Chechu Bonelli: "Darío está feliz; dice que las hijas son más mimosas que los varones"

Tenía la convicción de que estaba embarazada. Así y todo, decidió esperar al día de su cumpleaños número 30, el pasado 1° de mayo, para hacerse el test. "Como estaba tan segura, me parecía que era el mejor regalo", contó Cecilia Bonelli a ¡Hola! Argentina durante su visita al país [desde el comienzo del año vive en Pachuca, México]. "La situación fue muy graciosa. Fui al baño con Darío –Cvitanich (31), su marido– y Lupe –su hija de dos años y tres meses–, pero en lugar de estar enfocados en el resultado, él leía mensajes y ella jugaba con el celular. En cuanto me di cuenta de que era positivo, nos felicitamos y cada quien siguió con lo suyo. Todavía me acuerdo cuando nos enteramos de que íbamos a ser papás de Lupita, estuvimos los dos llorando todo un día. Creo que el segundo embarazo se lleva con más naturalidad, más relajado", explicó.

–¿Querían agrandar la familia?

–Después de este bebé, me di cuenta de que con Darío somos muy fértiles [se ríe]. Quedé embarazada en el primer intento. Yo prefería esperar hasta el año que viene, nunca pensé que iba a llegar tan rápido. Fue muy raro, porque lo supe en el momento exacto en el que quedé embarazada.

–¿También presentías que ibas a ser mamá de otra mujer?

–¡No! Ahí fallé. Yo creía que iba a ser varón porque mis síntomas no eran los mismos. A los pocos meses me estaba matando la ansiedad, quería saber el sexo. En la semana doce, vine a Argentina y un obstetra que me recomendó Nicole [Neumann] me confirmó que iba a tener una beba... Enseguida llamé a Darío. El quería otra mujer en la familia, dice que son más mimosas con su papá. Y sí, Lupe lo ama, tienen un feeling impresionante.

–Darío (que juega para Pachuca CF como delantero desde principios de año) ya estaba de regreso en México cuando te hiciste la última ecografía. ¿Te molesta pasar esos momentos lejos de tu pareja?

–En realidad, es lo que me toca. A mi primera ecografía fui con Barby, la mujer de otro jugador argentino, Ariel Nahuelpán. Así que filmé un video y se lo mandé a Darío, que estaba concentrando. Ser la mujer de un futbolista tiene sus pros y sus contras. Reconozco que me molestaba mucho, sobre todo en el primer embarazo. Pero entendí su situación. Darío es un papá muy presente, que comparte muchos momentos con Lupe. Sé que con la beba en camino va a ser igual.

–¿Cómo vive Lupe el embarazo?

–[Risas] Lo va llevando. Me preocupa un poco lo que pueda pasar. Lupita es una nena muy inquieta, imparable; y desde la panza, el doctor ya me dice que la beba se mueve un montón. Es difícil con una, no quiero imaginar con dos. Pero estoy feliz. Siento que a medida que crezco, mi responsabilidad es mayor y me adapto con total naturalidad.

–Ahora que son marido y mujer [N. de la R.: después de tres años de novios, Chechu y Darío dieron el "sí, quiero" el pasado 27 de diciembre] y viene en camino otro hijo, ¿sentís que son una familia consolidada?

–Es que para mí tiene que ser así. Nuestra segunda hija llega como Dios manda. Yo soy re-Susanita en ese aspecto, quería casarme y formar mi familia. Ahora estoy disfrutando mucho el crecimiento de mi hija, poder estar ahí para ver cada nuevo paso que da. Estoy viviendo lo que siempre soñé: formar una gran familia. Darío y mis hijas son lo primordial. Por eso, también hacemos el esfuerzo de vivir en el exterior.

–Desde principios de año abandonaron Europa [vivieron durante tres años en Francia, donde el futbolista jugaba para el Olympique de Niza] y se radicaron en México. ¿Cómo fue el cambio?

–Siempre dije que México era mi lugar en el mundo porque cuando fui a las playas me enamoré. Pero Pachuca está lejos del mar, queda a una hora y media del DF. Si bien es un país muy interesante en lo cultural, la gente es distinta de nosotros. Lo mismo me pasaba en Francia, donde son muy fríos. Me está costando adaptarme, fue muy fuerte irnos de Niza a Pachuca. Pero como yo también estoy trabajando [en el programa Tu Zoccer que se emite por FOX], lo tomo como una buena experiencia en el exterior, siempre lo quise hacer pero nunca me animé por la estabilidad laboral que tenía en Argentina.

–¿Imaginaste que este año traería tantos cambios?

–El sacerdote que nos casó, el padre Matías, nos advirtió que casarnos también significaba seguirnos el uno al otro. Y cuando le contamos que me costaba adaptarme en México me recordó que ya había hecho mi promesa [risas]. Igual a Darío lo sigo hasta el fin del mundo.

–¿Cómo es su relación de pareja?

–En Europa teníamos nuestras escapadas románticas. Pero en Pachuca es complicado porque no hay programas atractivos para hacer en pareja y la rutina a veces cansa. Por suerte, en el mismo barrio hay otros tres jugadores argentinos y yo soy muy amiga de sus mujeres. Nos hacemos fuertes entre todas y nos apoyamos.

–¿Vas a tener a tu beba en México?

–No, voy a venir a Buenos Aires. La fecha es fines de diciembre, principios de enero. Me encantaría que nazca el 27 de diciembre, es un día muy simbólico para nosotros: en 2013 bautizamos a Lupe y en 2014 nos casamos.

–¿Ya pensaron nombres?

–Estamos tratando de decidirnos. Los que a mí me gustan, a Darío no, y viceversa. Tenemos cinco meses por delante, yo creo que nos vamos a poner de acuerdo.

Texto: Paula Galloni

Fotos: Tadeo Jones

Producción: Anita Korman

Maquillaje y peinado: Paula Rey, para Sebastián Correa Estudio con productos Lancôme

Agradecemos a: Naima, Akiabara, Valdez, Ricky Sarkany, Natalia Antolin, Cuatro Musas, Joaquina Gurruchaga, Little Akiabara