Humor y ópera al grito de ¡Cenicientaaa!
Mañana se estrenará la versión lírica de Marta Lambertini sobre el clásico cuento, con la soprano Graciela Oddone
Si bien Marta Lambertini ya se había acercado al mundo infantil con su Alice in Wonderland -que en realidad fue pensada como una ópera para adultos-, esta vez entró de lleno en el universo "para toda la familia" con el estreno de ¡Cenicientaaa..! , la ópera que, con su firma en música y texto, subirá a escena mañana, a las 20.30, en el teatro Del Globo, a instancias del Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC).
"He incursionado muchas veces en la música de humor que, aunque no es muy común, es el ámbito en el que me siento más cómoda. Y me consta que, en general, los amantes de la ópera se llevan de maravillas con el humor. Basta pensar que las óperas preferidas de Donizetti son las buffas , y las más exitosas de Mozart son aquéllas en las que hay personajes alocados como en Così fan tutte o en Don Juan ", explica esta compositora que disfruta del hecho de que su Alice (estrenada en 1989 con puesta de Rubén Szuchmacher en el Goethe) esté entre las diez óperas argentinas más representadas.
Así, con su experiencia a cuestas y con un interés especial por la literatura infantil, es que Lambertini se puso a jugar con imágenes, textos y melodías que la ayudaron para crear cierto juego lingüístico que espera sea tan divertido, colorido y risueño para el público como lo es para ella y para los cantantes cuando lo interpretan en escena. "Es una especie de «castellanoide» en el que algunas palabras adquieren otro significado, por la forma en que suenan, aunque su sentido se entiende perfectamente: las hermanastras Difteria y Malaria le dicen a Cenicienta que les ponga cintilla y centollas en la ropa, o mañolitos y cintajes ." De la misma manera, Lambertini se animó a incorporar las onomatopeyas de las historietas: "Cuando la madrastra Matroshka le da una cachetada a una de las hermanastras dice ¡Paff!, cuando cierran la puerta dicen ¡Slam! o cuando se desmayan dicen ¡Plop!".
-Teniendo en cuenta sus trabajos dentro de la música contemporánea, ¿dónde queda ubicado este material?
-Hay una cosa vanguardista en el sentido de autorreferenciar, de hacer una alusión al ensamble mismo que está interpretando la ópera [Ensamble Música Poética], que es una vuelta al concepto, como un «neoneoclasicismo». Se vuelve totalmente al pasado, pero sólo en apariencia. Al igual que el resto, hay algo muy festivo también en la música que logra acompañar los gags y las salidas absurdas y ridículas de los personajes.
Así, el juego no sólo llega al libro y a la partitura, sino que, inevitablemente, se hace eco sobre el escenario con la puesta de Jorge de Lassaletta, quien -según Lambertini- le dio los toques justos de chispa que pedía el texto. Pensando que esta propuesta trata de captar a chicos y a grandes, las imágenes que de las palabras de la compositora se desprenden son armónicas con el conjunto, más si se conoce el dato -para nada menor- de que la ópera dura sólo una hora.
Actores cantantes
Graciela Oddone no sólo es la soprano que interpretará a esta Cenicienta pensada por Lambertini, sino que es la cantante para quien fue escrita la obra. "Es mucho más que la Cenicienta ideal para mí, yo escribí pensando en ella; es fantástica en lo vocal y en lo actoral. De hecho, viendo los ensayos, es más de lo que yo pensaba que podía llegar a ser", dice expresiva y emocionada la compositora sobre una cantante que ya muchas veces ha demostrado un fuerte histrionismo sobre el escenario. Dotes interpretativas que se ponen a la par de las del tenor Pablo Pollitzer, que será el príncipe Tirifilo. Cualquiera que los haya visto actuar sabe que, con la impronta humorística que le quiere dar Lambertini, son ideales para esos roles (fue inolvidable el trabajo que hicieron en el Satyricon, de Bruno Maderna, que, con régie de Marcelo Lombardero, se presentó el año pasado en el Teatro San Martín).
CETC extramuros
Lambertini saltó de alegría cuando la llamó Omar Cyrulnik, director del CETC, para preguntarle si tenía una ópera nueva. No sólo hacía ya tiempo que tenía lista esta ¡Cenicientaaa...!, sino que ese espacio era el soñado para hacerla. Ella tiene un vínculo especial con el sótano generador de nuevos lenguajes del Teatro Colón, ya que fue con una puesta de su Alice que se inauguró la sala -casi fortuitamente- con la dirección de Gerardo Gandini. Así fue su desilusión cuando supo que no iba a ocupar ese escenario, sino el Del Globo, a raíz de que, como se sabe, el CETC ahora está semiinutilizado como espacio de experimentación por el museo que se habilitó allí hace ya un par de meses. "Entiendo que desde el principio ese ámbito fue pensado para el museo del teatro, pero el uso hace al lugar. Por eso nada más contrario que al espíritu del CETC que se haya convertido en museo y, sobre todo, porque no va nadie ni los gatos. Ya se escucha decir en los pasillos del Colón que esa sala no es del CETC y este centro de experimentación tiene que volver a ocupar espacio fuera del teatro como era antes de su apertura." Por lo que dictan los hechos (están en el teatro Del Globo), eso es mucho más que un rumor.
Para agendar
¡Cenicientaaa!, de Marta Lambertini, con dirección musical de Carlos Calleja y régie de Jorge de Lassaletta, para el CETC.
Teatro Del Globo. Marcelo T. de Alvear 1155. Mañana, pasado mañana y el viernes y sábado, a las 20.30; el domingo, a las 17.30. Entrada: $ 15.
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