Stefanía Roitman: su primer protagónico en cine, el “tiempo” que le pidió a su marido y cómo la afectan los rumores
En medio de su visita a la Argentina, la actriz e influencer habló sobre el sueño de tener su propia película, cómo es su matrimonio a distancia con Ricky Montaner y cómo la afectan los rumores de embarazo o separación
15 minutos de lectura'


En 2019, un “me gusta” de Ricky Montaner en Instagram cambió su vida para siempre. Lo que vino después fue como un tsunami irrefrenable: viajes, una convivencia obligada por la pandemia, una mudanza definitiva a Miami, un compromiso sorpresa y una boda de cuento en la Argentina. Y mientras vivía su propia historia de amor, su carrera se ponía en pausa. “Estaba construyendo mi carrera y fue... ‘me voy a vivir afuera’”, recuerda Stefi Roitman sobre su flechazo con Ricky Montaner.

Su espíritu inquieto hizo que Roitman -que saltó a la fama por ganar un concurso de moda- saliera de la comodidad de su lujosa vida en Florida y buscara conquistar nuevos públicos en Los Ángeles, Madrid y México. Sin embargo, su gran sueño llegó hace poco cuando le ofrecieron protagonizar Ciudades de refugios, una película argentina que se estrenó el pasado 4 de diciembre. “Es una película nacional hermosa, con gente muy talentosa. Me da mucho orgullo decir: ‘tengo mi película’. Argentina es increíble, me recibieron tan bien. Estoy tan feliz de ser argentina”, confiesa la modelo, actriz e influencer mientras asegura que fue un desafío para ella su rol de policía.
-Durante mucho tiempo soñaste con hacer una película en la Argentina, ¿cómo lo estás viviendo?
-¡Feliz, feliz de estar acá! Lo soñaba mucho. Honestamente desde muy chiquita que trabajo para que suceda esto. Admiro mucho el mundo cinematográfico, lo consumo, lo estudio, entonces siempre era “¿cuándo me toca a mí ponerme de ese lado?”.
-¿Trabajaste mucho este personaje?
-Sí, lo preparé con Dalia, que es mi coach. Fue un acompañamiento muy importante de la mano de un autoconocimiento muy grande que tuve que hacer para ver qué más había dentro mío porque es un personaje que nunca había hecho. Me desafió mucho encontrar qué iba a agarrar de Stef y prestarle a Domig para que sea esta mujer fuerte, pero también sutil. Yo hablo hasta por los codos, soy muy gesticulosa entonces fue un trabajo desde lo minucioso, de encontrarme a mí sin miedo. Yo con la ira no me llevo muy bien. Soy muy llorona, muy risueña, pero la ira y el enojo no lo tengo tan manejado; me asusta mucho. Y esta era una tipa que venía un poco enojada con la vida. A la hora de ver la peli, no me reconocí y mucha gente me dijo lo mismo: “No te vi a vos”. Eso fue muy lindo y muy vertiginoso también porque es la primera vez que estoy protagonizando.
-¿Cómo te llegó la propuesta?
-En 2023, me escribe el director que me quería para un personaje en particular. O sea, no hubo casting. Me dijeron: “Él creó a Domig pensando en vos”. Así que llegó como un regalito. Yo estaba en un momento en el que tenía muchas ganas de seguir filmando, pero no había aparecido la oportunidad que me tentara. Disfruté mucho este rodaje, el estar en mi país porque yo quiero trabajar acá.
-¿Qué pasó cuando te viste?
-La primera vez me incomodé un poco [risas], pero en el preestreno que hicimos en Córdoba, lo re disfruté. Sentí una paz. No estoy pensando qué van a decir, estoy feliz con lo que hice con las herramientas que tenía hace dos años. No soy la misma Stef de 2023, me sigo construyendo, sigo creciendo, pero lo que vi me encantó. O sea, dejando la autocrítica de lado; me encantó.
-¿Leés las críticas?
-Sí, pero no me molestan. Si es una crítica constructiva, está bien que suceda. Sería raro que a todo el mundo le parezca increíble.
¡Luz, cámara, acción!
-¿Cómo fue rodar en varios lugares de la Argentina?
-Fue muy rico. El personaje creo que se formó también gracias a esos paisajes como Mendoza y Córdoba; ayudaron en la construcción no solo del personaje sino de toda la peli. Fueron dos meses. Si bien Ricky me vino a visitar, estuve mucho tiempo sola. Igual con el equipo de producción de la peli, mis compañeros y las chicas de vestuario, make up y pelo fue un placer. Yo soy muy de hacer comunidad, donde sea que voy me quiero sentir en familia.
-¿Qué va a encontrar la gente cuando vea la película?
-Lo que a mí me gusta del cine -y del arte en general- es el entretenimiento. El salir un poco de la rutina, de la realidad que nos atraviesa (que a veces es pesada). Cada uno tiene su mundo, su día a día y la verdad que tomarse un ratito para ir al cine o para ver algo en tu casa que te haga pensar en otra cosa, que te despierte un pensamiento es genial. Yo creo que es una peli súper interesante porque tiene muchas capas. Se llama Ciudades de refugio y está basada en un versículo bíblico. Las ciudades de refugio eran lugares donde iban los homicidas involuntarios, gente que había cometido errores y que no los juzgaban, pero iban a esa ciudad para ser juzgados, para ver si efectivamente se habían comportado mal o no.
-¿Cuánto tenés de esta mujer policía?
-Creo que puedo identificarme en esto de resolverse a ella misma porque después nada que ver. Yo soy muy expresiva, muy risueña y muy positiva. Esta oficial es más seria, atravesó heridas; yo también pero diferentes. Creo que me parezco en que somos dos mujeres fuertes, que vamos al frente, que hay un obstáculo y no me importa qué hay que hacer. Hay algo de mi intuición que me lleva para adelante a enfrentar lo que sea. Y ella es así.
-Bueno, la vida te ha llevado a enamorarte de un día para el otro, dejar la Argentina, casarte...
-Sí, es verdad. Yo dejé una Stef en 2019 y, si bien a todos nos atravesó la pandemia, a mí me tocó como desenraizarme de Buenos Aires. Estaba construyendo mi carrera, había hecho Simona, conducciones con diferentes canales, trabajaba con muchas marcas y fue “me voy a vivir afuera”. Bueno, en realidad me quedé varada y me enamoré. Después, me pidieron matrimonio; fue como una seguidilla de cosas que me dejé llevar.

-¿Te molestó cuando se filtró que te casabas?
-Sí, me puse a llorar. Estaba re triste porque no sé manejar eso. Me acuerdo perfecto el momento en el que me llegó un mensaje de Ángel de Brito que decía: “Che, ¿te casás?”. Y yo: “Se enteraron. ¿Cómo se enteraron si solo se lo conté a mi gente?”. Si no respondí mensajes fue porque no sabía qué responder; lejos estoy de ser una persona que no responda. Pero yo no quería que lo digan antes de postearlo. Bueno, no respondí y al otro día en Twitter decían: “Se casan”.
-¿Y Ricky qué decía?
-No le gustó tampoco, pero me decía: “Puede pasar”. También lo pienso para los embarazos, pero lo manejaría diferente. Si llegara el dato, diría: “Sí, es verdad; bánquenme”. Uno aprende. Yo en el momento no sabía qué responder y cuando se empieza a viralizar todo me molesta. A mí me costó mucho cortar el cordón con la Argentina. Me fui y me importaba mucho lo que pasaba acá y lo que digan de mí.

-Entraste en una familia (con todo lo que significan Los Montaner) que seguro te ubicó ante la mirada de gente que vos desconocías. ¿Cómo lo transitaste?
-Me costó un montón. Obvio que hice terapia; terapia siempre [risas], pero era día a día. De hecho, me llevó mucho tiempo darme cuenta de eso. No fue algo que pude deducir en el momento. Creo que hasta el día de hoy sigo dándome cuenta con quién me casé, qué acarrea eso y con qué viene acompañado. Para mí es todo maravilloso, pero siempre te encontrás con gente que te juzga un poco más porque no te conoce. Mi esposo me dice: “Hay mucha gente que me conoció a mí en la Argentina por vos”. Yo trabajo hace un montón, trabajé mucho con las redes, con mi canal de YouTube.
-Hubo un momento donde, además de acompañar a tu pareja, dijiste: “Quiero realizarme yo”. ¿Es cierto que le dijiste a Ricky que necesitabas tomarte un tiempo?
-Está bueno aclararlo porque eso fue en un podcast. Yo hablaba que desde 2020 hasta 2022 vine mucho a la Argentina. Hice La Voz, estuve mucho con la familia, pero después, al no venir tanto, empecé a pensar esta cosa de: “Ok, ¿qué voy a hacer? Todo lo que hice hasta ahora está buenísimo, pero quiero más”. Entonces en ese proceso de reconectarme con mi actriz y volver a enfocarme más en mí, me di cuenta que necesitaba salir un poco a buscar eso; algo que en Miami no estaba encontrando. De repente en Los Ángeles sí, en Madrid sí, en Buenos Aires y en México sí. Podría elegir quedarme cómoda en casa y hacer las cositas que vayan llegando, pero yo soy una persona que sale a buscar. Yo te toco la puerta, te escribo un mensaje: “Me interesa trabajar con vos”, “tomémonos un café”. Entonces fue: “Mirá, mi amor, necesito irme a España un tiempo porque a mí me está pasando esto que no tiene nada que ver con el matrimonio” y él lo entendió perfecto.

-Acá todos lo vieron como “alguien del clan se revela”...
-¡Es cero clan! Hay tanta independencia, mucha autonomía, mucha diferencia. Estamos mucho tiempo juntos porque nos encanta. Pasa que en esta imagen de familia y pareja, de repente yo estoy un poquito más loca [risas]. Ricky también, él mismo dice que es la oveja negra de la familia. Entonces por ahí choca un poco y piensan: “¿Pero si está casada, cómo va a ser eso?” Mi esposo me apoya y yo lo apoyo a él; así que me fui y él vino a visitarme. Íbamos y veníamos, así desde marzo hasta julio.
-¿Qué hiciste allá?
-Una peli española y un podcast que se llama El podcast más lindo del mundo. También hice cursos, conocí actores y directores, y eso fue consecuencia de hacerme cargo de mi individualidad. Eso es lo bonito de una pareja sana que se apoya. A mí lo que más orgullo me da es la pareja que estoy formando con Ricky; la familia en realidad. Pero entiendo que no se comprenda al verme sola, saliendo con mis amigas. Lo voy a seguir haciendo mientras que a mi esposo no le joda.
Rumores, celos y fans...

-¿Sufriste mucho cuando se te vinculó con Nico Furtado?
-No o sea me da fiaca o tristeza tener que salir a decir algo cuando no hay nada que explicar. Nunca fui a tomar nada sola con Nico. Compartimos amigos, compartimos gente en común pero, de ahí a que venga una piba a hacer ese video donde ni nos vemos juntos, donde yo estoy saliendo de una panadería, nada que ver. Pensaba que estas fake news estaban basadas en algo, pero esto no está basado en nada. O sea, ¿por qué salen a decir eso? ¿Para qué? Todos los meses me separan o me embarazan. Cuando sea verdad, no me van a creer [risas]. No sé, es raro lo que me pasa con esas cosas. No me afecta tanto, pero no quisiera que estén porque es información que no me suma y que no va de la mano con mi personalidad.
-¿Qué dijeron en la familia?
-La gente de nuestro entorno sabe perfecto las cosas como son, pero igual se genera como una energía que siento que no suma. A veces yo trato de hacer un mea culpa y ver qué puedo cambiar para que no vuelva a pasar porque la verdad que no tengo ganas de que se hable de eso y menos porque no soy farandulera, no me gusta pelearme con nadie. Pero bueno, aprendí que cada vez voy a ser más hermética con todo, me tengo que cuidar de todo ahora. Ni siquiera sé si es la fórmula porque yo soy como soy y no me sale ser de otra manera.
-¿Cómo es ser la mujer de un músico que se la pasa de gira?
-Yo no me entero de nada [risas]; soy muy relajada. Igual, hay cosas que hay que organizar con tiempo y estoy aprendiendo porque yo soy más lanzada. Si puedo acompañarlo a sus shows, mejor. No me canso. Es el único artista -junto a mi suegro y a Camilo- que me quedo hasta el final. Es una gozadera. Son increíbles como conectan con la gente, las canciones. Para mí es un planazo.

-Seguramente descubriste el mundo del fans club, ¿cómo es esa relación?
-Las amo. Tanto al fandom de Mau y Ricky como al mío. Yo también tengo mi grupete. Me acompañan cada vez que vengo a la Argentina, están pendientes, me bancan en cada proyecto y eso es muy lindo porque se va creando una comunidad de gente que te apoya, ya sea porque se siente identificada, porque hay algo que dijiste que le llegó o porque le gusta tu trabajo. Es un mundo súper lindo en el que te sentís acompañada.
-¿Sos celosa?
-Sabés que no... Si hay razones, clarooo... Pero no por mi marido, yo confío plenamente, pero si veo que hay una situación de alguien que se está pasando de la raya...
-¿Pusiste límites alguna vez?
-Sí. Me pasaba más antes cuando estábamos recién de novios o precasados, pero más que poner los puntos yo soy más de clavar la mirada. Te doy la chance de que te retires o te bajes de esta. Con la ira no me llevo bien, confrontando tampoco, entonces soy más de la mirada, de la charla. Capaz que no me voy a recalentar, pero te lo voy a decir para descolocarte y que veas que hacés con esto. En casa no se grita, por ejemplo. Yo ya no grito más.
-¿Cómo hacen para mantener la pareja a la distancia?
-Hablamos mucho. Nosotros nos hablamos todo el día; de hecho seguro me está escribiendo en este momento [risas]. “¡Estás muy guapa hoy, mi amor!”, me escribe. Ese es mi esposo. De ahí para arriba...
-¿Y en la casa sos muy relajada?
-Sí, demasiado. Los dos somos así, pero no somos enquilombados. Si Ricky dejó una taza arriba en el cuarto y yo dejé un tenedor sin lavar o la casa está medio patas para arriba, somos cero de reclamar. Nunca vamos a tener un problema por dejar la toalla tirada; cero.
-¿Son de regalarse mucho?
-Sí, detallitos. A mí me gusta mucho el detalle como meterle un mensajito en la valija o el chocolate que le gusta o él me espera con algo en casa. Hay mucho detalle en el día a día aunque no sea nada material. A veces es un mensaje de: “Que te vaya súper” por eso yo creo que hablamos mucho porque nos hace bien.
“Estamos agradecidos”
-¿Te gustó formar parte del reality de Los Montaner?
-Sí, mucho. Le fue muy bien, la cantidad de gente que lo vio fue una locura. Estamos agradecidos hasta el día de hoy. La gente sigue pidiendo la tercera temporada, pero por el momento no hay.
-¿Montaner se va a despedir alguna vez?
-Pero estuvo dos años en pausa, lo que pasa es que pasó rápido [risas]. Ahora viene el 21 de febrero al Movistar Arena. Vamos a ver si venimos. Estamos viendo cómo coincidimos con todo, pero yo a mi suegro siempre lo quiero ver.
-¿Fue difícil no verlo dos años arriba de un escenario?
-Sí, se extraña verlo, pero lo vi tan feliz siendo abuelo, disfrutando de sus nietos, disfrutando de otras cosas. Él es un tipo muy trabajador, muy jovial, tiene un espíritu que es increíble entonces fue muy lindo también verlo en ese proceso de trabajar en otras cosas, disfrutar de otras cosas como la familia, viajar a lugares que a él le gustan, hacer cosas que le gustan.
-Acaban de volver de un viaje en familia, ¿todos los años se dan esas escapadas para los cumpleaños, ¿no?
-Sí, a mí me tocó un cumple con toda la familia con mis papás; éramos una banda enorme y lo disfruté mucho. Fue un cumple muy especial. Y ahora de nuevo nos fuimos (los que podíamos) a pasar el Día de Acción de Gracias (una celebración que no se hace en la Argentina, pero es muy linda; una excusa preciosa para agradecer, para recordarnos cosas lindas). Cuando podemos, lo hacemos. A principio de año, para la renovación de votos de Evaluna y Camilo también nos fuimos.
-¿Con cuánto tiempo de anticipación se organiza eso?
-Con bastante tiempo porque tenemos agendas complicadas. De hecho, ahora estamos pensando para agosto 2026 algo. Ahí sí soy ordenada porque ya es toda la familia.
-¿Es un mito eso de que viven todo el día juntos o que los domingos sí o sí nadie puede faltar?
-No, el que puede, puede, y el que no, no está; somos re relajados. Si estamos juntos es porque nos encanta. Eso lo traigo de mi casa. En mi casa, somos re familieros, re amigueros y yo quiero estar. Si pudiese estar en Buenos Aires, Miami, Madrid; lo haría. Entonces estamos mucho tiempo juntos porque queremos, no por obligación.
1Se difundió el primer parte médico de Christian Petersen: “Falla multiorgánica”
- 2
Tras el asesinato, los hijos de Rob y Michele Reiner rompieron el silencio: “Las palabras no alcanzan”
- 3
Los 90 años de Luis Landriscina, radiografía de un artista imprescindible, el excelso narrador del ser nacional
- 4
Christian Petersen fue internado de urgencia en San Martín de los Andes: su estado es delicado





