Cinco películas con memorables strippers
Con el estreno de Magic Mike XXL, hacemos un repaso por algunos de los films que hicieron escuela en el arte de quitarse la ropa
Hace 70 años, el sensual baile de Rita Hayworth al son de "Put the blame on mame" escandalizaba al mundo y es que, en la más emblemática escena de la película Gilda (1946), la pelirroja osaba quitarse uno de sus guantes de satén mientras contoneaba su cuerpo muy sugestivamente, en el que bien que podría ser considerado unos de los primeros stripteases de la historia del cine estadounidense.
Mucho tiempo ha pasado y la industria de Hollywood ha "evolucionado" en varios sentidos. Por estos días, por ejemplo, a nadie se le ocurriría poner el grito en el cielo al ver en la pantalla grande demasiada piel, chicas haciendo de las suyas en un caño aceitado o muchachos moviendo rítmicamente la pelvis mientras se quitan la ropa. Este es el caso de la recientemente estrenada Magic Mike XXL, secuela de la exitosa película protagonizada por Channing Tatum. Aquí los invitamos a hacer un repaso por algunos films que hicieron escuela en el arte de desnudarse para el público.
Striptease (1996)
Más recordada como "la película que dejó al desnudo a Demi Moore", el argumento del film de Andrew Bergman dejó mucho que desear. Cayendo en el esperable cliché de la mujer que pierde su trabajo, la custodia legal de su hija y encuentra una salida bailando en un club nocturno, todos los focos estaban puestos en el desempeño de la angelical actriz de Ghost, la sombra del amor al momento de convertirse en una fiera sobre el escenario. Pese a las críticas negativas, cumplió con su objetivo: Demi lució su renovada corporalidad, se llevó 12.000.000 de dólares a su casa y la taquilla no llegó a decepcionar del todo a los productores.
Showgirls (1995)
El caso de Showgirls podría ponerse en la misma línea que el de Striptease, aunque aquí no había ninguna figura de peso para despertar el morbo cholulesco de la audiencia. Elizabeth Berkley y Gina Gershon fueron las dos chicas que le pusieron el cuerpo -literalmente- a la gran apuesta de Paul Verhoeven, tras su exitosa Bajos instintos. Sin embargo, el director resultó incomprendido en su búsqueda de darle un toque kitsch a su obra, ambientaba en la llamada "ciudad del pecado", y las críticas no resultaron nada favorables ni tuvieron ningún tipo de contemplación hacia su espíritu más burlón y europeo que literal y hollywoodense.
Flashdance (1983)
Desde su estética de luces de neón, pasando por el efervescente cabello de su protagonista -Jennifer Beals-, la polainas, el muy recordado baile de admisión al son de "What a feeling" y, claro, su inoxidable banda sonora, Flashdance marcó una época en la que aún reinaba cierta inocente candidez en la Meca del cine occidental. Sin grandes pretensiones, el director Adrian Lyne creó una pequeña obra maestra que ganó premios, arrasó en la taquilla y dejó una profunda huella en la cultura pop contemporánea.
Todo o nada (1997)
El corrosivo humor inglés se puso a tope con esta película protagonizada por Robert Carlyle y Tom Wilkinson. Casi como una contracara de las películas que en Hollywood mostraban cuerpos femeninos bellos y exuberantes, el film se centra en la historia de un grupo de desempleados que decide darle vida a un ocurrente emprendimiento: montar un show de desnudos masculinos protagonizado por hombres "normales". Este gran acierto del director Peter Cattaneo se convirtió en la película que más recaudó en la historia del Reino Unido, con un total de 256.900.000 de dólares.
Magic Mike (2012)
El travieso Steven Soderbergh quiso inspeccionar, en 2012, un mundillo poco visitado por el cine estadounidense: el de los chippendales, los musculosos y aceitados protagonistas de esos shows que provocan un sinfín de gritos en cierto público femenino. Con tintes de comedia, suspenso y drama, Channing Tatum pudo revivir así su breve experiencia como stripper, y le dio vida a un querible personaje que tiene continuidad en la recientemente estrenada Magic Mike XXL.
Bonus track: Nueve semanas y media (1986)
Aunque la temática de esta película tenía que ver con una relación tan sexual como enfermiza, el striptease que Elizabeth (Kim Bassinger) le dedicaba a John (Mickey Rourke) es, posiblemente, una de las escenas más recordadas de la historia del cine contemporáneo. Y todo muy bien musicalizado por la rasposa voz del gran Joe Cocker.