
Música instrumental para todos los oídos
Recital del guitarrista Luis Salinas. Presentación del disco "Ahí va". Con Javier Lozano (teclados), Urbano Moraes (bajo), Sebastián Peyceré (batería), Pocho Porteño y Yeye López (percusión). El sábado, en el teatro Opera.
Nuestra opinión: bueno
El público hace palmas animadamente al ritmo de una "Salsita"; luego susurra tarareos sobre aires de bossa y cierra el tema junto a toda la banda. Luis Salinas hace gestos de aprobación y demuestra su alegría con una sonrisa.
Es que, al menos en la Argentina, la música instrumental muchas veces es entendida como una expresión elitista destinada sólo a quienes saben leer pentagramas o tienen oídos que no escuchan sonidos sino notas. Luis Salinas es uno de los pocos músicos capaces de barrer con este prejuicio.
Fusión y latin jazz
Después de un bello disco doble dedicado a la música argentina de raíz folklórica, con el flamante material "Ahí va", editado semanas atrás, el guitarrista retornó a otro de sus amores, la fusión y el "latin", entre otros estilos (baladas, boleros, R&B, salsa, candombe y funk) que toman estructuras jazzísticas. Exposiciones melódicas en los primeros compases de cada tema, improvisaciones de uno o más instrumentos, y la vuelta a los motivos iniciales que resuelven el final de la pieza.
Sus composiciones no son herméticas ni demasiado elaboradas, pero no dejan de ser instrumentales. Aún así, puede ofrecer guiños y satisfacer a una audiencia numerosa convocada en una sala de la avenida Corrientes. De esta manera se conecta con el público que no necesita escuchar palabras, versos, estrofas y estribillos para ponerse de pie y agradecer con efusivos aplausos después del último bis.
Lo que algunas veces a Salinas le puede jugar en contra es el exceso de notas. La abundancia de ornamentos y la velocidad. Este músico es uno de los guitarristas más veloces. Toca rápido y lindo. Pero no siempre estas cualidades se presentan al mismo tiempo. Será que con dedos tan intrépidos el desafío de generar buenas ideas en esos "tempos" y formas es mucho mayor. Es cierto que la pirotécnica sonora siempre es celebrada por la platea. Sin embargo, no todas las veces será lo que conduzca a los mejores momentos del show.
Musicalidad
En cambio, la musicalidad de Salinas propicia los tramos más logrados del espectáculo. Y su destreza para pulsar las seis cuerdas es el vehículo para los bellos fraseos de "Contigo en la distancia" o el rico paseo estilístico en guitarra española con el que abre el segundo bloque de su recital.
También aparece su astucia para las citas. Algo que podría ser apenas entendido como un recurso efectista es una prueba de esa musicalidad y el dominio de este intérprete para combinar lenguajes. "Candombes", que puede ser todo un tributo a Rubén Rada; o la canción del litoral y el tango dentro de una composición con toques brasileños, de bolero y frases jazzeras que, además, propone magníficos climas.
La banda que lo secunda -hay que decirlo- lleva buena parte de responsabilidad en los momentos más brillantes del concierto.




