
Lo nuevo de la banda justificado por un invitado especial
1 minuto de lectura'

¿Se acuerdan de aquella vez cuando, haciendo referencia al finado Elliott Smith, experimentamos con el loco, loco formato que implicó la participación de un periodista musical o melómano para hablar de su objeto de devoción, fetichismo o mórbida obsesión? Bueno, acá va de nuevo. Esta vez, sin embargo, el periodista en cuestión es nada menos que el por ustedes archiconocido Diego Mancusi. Sí, el mismísimo. Así, el también finado, despertó de su letargo bloggeril para realizar su primera aparición estelar en Hot Tracks. Helo aquí, hablando sobre este lanzamiento que yo nunca me animaría a justificar por miedo a ser defenestrada virtualmente o megapostaringueada, dos pesadillas a las que, sin embargo, este sujeto está bien acostumbrado. Dice, entonces:
"Cada tanto aparece una banda que antes de mostrar la tarjetita personal ya nos sacudió con un jab a la pera y nos dejó regurgitando espuma en posición fetal, pidiendo que alguien nos cuente qué pasó, quién tuvo la culpa y -sobre todo- cuándo demonios se nos va a pasar. También existen los grupos que, por el contrario, se toman su tiempo para seducirnos y después son como un cuadro lindo en la pared que estira adrede los plazos para dosificarnos su belleza, como si fuesen ese coso que echa un puf de desodorante cada equis minutos pero con un repuesto tamaño baño. Y en algún lugar entre medio está Cake, una banda que nunca va a lucir pero, al mismo tiempo, jamás deja de cumplir, como un carrilero corredor que cada tanto se la juega con una finta. Sí, eso son: un Chacho Coudet del rock, ponele.
O sea: ya sé que meh, pero me re cabe Cake, cuál es.
Aunque se hayan hecho famosos con un cover de Gloria Gaynor, aunque no hayan podido superar aquel celebérrimo "Short Skirt/Long Jacket", aunque se hayan tomado siete fuckin´ años en volver a grabar un disco que, encima, tampoco la descose: más bien prolonga la costumbre de caer simpático de punta a punta, con groove funky (de chicos blancos, claro), desquicie y buen humor. Showroom of Compassion se llama la flamante obra de marras, un ramillete de canciones recopantes que, si le das la chance, te resultarán harto efectivas a la hora de convertir tu próxima estadía en Mar del Tuyú en algo un poco menos penoso (es esto o jugar al tejo)."
A modo de muestra, va el corte de difusión, "Sick of You":
Eso. Gracias, Mancuso. Y, ustedes, disfruten de este fugaz reencuentro.





