
La cantata del café
Humorada: la Academia Bach nos presentará hoy la graciosa obra del padre de la música en el ciclo anual de Festivales.
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Hoy, a las 18, proseguirá, esta vez en el Museo Nacional de Arte Decorativo, Avenida del Libertador 1902, el ciclo de conciertos de la Academia Bach de Buenos Aires, organizado por Festivales Musicales. En la ocasión se escuchará, de Juan Sebastián Bach el triple concierto en La menor BWV 1044, para flauta, violín, clave y cuerdas, y la "Cantata del café" BWV 211, para soprano, tenor, barítono, flauta, cuerdas y continuo. Actuarán como solistas la soprano Silvina Sadoly, el tenor José Luis Galimidi y el barítono Víctor Torres.
Como compositor de música vocal-instrumental se pondera al Bach de los motetes, oratorios, pasiones, misas, cantatas. Sobre todo al de las cantatas de iglesia.
El Bach de las cantatas profanas es casi ignorado en el campo de los conciertos y grabaciones. Su primera cantata dataría de 1716. Bach tenía 31 años y la escribió durante su estada en Cöthen para celebrar el 35º cumpleaños del duque Christian de Saxe-Weissenfels.Fue ejecutada durante una comida de caza. Era una música llena de gracia sobre un texto trivial.
Estas celebraciones de las cortes eran habituales, y Bach colaboraba entusiasmado escribiendo música vital para textos bastante prosaicos y deplorables. Varias de estas músicas las aplicó luego Bach, con otro libreto, en obras sacras.
En 1931 y 1932, el Kantor de Santo Tomás escribió música sobre dos obras burlescas: "Febo y pan" y la "Cantata del café" (Caffeecantate). La primera sobre textos del poeta Ovidio. La del café tuvo su origen en una idea de Picander, que años antes había escrito una sátira sobre la prohibición del rey de Francia sobre el consumo de café, inspirado quizás en una cantata de 1703.
El libreto narra las peripecias de una adicta al café y la lucha de su papá, que intenta con diversos malabarismos que abandone el vicio. Según Albert Schweitzer se trata de "el mejor libreto que jamás escribió Picander". Y en cuanto a la música afirma que "parece increíble que Bach pudiera escribir tan espontáneamente una verdadera música a lo Offenbach. Sin alteración alguna se podría hacer de esta cantata una opereta en un acto".
Este tipo de obras muestra el genio humorístico del padre Bach y le otorga color a la modesta vida de este organista y creador inimitable.




