Sony - Dos estrellas y media
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El secreto del éxito de Mariano Castro desde aquel terremoto llamado “Tú sin mí” ha sido el crossover. Su mérito fue acercar su bagaje de folclore jamaiquino a las formas de la música melódica más radiable, y así ofrecer un producto que combina amor edulcorado y arena en las ojotas. En medio de eso, “Despacito” y otros redefinieron el juego: ahora el hit pop latino se arrimó al reggaetón y a la instrumentación digital. Para ese lado apunta Caminarás caminos, con varios tracks de lovers rock de los habituales y un puñado de experimentos urbanos.
Temas roots como el corte “La suerte” y “El brillo de los dos”, grabados en Jamaica con sesionistas como Kirk Bennett y Carol Bowie McLaughlin (colaboradores de Stephen Marley y Jimmy Cliff, entre otros), con su cadencia relajada y despojada de bronces, apoyan una lírica romántica y motivacional. Y esas mismas frases de manual (“Hoy ya soy nada en tus recuerdos y sigo esperando por ti/Eres un punto a lo lejos y quiero volver junto a ti”, canta en “Un punto”) son la base de esa otra nueva veta, la que convierte “Vuela alto” en un reggaetón lento y susurrado que podría estar firmado por quien sea que firme los temas de CNCO, o “En el seno del amor” en una especie de trap melódico, dramático e hiper hi-fi. Sobre el final llega “Hablar por hablar”, indistinguible en lírica, interpretación y arreglos de una balada de Sin Bandera, quizás el mejor ejemplo de las ambiciones de Castro.
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