Marvel vs. DC Comics: la batalla continúa
El cine estaba lleno de fanáticos: a David Ayer, director de Escuadrón suicida, se le "escapó" un improperio contra la compañía rival, Marvel, cuando tenía que presentar la película que esperaban los seguidores de DC. La lógica es como la de cualquier clásico de fútbol. pero en el universo nerd: Marvel vs. DC, las dos potencias del universo de los cómics que llevan su rivalidad a las salas de cine de todo el planeta.
La presión que recae sobre la flamante Escuadrón suicida no es menor: convertir a los superhéroes de DC en una franquicia capaz de rivalizar con la de Marvel. Parte del desafío ya lo cumplió: es el estreno más taquillero de agosto en los Estados Unidos, con 173 millones de dólares en entradas en su primer fin de semana en cartel. Pero también debe hacer olvidar el "trago amargo" de las críticas negativas que recibió Batman vs. Superman, convertida en cantera de memes burlones para los cinéfilos: desde el infame diálogo sobre las dos Marthas hasta un Ben Affleck cansado en una entrevista, durante la promoción del film.
Las críticas en los Estados Unidos para Escuadrón suicida fueron incluso peores que las que recibió el film de Zack Snyder, y los fanáticos de DC empezaron una petición online para que el público "no escuche a los críticos". En el sitio web RottenTomatoes, Escuadrón suicida tiene 26% de aprobación de un total de 262 críticas profesionales. La "peor" película del MCU (Universo Cinematográfico Marvel, en inglés), en el mismo sitio, es Thor: El mundo oscuro, con 62% de aprobación.
Warner Bros. intenta hacer valer la propiedad intelectual de DC Comics construyendo un "universo cinematográfico" comparable al de Marvel, la compañía de cómics adquirida por Disney en 2009.
Cuando la Casa del Ratón pagó 4000 millones de dólares por sus superhéroes, muchos lo consideraron una apuesta arriesgada: todavía estaba lejos Los Vengadores (2012) y la idea de un "universo compartido" apenas tomaba vuelo con el estreno, meses antes, de Iron Man: El hombre de hierro. Apenas seis años después, las ganancias en dólares (a través de juguetes, series y películas) doblaban el costo de la adquisición. Kevin Feige, el cerebro detrás de la construcción del MCU, aclara: "La idea es que los superhéroes se agrupen para cada una de Los Vengadores, que son megaeventos -la próxima, Infinity War Part 1, se estrenará en 2018- y luego vuelvan a sus aventuras en solitario, transformados por lo ocurrido cuando estuvieron juntos".
Todos fueron copiando ese modelo: Fox trató de "arreglar" su franquicia X-Men (una de las pocas propiedades de Marvel que no tiene Disney) mezclando a viejos y nuevos actores interpretando los mismos personajes. Sony intentó emular la característica interconectividad del universo Marvel ("todo está relacionado con todo") con sus películas de Spider-Man, pero la impericia y la falta de un "cerebro nerd" detrás de toda esa maquinaria obligaron a que el gigante japonés llegara a un arreglo histórico con Disney para integrar a un nuevo Hombre Araña a los cotizados Vengadores en Capitán América: Civil War. Hasta la franquicia de James Bond, reconocida la falta de continuidad narrativa entre cada film, tuvo un curioso acercamiento al universo cuasi serializado con las películas de la era Daniel Craig: Spectre (2015) fue la culminación de una aventura que había comenzado en Casino Royale (2006).
No es que en el MCU haya sido un éxito de la noche a la mañana. Cada película era un desafío en tanto debía presentar nuevos personajes. Feige definía su estrategia de la siguiente manera: "Tratamos de ser sinceros con los personajes, con lo que los fanáticos esperan de ellos, y al mismo tiempo serlo de manera tal que invite a la mayor parte del público a ir a verlos". Zack Stentz, guionista de Thor (2011), recuerda las indicaciones explícitas que le dieron: "Si todo falla (en la película) necesitamos que al menos el villano sea tan bueno como Magneto de X-Men". Y, rápido, aclara: "En ese momento sabíamos que estábamos trabajando para hacer Los Vengadores". De a poco, Marvel fue presentando todo su plantel de superhéroes sin fracasos en taquilla: aun cuando llegó a presentar a sus personajes "clase B" como Ant Man.
Warner eligió el camino de la liebre y no el de la tortuga: El hombre de acero (2013) fue el puntapié inicial para una nueva franquicia. La incógnita era quién iba a dirigirla: se especuló que ese liderazgo lo tomaría Christopher Nolan, responsable de haber salvado a Batman del ridículo campy en el que lo había sumergido Joel Schumacher. El que parecía tener la posta era Zack Snyder, director de El hombre de acero, que un mes después del estreno anunciaba en Comic-Con que la secuela incluiría a Batman. Los rumores se hicieron realidad: los productores de Warner, nerviosos por el éxito de los héroes de Marvel, intentaban apresurar un "universo" de héroes de DC metiendo cuantos personajes pudieran en cada película.
La elección de directores para la franquicia (que incluye La Liga de la Justicia, Aquaman, Flash y La Mujer Maravilla) parecía ser una afrenta a los films de Marvel, controlados por una producción tan cuidada que parece no dejar lugar a la famosa "teoría del autor". Zack Snyder (Watchmen, 300), David Ayer (Corazones de hierro), Patty Jenkins (Monster) y James Wan (El juego del miedo, El conjuro) son algunos de los encargados de llevar adelante los nuevos tanques y darles una impronta "personal".
La idea parece haber durado poco: según The Hollywood Reporter, la producción de Escuadrón suicida fue caótica. David Ayer tuvo apenas seis semanas para escribir el guion de la película. Los productores de Warner no quedaron contentos con el "primer corte" y pidieron más humor (sí: como las películas de Marvel). Ayer tuvo que volver a filmar algunas secuencias una vez terminado el rodaje principal (elevando los costos de la producción) y los tráileres fueron mutando de un tono oscuro y "serio" a algo más colorido, con chistes, guiños y música pop. Los más cínicos notaron rápido que era una fotocopia de Guardianes de la galaxia. El director de En la mira tuvo que llegar a un acuerdo y hacer una versión mixta entre "su versión" y una versión del film editada entre el estudio y la compañía responsable de los adelantos.
Aunque el propio Ayer aclare en su cuenta de Twitter que la película que está en el cine es la "única" versión, no todos quedaron contentos. En una entrevista con IGN, Jared Leto (el nuevo Guasón) dijo que sacaron tantas escenas que su trabajo quizá salga a la luz cuando él muera: "Me pregunto si hay algo de lo que filmamos que no hayan sacado". Parece que el estudio no estaba conforme con la relación violenta que su personaje tenía con Harley Quinn (la versión femenina del payaso de Ciudad Gótica, creada en la prestigiosa serie animada de Batman en los 90) luego de los primeros tests de la película con audiencia.
Escuadrón suicida parece continuar una senda problemática en la construcción de la franquicia fílmica de DC. Michelle MacLaren y Seth Grahame-Smith iban a dirigir La Mujer Maravilla y Flash, respectivamente, pero se alejaron por "diferencias creativas". En una de sus últimas jugadas Warner apostó por centralizar el poder de sus producciones en Geoff Johns como director creativo, una suerte de Kevin Feige para DC.
Stan Lee, el creador de la mayor parte del universo de Marvel, respondió irónico en Twitter al insulto que se le escapó a Ayer: "No es necesario pedir disculpas: fue un halago de primera orden".
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