
Jorge Guinzburg y "La era del pingüino"
En Carlos Paz, su espectáculo es un éxito
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Dice Jorge Guinzburg sobre "La era del pingüino": "Por el número de espectadores es obvio que somos los primeros en el país. Hasta me da la sensación de que Cacho Buenaventura, que va segundo en Carlos Paz, debe ser el segundo. O sea, me llama la atención Carlos Paz como plaza teatral. Considerá que estoy llegando a los 50 mil espectadores... De todos modos, no me gusta pensar al espectáculo en relación a las entradas vendidas porque la mayor satisfacción es como artista. En cada función el teatro está lleno y eso te da otra cosa".
También hay otra cosa: en Carlos Paz se alquiló una casa con vista al lago San Roque y bajadita para su jet sky, todo tan cool como su oficina en Puerto Madero. "La estoy pasando bien porque, además, estoy disfrutando del teatro, de la sala llena. Y si hablamos en términos de competencia, el sábado pasado hicimos cuatro funciones. Metimos unas 2500 personas", subraya el humorista y empresario Guinzburg que invirtió sus buenos pesos para armar este espectáculo que protagoniza junto a Miguel Angel Cherutti, Daniela Cardone y el talentoso Marcos "Bicho" Gómez.
El sábado cuenta que llegó al teatro a eso de las 19 y concluyó la última función minutos después de las cuatro de la mañana."Terminé disfónico, con la voz tomada. En el último monólogo era más la voz de una moto que la mía", dice sin quejarse. "Fue algo deportivo, como para figurar en el Guinness -continúa-. Además, ver al pasaje Niní Marshall, donde está el teatro, con toda esa gente entrando y saliendo de la sala era impresionante.
-¿Cómo es que te largás a una maratón como la del sábado pasado cuando, hace menos de dos temporadas, dejaste el espectáculo de Artaza y Cherutti por problemas de salud?
-Así soy yo. En realidad, en diciembre de 2002 me sentía bastante mal de salud y tuve que suspender. Afortunadamente ahora me siento con mucha pila y el encuentro en el escenario con Miguel, con "Bicho" Gómez y Daniela Cardone fue muy placentero. Si bien son muchas horas de trabajo en cada función nos permitimos improvisar, jugar, mechar cosas siempre respetando la estructura de la obra.
-Sos un "bicho" de televisión y...
-Diría que soy un bicho.
-Eso yo no me atrevería a afirmarlo. De todos modos, en términos mediáticos venís de la tele y este año apostaste fuertemente al teatro .
-En realidad, no es mi primera experiencia en teatro...
-Habías hecho algo con Horacio Fontova.
-Sí, y giras con Emilio Disi, con quien me presenté este invierno en Miami, donde nos fue muy bien. Ahí fue cuando me dieron ganas de hacer una temporada en teatro, y con la repercusión que está teniendo la obra quiero seguir. Por eso, a partir de Semana Santa vendremos con el mismo espectáculo a la avenida Corrientes. Recuerdo que una vez me hicieron una nota para hablar sobre esa cosa mía de abandonar los ciclos antes de que se agoten; esa misma estructura de pensamiento casi patológica es la que hace que me divierta encarar cosas nuevas. Por otra parte, eso de encasillar a alguien no me va. Cuando armás proyectos se te ocurren para distintos medios.
A Miguel Angel Cherutti, su compañero de ruta en "La era del pingüino", lo convocó apenas se enteró de que se había separado de Nito Artaza después de nueve temporadas de trabajo en conjunto. "Primero pensé en algo que lo incluía a él y no a mí. Luego, con las charlas, me entusiasmé con subir al escenario para hacer una revista", apunta Guinzburg.
-¿Por qué presentar "La era del pingüino" en Carlos Paz y no en Mar del Plata, que es casi una fija?
-Primero porque sentí que iba a ser una muy buena temporada. Segundo porque pasé toda mi infancia en Capilla del Monte. En realidad, soñaba con una casa con vista al lago, como la que alquilé.
-O sea que pensaste primero en la casa y luego en hacer algo.
-Nooo (se ríe). Es que laburar en verano es muy duro, tenés que tener una buena compensación. Febrero hay que remarlo. Por otra parte, sentí que este año Carlos Paz iba a ser un buen lugar y la verdad es que debo estar muy agradecido a los cordobeses por la respuesta, por la calidez y por el trato.
-¿Acaso la decisión de presentar la obra en Córdoba tuvo que ver con alejarse de las especulaciones que podrían haberse instalado entre Nito y Cherutti actuando en la misma ciudad?
-Si hubo algo de eso, fue inconsciente. Tenía ganas de estar en Carlos Paz.
Señor con habanos
El empresario Jorge Guinzburg parece ser que para "La era del pingüino" confió en el humorista Guinzburg. "No -se ataja-. Confié en un equipo. Es más, soy el director del espectáculo, pero permití que los actores jueguen, soy muy permeable. Sí arriesgué, porque la realización de esto es carísimo, pero no es porque piense que soy el rey de la creación."
-¿ Cuánto invertiste?
-Te puedo decir que salía hecho si metíamos 50 mil espectadores. O sea, creo que voy a volver con algunas monedas, porque supongo que pasaremos las 65 mil entradas vendidas.
Como productor también apostó sus dineros en "De guante blanco", la obra de tres de los ex integrantes de "Los simuladores" que se está presentando en Mar del Plata. El espectáculo, contra lo que se podía suponer, no está teniendo la repercusión esperada. Sin embargo, él cree no haberse equivocado y supone que la obra tendrá futuro en el interior del país.
En medio de la charla suena su celular último modelo. En una oficina también último modelo enclavada en la zona más paqueta de Puerto Madero habla de contratos, de abogados y de cifras.
-¿Te gusta esta parte del negocio del espectáculo?
-No. Leer un contrato me resulta insoportable. En mi época de publicidad prefería hacer 30 comerciales a tener que escribir un folleto. El tema del contrato me fastidia. Lo que me divierte es armar cosas, pero no es que quiera pasar por un artista bohemio...
Le gusta armar proyectos -dice- y habrá que creerle, porque, por ejemplo, desembarcará en Buenos Aires con "La era del pingüino". Porque -anticipa- volverá a hacer radio todas las mañanas en Del Plata. Porque al mismo tiempo está evaluando hacer algo de tele y, como lo suyo ahora pinta ser el teatro, piensa escribir una obra y producir una comedia musical llamada "Te quiero, sos perfecto, pero por favor cambiá", que dirigirá Ricky Pashkus.
La era Jorge Guinzburg viene recargada.
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