
Clásicos on line para todos
El profesor Marcelo Arce brinda en este espacio una guía explicativa para apreciar Concierto para Piano N° 1 de Franz Liszt
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Este espacio multimedia de apreciación musical en LA NACION LINE está dedicado “para todos los que no sabemos música”, como afirma Marcelo Arce, el encargado de orientar a los lectores a través de distintas obras clásicas.
La sexta pieza elegida para esta serie es Concierto para Piano N° 1 de Franz Liszt.
En los videos ubicados en la columna derecha de esta nota, que actúan como guía explicativa, se podrá acceder a la obra completa con las referencias elegidas para comprender la historia, sentimientos e imágenes creadas por el compositor.
Liszt (harina en húngaro): pan y Pan de la música
¿Le habrá tocado sentarse en el sector izquierdo de la platea?. Felicitaciones si fue así. Sentirse realizado. Sí, porque todos deseamos ver y ser el solista cuando se trata del piano. Dado que en este poderoso, personal y autosuficiente instrumento los sonidos se materializan como teclas, todos podemos tocar, todos nos sentimos pianistas. Lo fantástico es cuando los verdaderos suben al escenario.
Y más aún cuando se trata de cumplir uno de los sueños dorados de los solistas y de los pianistas de platea: ¡un concierto de Franz Liszt (o Liszt Ferenc, en el idioma natal)!. Combinación perfecta de virtuosismo y lenguaje.
En 15 partituras asocia las dos potencias, el Piano y la Orquesta:
Fantasía sobre motivos de “Las ruinas de Atenas” de Beethoven
Danza de los muertos (Totentanz), en dos versiones
Gran fantasía sobre “Lelio” (2ª parte de la Sinfonía fantástica ) de Berlioz
“Maldición” (para piano y cuerdas)
Concierto en mi bemol
Gran solo de concierto
De Profundis (salmo para piano y orquesta)
Concierto patético
Fantasía sobre melodías folclóricas húngaras
Hexaméron (grandes variaciones de bravura sobre la marcha de “Los Puritanos” de Bellini), compuestas por Thalberg, Pixis, Herz, Czerny, Chopin y Liszt, versión para piano y orquesta realizada por Liszt
Polonesa brillante (sobre el original para piano solo de Weber)
Pieza de concierto de Weber (parte de piano recompuesta por Liszt)
“El Caminante” (gran fantasía sobre Der Wanderer, original para piano solo de Schubert)
Concierto para piano N° 1
Concierto para piano N° 2
Parece increíble que un compositor que en el siglo XIX llevó el piano a su máxima expresión como instrumento y como técnica, haya demorado y dudado tanto para crear conciertos. Causa: la preocupación central de Liszt era la integración de la parte solista con la orquestal, un planteo resuelto por el último Mozart (recuerde sus Conciertos 21 a 27 ) y desarrollado por Beethoven (basta pensar en el Concierto N° 5, “Emperador”). Liszt temía no alcanzar estos modelos. En la forma concierto se considera estéticamente inferior una obra cuya parte orquestal –por su construcción o su equivocada dirección- cae en el rol de “acompañamiento”. Desde aquellos modelos, el solista tanto en la partitura como en la interpretación debe fusionarse y mimetizarse con la orquesta.
Los hechos demuestran esta obsesión de Liszt. En la mayoría de su producción, desarrolló el sistema (beethoveniano) de bocetar meticulosamente dos o tres partituras a la vez. Su catálogo (originalmente confeccionado en 1954 por Humphrey Searle marcando cada obra con la “S”), fue revisado por última vez en 1999. Abarca 1019 índices. Que se multiplican; así, la S 156, Album de viajero, expone 22 piezas (nada breves, nada fáciles).
Pero en el caso de los dos conciertos para piano, analizó y retardó excesivamente su composición. Reafirmando la inquietud, dedicó el Concierto N° 1 a Henry Litolff, autor de los entonces célebres 5 Conciertos sinfónicos para piano, predecesor de Liszt respecto del tratamiento solista orquesta.
Ambos conciertos nacieron en Roma en 1839 (año de los Tres Sonetos del Petrarca) partiendo de un apunte de 1830 a 1832. Los revisó cuatro veces, incluso después de estrenados: el N° 1, en 1855, con el autor al piano y Berlioz en el podio; y el N° 2, en 1857, con Hans von Bronsart como solista y Liszt en la dirección. Es decir: un mínimo de 18 años de trabajo.
Acentuando su miedo (infundado) a no resolver la integración de solista y orquesta, encomendó a su alumno Joachim Raff (autor de 9 sinfonías) que revisara la parte sinfónica. Con el tiempo (y el impulso de su amigo y protegido Berlioz), Liszt llegó a sus propias soluciones. El resultado de este proceso de maduración surge ostensiblemente en los dos conciertos, originales en su especie, extraordinarios en su equilibrio, ejemplos en su materia.
Coinciden con un postulado expuesto en el ensayo que prologa su transcripción al piano (1836) de la “sinfonía” Haroldo en Italia de Berlioz (1834): «Jamás existirá una obra de arte de calidad desprovista de los atributos que son inseparables del concepto de belleza. Pero si esos atributos son de naturaleza particular, para reconocerlos, nosotros debemos penetrar en lo íntimo de la obra, conocer plenamente la cualidad de su estilo, el carácter individual de su autor y sus significados». Esto demuestra su postura de análisis y confrontación ante una partitura que debe ser la del intérprete que decida recrear una obra de Liszt. En verdad, esta actitud es sistemática en toda su actividad.
Vida meteórica
Casi premonitoriamente dividió su trayectoria en 5 períodos de 15 años. Nace en Dobor´ján (o Raiding), Hungría, en 1811, el “año del Gran Cometa” (émulo de Liszt).
1°) Hasta 1826, estudia. Su padre (intendente en el palacio del Príncipe Esterházy, le enseña flauta, guitarra, violín y piano. Niño prodigio, con impresionante memoria auditiva. A los 7 ofreció un recital en Eisenstadt. Se consagra en Pressburg, que le aseguró una pensión de 600 florines para estudios. Viaje a Weimar para ser alumno de Johann N. Hummel, frustrándose por el elevado costo. Los Liszt se instalan en Viena. Dos ilustres maestros ligados a Beethoven, fueron sus profesores: Carl Czerny le dio gratis lecciones de piano y Antonio Salieri (que lo apodó “Putzi”) enseñó armonía y contrapunto. 11 años y es solista en el Concierto para piano y orquesta en mi menor de Hummel: la crítica dijo «Está un Dios entre nosotros». Actúa en la corte de Viena y recibe el “bautismo” de Beethoven (como lo recuerda una carbonilla en forma de óvalo, El beso de la consagración). Desde ese momento computó su carrera (en 1873 celebró 50 años de músico con una gira interpretando su transcripción de las 9 Sinfonías del Maestro).
2°) Hasta 1841, se dedica a los recitales. Lleva el piano a la arena del concierto solista; de Londres a Turquía, de Rusia a París; compite con los virtuosos como Thalberg y Kalkbrenner. Deslumbra auditorios (no sólo se desmayaba el público; también Liszt) y hace saltar cuerdas por eso utilizaba dos pianos enfrentados por los teclados, listo para girar y continuar en el de repuesto . Hace fortuna y auspicia a varios compositores. Lo influyen sus amigos Chopin, Hugo, Sand, Heine, Lamartine, Delacroix; afirma sus convicciones progresistas: liberal, pro revolución de Julio, fiel a la doctrina utilitaria de Saint Simon (el destino del hombre en la Tierra es la producción por medio del trabajo). Elabora el concepto de “arte al servicio de la ética”.
3°) Hasta 1856 se desarrolla la “etapa Weimar” donde como Kapellmeister de la corte, revive la ciudad en un centro musical compitiendo con París. Crea el Festival Beethoven, redescubre a los clásicos como Bach y Schubert, y presenta a los modernos como Wagner, Berlioz, Schumann y Saint Saëns; 400 transcripciones de canciones, óperas y sinfonías. Abandona los recitales y enseña. Promueve a Brahms, Grieg, Smetana, Dvorak y otros. Padre de tres hijos (Blandine, Cósima y Daniel) con la novelista Daniel Stern, seudónimo de la condesa Marie D´Agoult. Luego, llegarán la Princesa Caroline Saint Wittgenstein y su castillo de Altenburg. Define una novedad: el poema sinfónico (deja 13 títulos: Lo que se oye en la montaña; Tasso, lamento y triunfo; Los Preludios; Orfeo; Prometeo; Mazeppa; Sonidos festivos; Heroida fúnebre; Hungaria; Hamlet; Batalla de los Hunos; Los Ideales; De la cuna a la tumba). 4°) Hasta 1871 viaja, compone. Crea “formas” (metamorfosis, reminiscencia, ilustración, paráfrasis, recitación, sonata cíclica). Lleva el lied de voz y piano a voz y orquesta. Las magníficas 19 Rapsodias confunden el pseudofolclore zíngaro diletante con lo auténtico húngaro, como demostrará en el s. XX su admirador Béla Bartók. Completa la orquesta con todos sus grupos. Surgen Años de Peregrinaje, Sinfonías Dante y Fausto, 4 Valses Mefisto, Estudios Paganini y Trascendentales. Muere su hijo Daniel (20 años). Se aísla: el Papa Pío IX (que tras largo trámite, había rechazado la disolución del matrimonio de Caroline con un dignatario ruso), lo invita a vivir en la habitación cercana a las loggie de Rafael en el Vaticano. Tonsurado, se convierte en el “abate Liszt” (hacia 1865 tomará las órdenes menores, llegando a sacerdote y finalmente a Canónigo de Albano). Realiza giras como “el peregrino”. Alterna entre la Villa d´Este en Roma, Budapest, Weimar y París. Tiempos de Olga Janina, la “condesa polaca” de 19 años.
5°) Hasta 1886, vida religiosa y música sacra. Misas, Cántico del Sol, los oratorios Christus y Santa Isabel, obras para armonio y órgano. La Missa Choralis (celebrando el 1090 aniversario de la Santa Sede) fue rechazada por el Sacro Colegio “dado los antecedentes del autor”. Modifica la técnica del coro. Ensayos sobre Hungría, Wagner, Franz, Chopin y Field; tiempo de la princesa rusa Olga Gorstchakow. Grave depresión ante “la traición de Wagner” (de 52 años), que huía con la hija Cósima (de 28 años) casada con el director de orquesta Hans von Bülow y pleno escándalo público. Director de la Academia de Música en Budapest, oscila entre giras y ostracismo. Desde artículos sarcásticos, lo combate la condesa Marie d’Agoult. Junto a Luis II rey de Baviera, asiste a la inauguración de la Casa de los Festivales en Bayreuth, reconciliándose con Cósima y Wagner. Liszt se siente “resignado pero indomable, colmado de honores pero solitario”. Tres años de giras con «triunfos y turbadores homenajes». Fumando habanos, vistiendo capelo y sotana, realiza la tournée del 75 aniversario por Alemania, Francia e Inglaterra. Como lo había jurado en Venecia a Wagner (muerto allí en 1883), asiste al Festival de Bayreuth, contrayendo un enfriamiento en el viaje desde Roma. Pronunciando la palabra «Tristán», fallece por congestión pulmonar el 31 de julio. Cósima, calculando la organización del Festival, faltó al funeral en aquella pequeña localidad.
Vida meteórica. Y sin embargo escribe: «Vivo acosado por el espectro de la ociosa inutilidad» ( ! ).
Concierto cíclico
Experimentador, siempre buscando nuevos caminos. De carácter fáustico, música y personalidad fueron una unidad indivisible. Se advierte en sus obras, que van desde el virtuosismo trascendente ( Hexameron ) hasta el discurso profundo ( Armonías poéticas y religiosas ), de la descripción directa ( Mazeppa ) o impresionista ( Juegos de agua de la Villa d´Este ) a la abstracción ( Sonata en si menor ) por citar sólo ejemplos en piano.
El Concierto N° 1 resume casi todo esto. Pero además presenta otra pauta lisztiana: inventiva e innovación. Así, la innovación se da en la forma al desdibujar el esquema clásico de los tres movimientos; está dividido en cuatro (los tres últimos unidos) constituyendo algo así como dos grandes partes. Y la inventiva, está en haber aplicado a una obra concertante el sistema cíclico: un motivo siempre presente. Aquí es de siete notas expuesto en el mismo comienzo . Es un motivo que todos hemos escuchado alguna vez. Recorre la partitura y ocasionalmente se transforma. Está investido de una fuerza tan vital que impregna toda la obra. La impulsa.
Y este concierto enmascarado como rapsódico y libre, posee una unidad controlada por ese motivo cíclico.
La obra ostenta una síntesis que realmente impacta. Y permanentemente exige que se atienda al piano y su entorno, al entramado del solista y la orquesta. Ambos son esenciales.
El final es realmente un pasaje excitante, un auténtico presto (que debe interpretarse realmente como rápido, sin confundir con una antigua marca ni con otras de las acepciones italianas de presto).
En esa parte del manuscrito Liszt apuntó: « ¡Claro, potente y furioso a la vez!. Si no, ¡no sabéis nada de música! ».
Desagradable, Eduard Hanslick, crítico musical, después del estreno, ironizó: «¡Pero si es un concierto para triángulo!».
Liszt también rió. Conocía la especie humana, el marketing y la publicidad (como lo demuestra un daguerrotipo de 1844 posando tres cuartos perfil, elegante, con libro, piano y telón de fondo).
Y, Hanslick aparte, 18 años de elaboración transcurren en los concentrados y suficientes 18 minutos que dura el Concierto N° 1.
Pasa fugazmente. Debemos atesorar cada uno de sus instantes. Porque además nos hará sentir más pianistas que nunca.
Guía Auditiva
[ Primera Parte ]
Movimiento I: Allegro maestoso
0’ 00” Introducción: la Orquesta expone el motivo cíclico (7 notas)
0’ 51” Exposición: Tema A (marcado, ágil) construido con el motivo cíclico
1’ 03” Tema B (ligado, calmo) se alterna con el A
1’ 46” Desarrollo: el Clarinete dialoga con el Piano
2’ 43” Ahora destaca el Violín
3’ 05” Crescendo y accellerando, conduce al...
3’ 15” Tutti con el motivo cíclico
3’ 47” Reexposición: Tema A. El Fagot canta el motivo cíclico
3’ 55” Tema B
4’ 36” Comienza la Coda (final)
4’ 40” Fagot
4’ 48” Clarinete
4’ 54” Suave, el Timbal marca entrelazado con el Piano. Se alejan.
[ Pausa intermedia ]
[ Segunda Parte ]
Movimiento II: Quasi adagio
0’ 00” Cuerdas exponen el Tema “lírico” (derivado del motivo cíclico )
0’ 34” Piano solo. “Nocturnal” (evoca sus Consolaciones ). Luego patético y desbordante
2’ 12” Desarrollo
3’ 29” Reexposición del Tema “lírico”: sobre trinos (mano derecha) y arpegios (mano izquierda)
del Piano...
3’ 34” Canta la Flauta
3’ 44” Ahora el Clarinete
3’ 53” El Oboe
4’ 02” El Violonchelo
4’ 06” De nuevo el Clarinete, que mimetizado con el Piano llega al...
4’ 19” Pianissimo. Niente: ¡nada!.
Movimiento III: Allegro vivace
4’ 22” Triángulo. Contestan pizzicatti (cuerdas pellizcadas) y Piano. Tema vivaz.
5’ 42” Desarrollo
6’ 31” Transición: Motivo cíclico (Piano solo).
6’ 58” Crescendo conduce a la...
7’ 13” Repetición de la Introducción: forte, el motivo cíclico.
7’ 21” Concertante: el Piano concerta (discute) con la Orquesta
8’ 24” Cesura (cesa) súbitamente ¡silencio!.
Movimiento IV: Allegro marziale animato
0’ 00” El Piano impulsa a la Marcha (en la Orquesta)
0’ 29” Los Metales (cornos, trompetas, trombones) contra el Piano
0’ 55” Recapitulación de los temas
1’ 31” Se impone el motivo marziale.
2’ 23” Vueltas cada vez más aceleradas
3’ 30” Coda: hasta triunfales y poderosos 3 acordes finales (Piano y Orquesta fusionados).
Ficha de la obra
Compositor: FRANZ LISZT (nace el 22 de octubre en Dobor´ján o Raiding, Hungría; fallece el 31 de julio de 1886 en Bayreuth, a orillas del Mein, Baviera).
Estreno: 17 de febrero de 1855, en el Castillo de Weimar, con Liszt como solista, bajo la dirección de Héctor Berlioz. Lo revisó por última vez en 1856.
Género [por el número de intérpretes]: Sinfónico (es decir, más de 20).
Forma [plan, estructura]: Concierto.
Estilo [por características y período histórico]: Romanticismo.
Instrumentos: orquesta sinfónica, que aquí requiere 2 flautas, flautín, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 2 trompas (sinónimo de cornos), 2 trompetas, 3 trombones, timbales, platillos, triángulo, violines, violas, violonchelos y contrabajos.
Interpretación elegida: Martha Argerich, piano – Sinfónica de Londres – director: Claudio Abbado – grabación: 1968
Para ampliar la discoteca básica: las interpretaciones de Alfred Brendel (piano) con Bernard Haitink (director); Emanuel Ax con Esa-Pekka Salonen; Sviatoslav Richter con Kiril Kondrashin; Jean-Yves Thibaudet con Charles Dutoit; Krystian Zimerman con Seiji Ozawa; André Watts con Leonard Bernstein, etc.
Rareza: Final del Concierto en estilo húngaro (1885) de Sophie Menter (notable pianista, autora de piezas de salón ), escrito en colaboración con Liszt, quien le sugirió que encomendara la parte orquestal «a su admirado amigo Tchaikovsky»… sin mencionar que él había intervenido en la obra pues el compositor ruso estaba « ofendido por la transcripción para piano de la Polonesa de la ópera Eugenio Oneguin » realizada por Liszt. Así el Concierto en estilo húngaro fue orquestado en 1892 por Tchaikovsky.
Más información: www.marceloarce.com
Aclaración: para acceder a los videos es necesario contar con la aplicación Windows Media Player ( www.windows.com ) o Real Player ( www.real.com )






