Valeria Bertuccelli dio más detalles sobre los malos tratos de Ricardo Darín: "Nadie puede hacer su trabajo entre gritos e insultos"

Valeria Bertuccelli volvió a hablar de la tortuosa relación que tuvo con Ricardo Darín cuando ambos protagonizaban la obra Escenas de la vida conyugal y de cómo se sintió con las repercusiones de sus dichos. "Trabajaba en situaciones muy tensas: con gritos, puteadas, pésimo clima de trabajo. Alguna vez escuché decir a alguien en la tele ´ay, pero por unos grititos´ y pensaba que naturalizar eso, ese maltrato, es un error enorme. Nadie puede hacer su trabajo entre gritos e insultos", dijo en una entrevista con Página 12.

En cuanto a los cuestionamientos que recibió tras hablar sobre Darín, Bertuccelli dijo: "La sensación fue como una golpiza, del tipo ´te vamos a dar para que te calles y no se te ocurra volver a hablar´. Estoy volviendo a hablar por eso. A pesar de que me da mucho miedo, pero si no atravieso ese miedo, me va a destruir la vida igual. Simplemente porque estoy diciendo la verdad".

Según detalló, Darín profería insultos y gritaba en bambalinas cuando ella estaba en escena. "Obviamente eso atenta contra tu trabajo -explicó-, traté de hacerlo como pude porque pensé que se había caído una luz o algo y cuando terminé y le pregunté qué pasaba me dijo ´es que están tosiendo, te distraen, son unos hijos de puta´. Eso pasaba continuamente: estar en escena y escuchar puteadas de él atrás".

Bertuccelli contó que ella luego lo llamaba y le decía que así no podía trabajar: "Él me decía ´estás loca, ¿qué te pasa? Estás loca´. Al rato me mandaba un mensaje: ´Perdoname, mañana hablamos´. Al otro día venía a mi casa, me pedía disculpas llorando, me decía: ´Yo te adoro a vos y a toda tu familia´ y yo le decía ´bueno, mirá, no estoy pudiendo trabajar, tiemblo mientras actúo´ y él me daba la razón. Una vez llegó a decirme: ´El problema es que sos demasiado inteligente´".

Además, explicó que cuando el actor se enteró de que ella renunciaba a la obra, en una de las últimas funciones, en la escena donde había pautado un empujón, él lo hizo con más fuerza que otras veces. "Desde que yo dije que me iba hasta que hice mi última función todo fue peor. Hasta que pasó esa última semana de la obra donde en una escena había un empujón y me empujó más fuerte de lo que debería haberlo hecho", señaló.

Incluso, la actriz indica que desde que habló del "destrato" de Darín, cada vez que la entrevistan le preguntan por eso y no tanto por su film La reina del miedo. "Entonces empecé a sentir que es una manera de reducirme -explicó-, y de reducir a las mujeres, tremenda. Yo presenté mi película que escribí, dirigí y actué, me fue bien afuera, fue bien de público, tuvo un premio importante y me seguían preguntando por eso, entonces si no salgo a hablar estamos todas en el horno. Y la verdad es que me golpeó mucho, pero a la vez ahora, siento que hagan lo que hagan, inventen lo que inventen, nada cambia lo que sucedió".

En cuanto al apoyo que recibió el actor por parte de actrices que defienden la causas feministas como Dolores Fonzi y Griselda Siciliani, dijo: "Me dolió. Porque aparte ninguna estuvo ahí. Pero más allá de eso no quiero de ninguna manera verlas como enemigas. Entiendo que es como funciona el patriarcado: romper lazos de solidaridad entre las mujeres".

Sobre los dichos de Norma Aleandro–la directora de la obra, que aseguró que no estaba al tanto del maltrato de Darín– dijo: "Me sorprende mucho. No sé por qué lo dijo, pero si sé que la obra sigue hasta el día de hoy: son un equipo de trabajo. (...) Me dolió mucho sentir que todo fue reducido a un chisme de programas del corazón. Yo no dejo que nadie me maltrate, no hago nada con lo que no esté artísticamente de acuerdo y me bajé de un éxito y sobre eso nadie, absolutamente nadie, dice nada y reducen todo a una disputa entre machos. Imaginate si hoy pasa todo esto, ¿qué hubiera pasado cuatro años atrás?".

Además, cuestionó que la hayan querido silenciar y habló del feminismo: "En un programa llegaron a decir ´con Darín, no´ y yo pensaba ¿por qué? Es aceptar que hay vacas sagradas y también dar por sentado que con Darín no pero con nosotras sí. Yo soy una mujer grande, tengo 48 años, no tengo ganas de que nadie me boludee, punto (...) Parece que la que se arma es que pase lo que pase, vos sos culpable. Eso se tiene que terminar (...) Siento que me queda gigante la palabra feminista pero voy entrando y fue lo que me sostuvo, desde directoras, actrices, periodistas, mujeres en la panadería. No me pasó que una sola persona en la calle me dijera ' no me gustó lo que dijiste´. Yo ya me siento rodeada por el escudo feminista".