Soledad Pastorutti: "Mis hijas van al mismo colegio público al que fuimos mi hermana y yo"

De repente, la vida de los Pastorutti se vio convulsionada: la más grande de las hermanas, Soledad , se convirtió en un fenómeno de masas después de haber cantado -y revoleado el poncho con una energía apabullante- en el Festival de Cosquín de 1996. Sin embargo, más allá de las primeras turbulencias, la vida de esta familia establecida en Arequito parece haber seguido sin grandes sobresaltos.

En principio, más allá de algún intento de la jurado de La Voz Argentina de vivir en Buenos Aires -por cuestiones de comodidad y trabajo- la paz de aquel pueblo que la vio crecer y en el que conoció a su marido, Jeremías, sigue siendo importantísima para ella.

Tanto, que es el lugar en el que elige criar a sus hijas, Antonia y Regina. "Probé la experiencia de vivir en Capital y cuando fui mamá, decidí que mis hijas se criaran en el campo y que tuvieran una niñez sana y libre como la que tuve yo", le contó la Sole a la revista Paparazzi.

La elección contempla, también, que las niñas puedan compartir sus días con los demás chicos del pueblo de 6800 habitantes. "Los días de Antonia y Regina en Arequito son como los de cualquier niño criado en un pueblo del interior. Van al mismo colegio al que fuimos Natalia y yo y no tienen doble escolaridad, porque eso no existe acá", reveló.

"Es una escuela pública y van todos los chicos de diferentes clases sociales. Eso se puede hacer aún porque al ser tan chiquito el pueblo, nos conocemos todos", finalizó.