Pierce Brosnan habló sobre las muertes de su primera mujer y de su hija por un cáncer

A veces lo que no te destruye te hace más fuerte. Pierce Brosnan tuvo una infancia complicada: desde chico tuvo que aprender a afrontar las pérdidas. Su padre, a quien solo vio una vez de grande, dejó la familia apenas nació el actor y su madre tuvo que irse a Londres por trabajo. Entonces él se debió criar sin ellos, bajo la tutela de algunos parientes, en Irlanda.

Años después, Pierce conocería a Cassandra y adoptaría como suyos a sus dos niños (Charlotte y Christopher). En 1991, viviría una nueva pérdida, la de su mujer, quien murió a raíz de un cáncer de ovario y, 22 años después, su hija sufriría la misma suerte. Estas tragedias personales sacaron de Brosnan un costado diferente del que le es difícil escapar. En una entrevista con revista Esquire, el ex agente 007 admitió que a veces le cuesta ver el lado positivo de las cosas. "No miro el vaso mitad lleno. La oscuridad, la melancolía de perro irlandés viejo se sienta cerca mío cada tanto", dijo.

Con 63 años, el intérprete es padre también de Sean, de 33, producto de su relación con su primera mujer, y de Dylan, 20, y Paris, 16, a quienes tuvo junto a su actual pareja, Keely Shaye Smith.

LA NACION

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