
El compositor multiplatino detrás de algunos de los hits de Katy Perry y One Direction explora su lado oscuro
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En X, su segundo disco, ed sheeran magnifica su aflicción romántica: todos los días son buenos para que este tipo se meta en un bar, se enamore y le aplasten el corazón como si se tratara de un bicho y luego diseccione los restos sangrientos sobre una bonita melodía acústica. Sheeran, de 23 años, es un cantante folkie con un pie en el pop , que ha compuesto con Taylor Swift y para One Direction, entre otros artistas.
En 2012, logró el multiplatino con +, y al parecer la experiencia está empezando a quemarle la cabeza y a comerle el hígado. XXX habría sido un título mucho mejor para este disco. En "Don’t", una chica que le gusta se acuesta con un amigo suyo en el mismo hotel en el que se hospeda Sheeran. En "Bloodstream", una canción cruda, está sentado en el bar preguntándose cómo es que "envejecí tanto". Sheeran, que en X trabajó con Rick Rubin y Pharrell, incorpora hip-hop y R&B en sus canciones quejosas. Hay muchísimas baladas edulcoradas ("Tenerife Sea"). Pero, sorprendentemente, también puede sonar amargado. En "The Man", directamente rapea que si no para de tomar sidra, fumar porro y tener romances tormentosos, tal vez "redacte mi testamento antes de los 27", la edad que tenía Kurt Cobain cuando murió. Ojalá que este muchacho encuentre pronto una novia como la gente y un modelo un poco más positivo.
Por Jon Dolan




