El Colón ovacionó de pie a Julio Bocca, una vez más
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En una función regada de aplausos frecuentes, el Ballet Estable del Teatro Colón reestrenó esta tarde la versión de El Corsario, de Anne-Marie Holmes, con figuras invitadas.
Como suele suceder con algunos títulos más populares, las butacas estaban llenas de un público muy entusiasta. Ese que se maravilla con cada de detalle. Y aplaude. Todo.
Serán siete funciones en total, pero sólo el martes por la noche se repetirá el reparto en los roles principales con el trío de invitados internacionales de este estreno dominical. Las cinco funciones restantes se alternarán en los roles principales, los primeros bailarines del Ballet Estable.

El público recibió con calidez al argentino Herman Cornejo, encarnando a Conrad. En un retorno al Colón, su primera casa, el primer bailarín del ABT hizo un buen equipo con Maria Kochetova en el rol de Medora.
Una vez más se notó el fanatismo porteño por Danil Simkin, estrella neoyorquina de origen ruso y liviandad exquisita.
En el final, después de los usuales aplausos a cada unos de los intérpretes del reparto y a la dirección de la Orquesta Filarmónica, en la batuta de la norteamericana Tara Simoncic, la entrada del coreógrafo repositor –en este caso nada menos que Julio Bocca– hizo que el teatro estallara en un aplauso emocionado. También subió al escenario a saludar Paloma Herrera y el público le respondió con gran cariño. Fue visible en las miradas entre Bocca y Herrera con el elenco: todos estaban satisfechos y felices.
El Corsario sigue
Martes 10, miércoles 11, jueves 12, viernes 13 y sábado 14 de abril a las 20:00. Domingo 15 de abril a las 17:00
Localidades desde: $80.
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