Joy y Todo bien, dos joyas europeas para descubrir en Netflix
Joy (Austria/2018). Guion y dirección: Sudabeh Mortezai. Elenco: Anwulika Alphonsus, Mariam Sanusi y Angela Ekeleme. Duración: 99 minutos. Disponible en: Netflix.Nuestra opinión: muy buena
Nacida en Alemania de padres iraníes, criada en Teherán y Viena, y formada en la UCLA de California, Sudabeh Mortezai es una auténtica "ciudadana del mundo". Quizás por eso esta directora que ya había llamado la atención con su ópera prima Macondo (2014) se interesó en su segundo largometraje –premiado en la última Mostra de Venecia y en varios otros festivales de prestigio como los de Londres, Viena, Sevilla y Chicago– por las desventuras de las inmigrantes ilegales de Nigeria que son víctimas del tráfico y la explotación sexual en Austria.
Joy (notable trabajo de Anwulika Alphonsus) es el nombre de la protagonista, una heroína anónima que, mientras ejerce la prostitución, se ocupa de cuidar a Precious, una joven compatriota recién llegada y por lo tanto muy inexperta, debe lidiar con el grupo mafioso que maneja el negocio en Viena y enviar dinero a su país de origen, donde su padre atraviesa un delicado estado de salud.
Si esta descripción hace pensar en un melodrama sórdido y basado exclusivamente en la denuncia horrorizada desde la corrección política, hay que advertir que, más allá de una veta de thriller (a la protagonista le proponen desde el sistema judicial denunciar a la organización delictiva) y de una subtrama aparentemente romántica (uno de los clientes de Joy quiere mantenerla económicamente y sacarla de ese submundo), el eje del film pasa por la descripción con enorme sensibilidad de las contradicciones íntimas, las tentaciones, los deseos y los sueños de una mujer que, como tantas otras, forman parte de la contracara más triste y muchas veces oculta de la Europa poderosa y opulenta.
Todo bien (Alles ist gut, Alemania/2018). Guion y dirección: Eva Trobisch. Elenco: Aenne Schwarz, Andreas Döhler y Hans Löw. Duración: 93 minutos. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: Muy buena
Aunque transcurre en Munich y zonas cercanas de Baviera, esta película consagrada como mejor ópera prima en el último Festival de Locarno se inscribe en cierta mirada del cine que desde hace algunos años viene proponiendo la denominada Escuela de Berlín (Trobisch nació en la capital alemana), de la que formaron parte -entre varias otras realizadoras- Angela Schanelec, Valeska Grisebach y Maren Ade.
Muy a tono con estos tiempos en los que la violencia machista está en pleno cuestionamiento, Todo bien tiene en el centro de la escena a Janne (excelente trabajo de Aenne Schwarz, vista en Stefan Zweig: Adiós a Europa), una treintañera que trabaja en la industria editorial. Ella está en pareja con Piet (Andreas Döhler), pero en una fiesta de reunión de graduados bebe más de la cuenta y se termina yendo del lugar con Martin (Hans Löw). Entre equívocos y flirteos, él cree que es tiempo de una relación íntima; ella, no. La escena no es extremadamente violenta; ella no grita ni forcejea, pero él termina abusando de la protagonista. Filmado con sutileza y sin estridencias, ese momento marcará el tono del resto de la película y será además el origen de todas las angustias y desbordes de Janne.
El film –que parte de algunos planteos similares a Elle, de Paul Verhoeven, pero con una evolución muy distinta– se mete con cuestiones como el aborto (otra vez, trabajado con sensibilidad, sin excesos amarillistas) y expone los condicionamientos, la fragilidad, la descontención y la profunda soledad (más allá de las presencias ocasionales de su novio o de su madre) de nuestra heroína.
Sin prejuicios, sin oportunismo, Todo bien sintoniza con estos tiempos de #MeToo en todo el mundo. Lo hace con una poco habitual capacidad para exponer los pequeños detalles que adquieren dimensiones insospechadas, las sensaciones muchas veces contradictorias y los múltiples matices de una experiencia extrema, inquietante y traumática como la que aquí se retrata. Anoten, entonces, a Eva Trobisch, una directora para tener muy en cuenta.
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