
Jean Pierre Noher es Borges enamorado
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Jean Pierre Noher asegura que ni en sus "fantasías más remotas habría imaginado" que alguna vez le tocaría ser Borges. Sin embargo, le tocó. El resultado se verá en los cines este jueves, cuando se estrene la película de Javier Torre que el actor coprotagoniza junto a la española Inés Sastre.
"Un amor de Borges" se interna en la relación amorosa que el escritor mantuvo en los años 40 con Estela Canto, joven traductora y escritora. El sexto largometraje de Javier Torre, basado en un guión que firman el realizador e Isabel de Estrada, se inspira en el libro de memorias de la propia Canto, "Borges a contraluz", y en una investigación de la época que contó con el asesoramiento de Alejandro Vaccaro, un estudioso del autor de "Ficciones".
"En la época que muestra el film, no era el Borges de bastón ni el anciano cuya imagen es más conocida. La dificultad estaba en crear un personaje que no traicionara esa imagen. Pero a la vez, yo no creía que había que imitarlo: se trataba de recrearlo", señala Noher. De sus conversaciones con Fanny -ama de llaves de la familia Borges durante varias décadas-, con Alejandro Vaccaro -quien le presentó a León Benarós, al chozno de Bernardino Rivadavia y otros amigos de Borges de esa época-, Noher rescató aspectos que alimentaron su versión fílmica del escritor. "Indagué en cosas que me podían servir: sus manías, sus torpezas, sus miedos. En general esos testimonios me transmitían la tremenda lucidez de Borges frente a lo intelectual, a la literatura y al mundo mágico de sus cuentos, opuesta a su terrible torpeza para manejarse en la vida cotidiana. Era como si en él hubiera un niño eterno", cuenta Noher sobre el camino que recorrió para este protagónico.
-¿Qué aspectos de la relación entre Borges y Canto rescata el film?
-Hay ciertas cuestiones que me gustaría no revelar. Definiría esa relación así: un hombre conservador, apegado a los mandatos familiares, con dificultades para ver, relacionado con una mujer con ideas de izquierda y liberal, incluso desde el punto de vista sexual. Borges estaba maravillado por esta joven mujer. Y ella contó que Borges le abrió la cabeza al hacerle conocer autores y un mundo que no despreciaba, pero que no le importaba tanto. Es una historia de amor tan particular como es cada historia amorosa en este mundo.
-¿Por qué te sorprendió que te propusieran este papel?
-Javier me dio el libro en nuestra primera entrevista, pero sólo en la cuarta me dijo que quería que hiciera de Borges. Inicialmente no creí que estuviera pensando en mí. Su propuesta me sorprendió. Después dije: "Lo único que no quiero es quedarme a mitad de camino en la composición". Y me metí de lleno en el trabajo. Yo no era un erudito en Borges; lamentablemente, mi generación (tiene 44 años) lo despreciaba. Pero leí especialmente "El Aleph", que para la película era fundamental.





