El momento más difícil de Gabriela Sabatini

El lunes 7, cerca de las ocho de la noche, murió Osvaldo Sabatini, el padre de la mejor tenista argentina de todos los tiempos. Tenía 81 años y había batallado largo tiempo contra el cáncer y el alzheimer. Un durísimo golpe para Beatriz Garófalo, su amor durante más de cincuenta años, para sus hijos, Osvaldo (50) y Gabriela (45), que estuvieron a su lado hasta el final, para sus nietas, Oriana (19) y Tiziana (16), y para su nuera, Catherine Fulop (51), quien lo quiso como a un padre.

Por decisión familiar no hubo velorio y, tras esperar hasta el miércoles 9 la llegada de Oriana, que estaba fuera del país, se hizo un responso en la capilla del cementerio Jardín de Paz de Pilar y sus restos fueron cremados ahí mismo. Se acercaron hasta allí para darle el pésame a la familia Guillermo Vilas con su mujer, Phiangphathu Khumueang, Claudia Villafañe, Mercedes Paz, los periodistas Chiche Almozny y Guillermo Salatino, y la maquilladora Mabby Autino, entre otros.

"Tuviste y tenés un corazón enorme. Te amo para siempre", escribió Tiziana Sabatini a modo de homenaje en las redes sociales. Desconsolada, la menor de las nietas encabezó el cortejo junto a su papá Osvaldo. Unos metros más atrás los seguían Oriana, siempre pendiente de Betty, su abuela, su novio, Julián Serrano, y Cathy, quien también le dijo adiós con unas palabras cargadas de amor y de emoción: "… Ya no puedo abrazarte pero sí puedo seguir diciéndote todo lo que te quiero, papá Tini, porque donde estás sé que lo sabes. Esa mirada cómplice que siempre me regalabas vivirá en mí y nunca la olvidaré. Descansa en paz".

Gabriela, atravesada por el dolor, acompañó el féretro mezclada entre la gente y contenida por el afecto incondicional de su amiga de siempre: Luján Grisolía. Fiel a su bajo perfil, sólo "habló" a través de las redes sociales ("Gracias a todos por los mensajes y por todo el amor que me brindaron", escribió en su cuenta de Twitter) y eligió despedir a su padre a su manera: sin estridencias.

• Texto: Gabriela Grosso
• Fotos: Juan Eulogio Huerta y Movilpress