De la mano de Gael García Bernal, desfiló por la alfombra roja del Festival de Cine de Tribeca en Nueva York y contó cómo vive este gran momento profesional
1 minuto de lectura'
Semanas antes de "tomar por asalto" los Martín Fierro con su frescura y belleza, Justina Bustos (27) ya había causado sensación en una alfombra roja de Nueva York. Es que allí, en la misma ciudad en la que ocho años atrás decidió ser actriz, se estrenó Madly, un largo compuesto por seis historias de amor en el que la actriz cordobesa tuvo su primer protagónico bajo las órdenes de Gael García Bernal (37). "Lo primero que hice cuando me enteré de que estaba invitada fue investigar en Google cómo iba vestida la gente. Y me relajó que los looks que vi eran distendidos y ‘neoyorquinos’", le confía a ¡Hola! Argentina Justina, quien caminó la red carpet del Festival de Cine de Tribeca del brazo del ex de Dolores Fonzi.
–¿Cómo viviste tu primera vez en una alfombra roja de afuera?
–Fue igual que en los premios Tato del año pasado, a los que fui con el Chino Darín [Alex Puccio en la serie Historia de un clan, donde ella interpretó a su novia, Mónica Sorwick]. Posás, te sacan fotos y cuando entrás a la sala, ¡ya está!
–¿No te pusiste nerviosa?
–No sé si nerviosa es la palabra… Me lo tomé como un evento importante y mi intención era que fuese un día especial, sin corridas, pero no lo logré. Me levanté, desayuné con mi amiga que me alojó allá [la mannequin argentina Pilar García Solchaga] y fui a hacerme las manos y los pies. Almorcé con Benjamín Domenech [uno de los productores del film] y Gael y, como el encuentro se estiró muchísimo, tuve que correr hasta el hotel Grand Soho, donde me maquillaron y peinaron. Vino Pili a buscarme y fuimos juntas a un cóctel de la película, donde me tomé unas cervezas para caminar la red carpet relajada. [Se ríe].
–Durante la filmación de Madly, ¿te intimidó que te dirigiera un actor tan conocido?
–Fue tan arduo el proceso hasta que logré el papel [hubo un problema con la actriz que había "ganado" el rol inicialmente y fue elegida en segunda vuelta], que cuando llegué al rodaje ya no me daba nervios su presencia. Por suerte, tuve una buena conexión con Gael. Es muy buen director y eso me motivó muchísmo.
–¿Cómo es Gael?
–Es uno más, una persona muy simple y buena onda. Es tranquilo, divertido y humilde.
–¿Aprovechaste su buena onda para pedirle consejos?
–Sí. En un almuerzo me dijo que lea bien los guiones, que investigue bien a los directores con los que quiero trabajar, que sea paciente y que no agarre todo por agarrar nomás.
JUSTINA IN THE CITY
–¿Cómo fue volver a Nueva York, donde descubriste que querías dedicarte de lleno a la actuación?
–Esta fue la primera vez que viví la ciudad relajada. Cada vez que iba a Nueva York lo hacía con mucha ansiedad y viendo qué hacer, qué estudiar, cómo "maximizar" la experiencia. En esta ocasión me dediqué a disfrutar: caminé mucho, fui a ver bandas y me encontré con amigos. Viví Nueva York sin apuros.
–¿Te acompañó tu novio? [N de la R: se llama Mariano Bustillo, trabaja en una empresa de importación, es bisnieto del genial arquitecto Alejandro Bustillo, viven juntos desde 2014].
–No, se quedó en Buenos Aires porque tenía que trabajar y, aunque lo extrañé, estuvo bueno viajar sola. Fue una oportunidad para conectar conmigo misma.
–¿Aprovechaste para volver a tus lugares preferidos?
–Me encantaba Sway, un lugar donde pasaban música de The Smiths los domingos, pero no existe más. Pili me llevó a un restaurante nuevo, Kiki’s, que está buenísimo y lo voy a incorporar como favorito, pero no mucho más que eso: soy más de salir a caminar sin rumbo por Brooklyn…
–¿Cuál fue tu fórmula para construir tu propio camino?
–Si bien dejo actuar al azar, soy una persona enfocada. Me gusta tener objetivos: si no los tuviera, me resultaría difícil lograr cosas y avanzar. ¿Qué sigue? Tengo algunas cosas en agenda, pero después, a largo plazo, imposible saberlo. No tengo la fantasía de Hollywood, más bien sueño con protagonizar una película en Europa...
–A tu primera tapa, en ¡Hola! Argentina, a principios del verano, le siguieron muchas notas más. ¿Qué sentís cada vez que ves tu cara en el quiosco de revistas y te leés?
–Al principio fue fuerte. Yo no sabía que iba a ser tapa de ¡Hola!, por ejemplo, y fue "guau". No lo podía creer. Después me hicieron muchas notas más, me fui acostumbrando y llegué a la conclusión de que no deja de ser trabajo: viene de la mano de la actuación y a través de eso surge más trabajo.
–¿Cómo te estás llevando con la fama que va in crescendo?
–El otro día hablaba de eso con mi profesora de clásico, que me preguntó lo mismo. Lo de la fama es medio raro porque ando en colectivo, como todo el mundo, y nadie me reconoce, nadie se me acerca. Para mí la fama es flashes y lo cierto es que, todavía, no la siento en la calle. Por ahora, es algo que sigo viviendo como una espectadora más.
- Texto: María Güiraldes
- Fotos: Diego Zuko
- 1
De la elegancia de Zoe Saldaña y Sydney Sweeney a la felicidad de Miley Cyrus, tras su compromiso con Maxx Morando
2Yami Safdie: el consejo que le dio Chris Martin, qué piensa del odio que recibe en redes y su gran sueño
- 3
La noche de Mirtha: del look en negro de la Chiqui a la confesión sobre los llamados que le hace Antonio Banderas
4Guillermina Valdés reveló el motivo de su desencuentro con Tinelli: “No comparto la sobreexposición de los hijos”




