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Tiene 53 años, y hace algunas décadas fue modelo y actriz. Es madre de tres hijos, divorciada, y actualmente vive en Silver Springs, Florida. Meghan (36) y Samantha son hermanas por parte de padre y vivieron juntas durante doce años en California. Hace unos meses, Samantha declaró que Meghan sería una gran incorporación a la familia real británica. "Es muy fuerte, muy expresiva, muy educada, llena de gracia. Creo que hará muy bien su papel. Los británicos y el mundo entero se sorprenderán", aseguró. Sin embargo, mucho se ha hablado de la relación de Meghan Markle y su hermana, sobre todo, desde que esta última escribiera The Diary of Princess Pushy’s Sister, un libro en el que revelaba secretos familiares. Samantha le aseguró al diario The Sun que diversos productores de Hollywood interesados en su historia la han buscado: "Me han contactado para venderles los derechos. Mi libro es más bien un viaje sociológico".

LA VILLANA DEL CUENTO
En 2008 Samantha fue diagnosticada con esclerosis múltiple y ahora utiliza una silla de ruedas. En la época en la que confirmaron su enfermedad, perdió contacto con Meghan y pese a sus declaraciones en distintos medios, lo cierto es que desde entonces se han distanciado. De hecho, Samantha entró a la esfera pública como la "villana del cuento". En 2016, cuando el romance entre Meghan y el príncipe Harry fue revelado, Grant lanzó comentarios ofensivos hacia su medio hermana. Aseguró que la ex actriz era una persona "ambiciosa, egocéntrica y narcisista", y desde pequeña quería convertirse en princesa al ver a los royals en la televisión. Sin embargo, ni esos ni otros dardos lanzados por Samantha y otros miembros de su familia han logrado empañar el amor entre los ahora duques de Sussex. En noviembre de 2017, la "pareja real del momento" anunció su compromiso con un posado en el jardín blanco del Palacio de Kensington, dedicado a la memoria de la princesa Diana.
"NO TENEMOS RELACIÓN"
Gran Bretaña estaba de fiesta con la noticia. Samantha no tanto. ¿El motivo? No estaría invitada a la boda. "Es una falta de respeto", escribía molesta en sus redes sociales. "Nuestro problema no es una cuestión de cercanía. Familia es familia… (La invitación) no la exijo ni la espero". Pero ¿por qué habrían de ser invitados si no existe una relación entre Meghan y su familia paterna? Al menos así lo confirmaba Samantha un día antes de la gran boda: "No tenemos relación ahora; ella no lleva una relación que yo sepa con nadie de la familia…". Más cerca de la boda, Samantha cambió de actitud: de repente, todo era amor. Durante su aparición en el matutino Good Morning Britain, describía a su hermana como "adorable". "Solamente quiero decirte que te amo y que estoy más que feliz por ti. Brindo por una vida maravillosa", continuaba.
LO ÚLTIMO: UN ACCIDENTE DE TRÁFICO
Sólo dos días antes de la boda, Samantha tuvo que ser hospitalizada tras sufrir un accidente de tráfico al intentar esquivar a un paparazzo mientras pasaban por un peaje en el estado de Florida. Luego de chocar contra una barrera de cemento, la hermana de Meghan se estrelló contra el parabrisas y cayó en el hueco del asiento del copiloto, de donde fue incapaz de levantarse por la esclerosis múltiple que padece. ¿El resultado? Una rodilla y un tobillo rotos, de los que ya se recupera en su casa.



