María Juncal, en nombre del flamenco, va por el mundo con su bata de cola

En medio de una gira que conecta Israel con Inglaterra, Brasil y Uruguay, el capítulo de Argentina la trae a Buenos Aires, Córdoba y Rosario, para seguir por Portugal, Estados Unidos y Cuba. Apenas si María Juncal vuelve a casa para regar las plantas y cambiar de maletas. El destino errante lo lleva en la sangre.

Nació en Las Palmas de Gran Canaria, donde el desarrollo del flamenco ha sido muy tardío. "Para dedicarme a lo que yo quería tuve que irme de las islas. Ahora hay algunas escuelas, pero no hay tradición", observa la bailaora, que mañana se presentará en Caras y Caretas.

Convencida de que el estilo en el arte es inherente a la persona y no al lugar de donde proviene, reconoce las huellas de su herencia. "En mi familia materna, los Borrul, han sido todos artistas y figuran en los libros de flamenco". Después de sus primeras clases a los seis años, una tía abuela dijo con mucho protocolo su diagnóstico: "La niña tiene lo de la familia. Hay que mandarla fuera de aquí". Tal vez por eso el mandato se le presenta todo junto: "hay que bailar y hay que viajar. "Creo que la parte nómade la heredé completa. Apenas estoy cerrando un telón y ya estoy pensando en el siguiente".

María Juncal lleva tres valijas: una está completamente ocupada por la bata de cola. Y ya que la trajo de paseo, ha dado un seminario para bailarines sobre esa técnica. También enseñó sobre el uso del abanico en la guajira, un palo al que le dedicará un futuro espectáculo. "Ya estoy pensando el próximo y el que le sigue –se entusiasma–; uno está basado en un libro de historia novelada y el otro tiene muchas puertas".

Entre otros espectáculos, dirigidos, coreografiados y protagonizados por ella creó El encierro de Ana Frank, para todos los inocentes del mundo. El público porteño no ha tenido el gusto de verla en esas propuestas más argumentales; hasta aquí llega con formato de tablado, como el año pasado y en el actual Emotions. Se trata de un espectáculo integral, que no se aleja de la tradición del cante, el toque y el baile, con la complejidad rítmica de las alegrías, zapatearse todo en una farruca y lucir los movimientos de brazos en una solea.

Emotions marca el reencuentro de Juncal con los músicos argentinos Fernanda de Córdoba y Esteban Gonda, en guitarra; Álvaro González y Eugenio Romero en el cante y Juan Romero en la percusión. "Tener un elenco aquí me permite reinventar el espectáculo cada vez".

PARA AGENDAR. Emotions, por María Juncal. Jueves 27, a las 21, en Caras y Caretas, Sarmiento 2037. Entradas, $450.

Por Laura Chertkoff

• Ballet

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