Bebel Gilberto: "Quien sepa un poquito de mi historia y escuche la música va entender de qué hablo en el disco"
Bebel Gilberto es hija del éxito (de madre famosa, Miúcha, y de padre muy famoso, João Gilberto) y artífice de sus propios logros. Es una brasileña nacida, por circunstancias de la vida familiar, en los Estados Unidos, que a los siete años, también por esas circunstancias familiares, subió por primera vez a un escenario. Como a tantos hijos de famosos, tuvo que buscar su lugar en la música para no quedar a la sombra de una madre cantante y de un padre que, a su vez, es considerado padre de todo un género musical asociado, de manera indisoluble, con el Brasil, la bossa nova.
El presente de Bebel, pasados sus cincuenta años, es Agora, once canciones que la identifican con esa sonoridad que inauguró en 2000 con su disco Tanto tempo, donde la bossa se unía en matrimonio con la electrónica. En parte, Agora tiene de eso y de lo que vino después, pero con marcados acentos del idioma portugués. "Tão bom" parece el vestido casi perfecto de alguna escena de film noir; "Na cara" suena a una de esas historias al estilo Lenine. "O que não foi dito" esconde un conflicto secreto (no tan secreto). Y "Teletransportador" habla del vieja a un lugar sin duda más placentero que el mundo actual, atravesado de Norte a Sur y de Oriente a Occidente por la pandemia Covid-19. Quién sabe a dónde le gustaría teletransportarse a Bebel hoy, ahora, mientras pasa sus días refugiada en su casa de Río de Janeiro, a la espera de que la pandemia pase y pueda salir a cantar su nuevo disco.
"Tal vez para Marte me gustaría ir. Sería lo más seguro. ¿no? –dice a LA NACION en charla telefónica–. En este momento estoy en Brasil. Durante los dos últimos años estoy en Río. Actualmente mi hogar es Río porque vivo aquí y mi casa está aquí, la situación que estamos viviendo implica que lo mejor es estar en casa".
Su casa es Río y su música es su nuevo disco, aunque suene atemporal y con "todas" las Bebel Gilberto que se escucharon en las últimas décadas: "Y es así. Lo bueno de este disco es que tiene mucho portugués. Escribí todas las canciones, sale de esta unión con [el productor] Thomas Bartlett, con quien comenzamos a escribir a fines de 2017. Fue un largo proceso hasta este disco".
Cantante, pianista y productor (también conocido como Doverman, el proyecto con el que publicó varios discos en solitario) Thomas Barlett viene desarrollando una intensa carrera en la producción artística con colaboraciones con bandas y solistas como St. Vincent, Norah Jones, Florence + The Machine y Rufus Wainwright.
Su colaboración con Bebel no surgió con la producción de un disco sino con canciones compartidas. El disco surgió mucho después. Bebel viene de pausas de unos seis años entre un disco y el siguiente All In One (2009), Tudo (2014), Agora (2020), sin apuros de compañías discográficas. "Son procesos muy tranquilos, sin presiones de nada. Comenzamos a escribir músicas juntos y así salió. Fue con este productor simplemente porque al principio no pensamos en un disco sino simplemente en trabajar unas canciones en el estudio. Apenas por el deseo de hacerlas. No hubo ningún compromiso previo pero terminamos haciendo un disco", explica Bebel.
La idea de editarlo en este momento se debe, según admite Bebel, a que Agora es, además del título de disco, "una canción muy fuerte". Pero quizás no más que "Na Cara" , tema que se convirtió en uno de los anticipos del disco, por un video que grabó con Mart'nália, cantante, compositora y percusionista carioca, al igual que Bebel, hija de un artistas famosos del Brasil. Martnália Mendonça Ferreira se llama así porque su nombre es una mezcla de los nombres del sambista Martinho da Vila y la cantante Analia Mendoça.
Bebel y Mart'nália cantan, en portugués: "¿Por qué no me lo dices en la cara? ¿Por qué no dices lo que piensas? Si nunca dices lo que piensas, ¿para qué vivir de mentiras?
¿A quién le habla? No hay sustantivos propios en esta historia. Según Bebel, "Na cara" no tiene dedicatoria. No estaba pensando en nadie en particular. "Teletransportador" tampoco.
–La canción "O Que Não Foi Dito" ("Lo que no se dijo") tampoco tienen una dedicatoria? ¿No estaba pensando en nadie?
–Sí, pero prefiero no comentar. Es muy claro para quien lo escribí. No preciso decirlo.
–Bueno, pero quizá para el público argentino no sea tan claro.
–Quien sepa un poquito de mi historia y escucha la música con calma lo va a entender. Solo digo habla de un hombre muy viejo, que ya no vive más.
–Y yo pienso que refiere a un señor que murió el año pasado, el 6 de julio de 2019, que es una leyenda de la música del Brasil, considerado el "padre de la bossa nova". ¿Me equivoco?
–No digo más.
–Respeto eso. Además porque sé que en los últimos años de su vida usted intentó acompañar más a su padre y resolver cuestiones de su economía pero fue criticada por muchos. En castellano diríamos que dentro de los conflictos familiares quedó como "la mala de la película".
–Sí, era muy fácil criticar sin saber lo que pasaba. Cuidar a una persona que tiene gente alrededor que no te lo permite fue algo muy estresante y triste. Pero ya pasó.
–¿De las personas de su vida, cuáles son las que más le han aportado en lo personal y lo artístico?
–Mi madre y mi padre fueron personas que resultaron una gran influencia. También otras personas con las que trabajé hace muchos años. Canto desde los 7, también tuve la influencia de Chico [Buarque], Caetano [Veloso] y [Gilberto] Gil. De Prince y Michael Jackson.
–¿Y Cazuza?
–Sí, fue muy importante para mí. Especialmente para empezar a componer. Mi abrió muchos caminos, era una persona muy linda.
–¿Cuál fue el momento de su carrera en el que sintió la verdadera independencia artística, sin la referencia a Miúcha y João, ni a su tío Chico Buarque?
–Fue hace mucho tiempo, tal vez con Tanto tempo, porque fue un disco reconocido mundialmente. Ahí creo que finalmente hubo un upgrade.
–¿Se cumple 20 años de Tanto tempo, qué recuerdo tiene a la distancia?
–Un recuerdo increíble porque no parece que hubieran pasado viente años. Es un disco tan especial. Mágico. Lindo. Hasta el día de hoy me gusta saber que mucha gente le gusta esa música o que a mucha gente la inspiró. Para mí, pensar que pasaron veinte años es un trip. Y es lindo. Me hace sentir realizada.
–¿Pensó que ese disco podía o debía ser superado por los siguientes?
–No eso sería terrible.
–¿Considera que Agora es un disco atemporal por su sonoridad?
–Es atemporal pero también con músicas que tienen sentido para otras personas. Me hace feliz que haya tantas canciones en portugués, cosa que no pasó con otros discos. Es un poco raro en ese sentido.
–¿Era una necesidad cantar en portugués?
–No, simplemente fue algo del momento. Pero me encantó.
–¿Qué es lo que más le gusta de Agora?
–Me encanta el disco. Son varias canciones que me gustan mucho. "Cliché", "Esencia", "Yet Another Love Song".
–Los planes de presentar el disco estarán suspendidos por la pandemia, supongo.
–Sí, toda la gira quedó suspendida. Todavía no sabemos nada de lo que sucederá. Para ir a muchos lados pensé en una formación bien simple. Pensaba hacer una gira con Didi Gutman, un amigo argentino de hace muchos años, que estuvo haciendo los arreglos de estas canciones para tocar en vivo. Por ahora nada. Esperaremos a que todo vuelva a ser normal.
–¿Cómo ve la situación del Brasil durante la pandemia y las decisiones de su presidente?
–Muy mal y el presidente está completamente loco. Bolsonaro dijo que estaba enfermo, pero tuvo a su alrededor a más de treinta personas y ninguno se enfermó. Nunca imaginé una situación así. Claro que hemos tenido problemas políticos pero no como ahora, en 2020, cuando al presidente no le interesa la cultura, cuando nos quedamos sin ministros de salud.
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