. Una noche de 1979 soñó que él y Susana Bombal -amiga común con Borges- eran designados para homenajear al escritor... dibujando un laberinto. Años después, el inglés diseñó el laberinto y comenzó a ejercer esa actividad como profesión.
Con el tiempo, Coate donó el dibujo a la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Hubo un primer intento de realizarlo en Buenos Aires, pero la burocracia demostró que cuenta con laberintos muchos más intrincados que el de Creta.
Pero el año último, Camilo Aldao -sobrino nieto de Susana Bombal- se juntó con sus amigos Andrés Ridois, Gabriel Mortarotti y Mauricio Runno, y concretaron el proyecto de una vez por todas. Y ahí marcharon a la finca Los Alamos. Camilo Aldao murió en enero, y al proyecto se sumó su hermano, Ignacio.
"Es como un libro abierto, los senderos se van abriendo como páginas, y está dividido en dos rectángulos con diseño enfrentado, estilo espejo. Se alimentará con el agua de deshielo del río Diamante, desde los Andes", detalla Mauricio Runno, como parte del grupo Laberinto-Argentina, y agrega que colaboraron con el proyecto paisajistas, arquitectos, artistas y patrocinadores. La familia Aldao Bombal, propietaria de la estancia, cedió el terreno para hacer realidad ese sueño, que será abierto al público.
Con la consigna Un libro abierto al universo-Homenaje a Borges, el proyecto estaría terminado dentro de un año. Será el momento en que los arbustos alcancen su punto óptimo: dos metros de altura. Los pasillos tendrán el ancho necesario como para que dos sillas de ruedas puedan cruzarse sin dificultad. Habrá una biblioteca, rincones para la lectura y, entre otros simbolismos borgeanos, dos relojes de arena marcando la edad en que murió el escritor. Habrá esquemas, señales y libros en braille para los no videntes. El paseo, además, contará con una torre de 20 metros de alto y globos aerostáticos, para apreciar el laberinto. Ya lo dijo María Kodama: "El laberinto era un símbolo de la perplejidad, una metáfora de lo que experimentamos en la vida. En ella hay, igual que en el laberinto, apariencia de libertad, pero en realidad estamos dentro de algo que desconocemos: el destino".
Como la vida
En la mayoría de las culturas, los laberintos sirvieron para la recreación. Su analogía con la vida es evidente, ya que de tomar decisiones se trata. Desde la época medieval, en el territorio del actual Reino Unido se acostumbraba erigir estos jardines lúdicos, pero muchos de ellos sufrieron las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Esta expresión artística resurgió en Europa en 1970, gracias a la inventiva de Randoll Coate. Para mayor información sobre laberintos se puede visitar la página del Ente Nacional de Turismo Británico: www.visitbritain.org , y para saber más sobre el laberinto de Borges, www.laberintoargentina.org






