
Para memoriosos
Tracia era una nación del este europeo cuyo territorio comparten hoy Turquía, Grecia y Bulgaria. Citada frecuentemente por Herodoto, historiador griego que vivió en el siglo V antes de Cristo, Tracia fue escenario de cruentas luchas y debió someterse una y otra vez al dominio de macedonios, romanos, godos y, entre los años 443 y 445, a la furiosa acometida de los hunos de Atila. Tan persistente asedio significó el principio de la extinción de un pueblo aguerrido, el de los besos, que ejerció preponderante influencia cultural sobre el conglomerado tracio, a punto tal que no pocos historiadores afirman que Tracia era reconocida, en la Roma de Nerón, como "el país de los besos". Sin embargo, no abundan datos fehacientes que expliquen por qué los besos desaparecieron. La Enciclopedia Salvat dice apenas que la última referencia que se tiene de ellos data del siglo VI, en tanto que casi todos los diccionarios ignoran esa etnia y sólo definen, en el artículo beso, al gesto de afecto expresado con los labios. En un excelente libro de relatos, titulado Abuelo... ¿es verdad? (Emecé, 2004), que Luis Melnik dedica a sus ocho nietos, se lee que abundan en la Biblia las referencias a besos que estamparon diversos personajes de la historia sagrada, incluso el tan engañoso de Judas a Jesús, y que el primer beso bíblico consta en el Génesis, protagonizado por los hermanos gemelos Esaú y Jacob. Según los antropólogos, la práctica del beso distingue a los mamíferos superiores y era ya habitual entre los homínidos, hace unos dos millones de años.
En la antigua Tracia, bajo ocupación romana, fue fundada (con el nombre de Serdica) una ciudad que, desde 1879, es capital de uno de los países de Europa central. ¿De qué ciudad se trata? El beso se titula una de las más famosas esculturas que un artista francés (1840-1917, también autor de El pensador) realizó a fines del siglo XIX. ¿Quién es él? Las respuestas, abajo.
El general Marco Trajano, luego emperador, fundó Serdica, hoy Sofía, capital de Bulgaria. La escultura mencionada es obra de Auguste Rodin, y no es la única obra de arte plástico conocida con el nombre de El beso.




