
Escalandrum, el grupo revelación
La banda cambió su repertorio y se volcó hacia un estilo con mayor identidad
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Está considerado como el grupo de jazz revelación de este año. El sexteto Escalandrum, del baterista Daniel Piazzolla, es quizás el combo que dio el paso más largo en busca de una identidad que, por cierto, aún escasea en la escena nacional.
Con tres años de vida, el grupo ha dado un vuelco pronunciadísimo en materia de estilo y repertorio. De aquel latin-jazz de sus comienzos, el sexteto modificó tanto su sonido como el carácter de sus composiciones que muestran una mirada más personal y con una identidad sostenida a través de un énfasis rítmico basado en estructuras folklóricas y del tango.
En primer lugar, el grupo reemplazó al bajo eléctrico de Matías Miguez por el contrabajo de Mariano Sívori, con lo cual se consiguió una sonoridad más apagada; las composiciones se fueron tornando estilísticamente más introspectivas y luego se integró un clarinete bajo a cargo de Martín Pantyrer.
Su líder, Daniel Piazzolla, nieto del gran Astor Piazzolla, cuenta también que para el cambio se sumaron tres circunstancias: por un lado, su experiencia con los grupos de Guillermo Klein le abrieron una ventana en cuanto a ritmos; segundo, escuchaba bastante al saxofonista tenor David Sánchez, de quien tomaron en cierto modo aquella sonoridad apagada y, por último, un trabajo de transcripción de la batería de Tony Williams terminó por definir el rumbo de Escalandrum.
"Todo junto me llevó a dejar de lado el material que hacíamos y dedicarnos a trabajar en un nuevo Escalandrum", remató Piazzolla.
El grupo tiene como as en la manga a uno de los mejores compositores de la escena jazzística y además prolífico, Nicolás Guerschberg. "La cantidad de material que traé Nicolás Guerschberg es importante y en definitiva, es el que nos da la posibilidad de probar sobre su música nuestras propias ideas", agrega Piazzolla.
Desde el piano
Daniel Piazzolla se asomó a la música desde el piano. Una abuela le regaló cuando tenía tres años un pequeño teclado con el que sorprendió a la familia. "Fue gracioso, en cuanto lo tuve en mis manos no supe qué hacer y escuché la música de un aviso y la toqué. Imaginate, corrieron a buscarme un profesor", cuenta "Pipi" Piazzolla.Fueron unos años de piano clásico con Marta Bronztein, pero que terminaron abruptamente en una escena de rebeldía, casi al finalizar la primaria. En efecto, dejó el estudio de la música y le dedicó tiempo a los quehaceres de un preadolescente, jugar al fútbol, alejado de partituras y teclas. A los 14 años asiste a un concierto del cantante Rod Stewart, en el que presencia un solo de batería poderoso que lo sacude al punto de entrar de lleno en el mundo de los tambores.
Y dice: "En ese instante recobré mis deseos de ser músico". Estudia con el Oso Piccardi cuatro años. De ese tiempo recuerda un hecho cuasi doloroso. "Estudiaba tres veces por semana y me iba tan bien que Piccardi me pidió que lo reemplace en un trabajo. Fui confiado y me pusieron una partitura de música, no de batería, y no la pude leer. Ese fracaso me llevó a pensar en dejar de tocar. Fue duro y decidí: aprendo todo o no toco más. Elegí lo primero", recuerda.
Piazzolla viajó al Instituto de Música de Los Angeles, donde tuvo un año intensivo de aprendizaje. Cuando regresó consiguió inmediatamente trabajo y, al poco tiempo, formó Clave Latina.
Por aquella época Piazzolla asistía cada domingo a las interminables sesiones del guitarrista Luis Salinas en el viejo Oliverio de Paraná.
Escalandrum nació dentro de una big band, Latinaje, un grupo de latin jazz que produjo un excelente disco, pero la dificultad con el número de integrantes eran sus inconvenientes para juntarlos. Así, dos años más tarde, Piazzolla armó su actual grupo, con cinco miembros de aquella banda.
-¿Pero siguieron estilísticamente dentro del latin jazz?
-Sí, pero en la música de Escalandrum había más improvisación, usábamos patrones rítmicos irregulares, menos de arreglo, pero un espíritu muy caliente.
-¿El cambio fue brusco de aquel grupo del latin al actual?
-No tan brusco. Pasaban cosas dentro del grupo que nos iba inclinando hacia el actual estilo.
Además está Guerschber en el piano, Sívori en el contrabajo y Pantyrer en el clarinete bajo, a su sección de reeds con Damián Fogiel en el saxo tenor, que además compone, y al fogoso soprano Gustavo Musso.
Billetes de 20
- Un jovencito sin dinero mira la vidriera de una casa de instrumentos musicales donde descansa una magnífica Pearl Export negra de cinco tambores. Su precio está tan lejos de él como Buenos Aires de la China. Su abuelo es el famoso bandoneonista Astor Piazzolla, que, en medio de una reunión familiar, se lo lleva aparte para que al asunto no gane publicidad en la familia y le regala 1400 dólares en billetes de 20. "Tomá para esa batería que no te deja dormir". "Imaginate la cara cuando salí de esa reunión: encima no sabía dónde poner tantos billetes."



