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Día a día se va sumando nueva información sobre lo que ocurrió en los momentos previos al doble asesinato del director cinematográfico Rob Reiner y su mujer Michele. Este viernes trascendió que el principal sospechoso, Nick, el hijo de ambos, había sido diagnosticado con esquizofrenia y que los medicamentos que estaba tomando lo hacían actuar de manera “errática y peligrosa”.
Fuentes cercanas a la familia le dijeron a TMZ este viernes que Nick, de 32 años, había estado bajo el cuidado de un psiquiatra por una enfermedad mental, y aseguraron que su comportamiento se había vuelto “alarmante” en las semanas previas a que sus padres hayan sido asesinados a puñaladas.

El mismo medio indicó que aproximadamente un mes antes de que se produjeran los asesinatos, los médicos habrían cambiado la medicación del hijo del realizador de Cuando Harry conoció a Sally.
Según se informó, Nick había recibido recientemente atención en un costoso centro de rehabilitación especializado en salud mental y problemas de adicción ubicado en Los Ángeles, debido a que el abuso de sustancias estaba empeorando su cuadro de esquizofrenia.
Lo cierto es que Nick, que vivía en la casa de huéspedes de sus padres en Brentwood, cuenta con antecedentes de violencia y abuso de sustancias. De hecho, según informa Page Six, fue ingresado a rehabilitación casi 20 veces y hasta ha llegado a vivir en la indigencia.
La tragedia que sacudió a Hollywood tomó estado público el domingo por la tarde, luego de que Romy, la hija de Rob y Michele, encontrara los cuerpos sin vida de sus padres. El director y su esposa habían sido apuñalados hasta la muerte en su casa y, según trascendió luego, les habían cortado la garganta. El médico forense del condado de Los Ángeles confirmó más tarde que la pareja murió a causa de “múltiples heridas por fuerza cortante” y concluyó que la causa fue un homicidio.

Esa misma noche, Nick fue arrestado cerca de Exposition Park en el centro de Los Ángeles, después de haber dejado evidencia llena de sangre en un hotel en Santa Mónica. El martes, fue acusado formalmente de dos cargos de asesinato en primer grado.
La noche anterior a los asesinatos, Nick y sus padres concurrieron a una fiesta en casa de Conan O’Brien. Según testimonios de testigos, la pareja no había querido dejarlo solo en su casa porque estaban preocupados por el comportamiento extremo y estresante que venía manteniendo en las últimas semanas.
Una fuente le informó al New York Post que en aquella fiesta Nick se comportó de manera extraña e incomodó a los invitados con extrañas preguntas, lo que provocó una discusión con sus padres. Esos mismos testigos aseguraron que durante el festejo el realizador les dijo a algunos amigos que estaba “aterrorizado” de que Nick pudiera hacerle daño.
El hijo del director, que se enfrenta a una sentencia máxima de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional o pena de muerte, hizo su primera comparecencia ante el tribunal el miércoles. Según informó Page Six, se presentó con el cabello despeinado y se mantuvo estoico y serio durante toda la audiencia, con la mirada fija al frente. Estaba esposado de pies y manos y vestía una bata antisuicidio (una bata acolchada, sin cuello, sin mangas, con aberturas ajustables en los hombros y en la parte delantera que se cierra con cierres de velcro).

Durante su comparecencia ante el tribunal, pronunció solo tres palabras: “Sí, su señoría”, confirmando que estaba seguro de que quería renunciar a su derecho a una lectura de cargos rápida. Tras la breve audiencia, su abogado Alan Jackson -letrado de Harvey Weinstein y Kevin Spacey- anunció a la prensa que su cliente comparecería ante el tribunal el 7 de enero. También pidió al público que no se apresure a emitir un juicio ni a sacar conclusiones precipitadas, ya que describió el caso como “muy, muy complejo y grave”.
Según especialistas en casos judiciales y letrados consultados por distintos medios, es muy posible que Nick se declare “inocente por insanía”; es decir, admitirá haber asesinado a sus padres, pero alegará que sus problemas de salud mental le impidieron comprender la naturaleza de su acto o que era ilegal en el momento en el que cometió el delito. De esta manera, buscará eximirse de responsabilidad penal y podría ser internamiento en un centro psiquiátrico en lugar de ser encerrado en una prisión.



