
Receta repetida que ya no causa efecto
"Número de suerte" ("Lucky Numbers"/1999). Presentado por UIP. Dirección: Norah Ephron. Con John Travolta, Lisa Kudrow, Tim Roth, Ed O´Neill, Bill Pullman y otros. Guión: Adam Resnick. Fotografía: John Lindley. Música: George Fenton. Duración: 104 minutos. Calificación: sólo apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: Regular
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Si a esa insaciable licuadora que abarca todo el género de la comedia norteamericana se le coloca un muchacho bien parecido, dinámico y simpático, una joven seductora, preferentemente rubia, y se le agregan algunas gotas de romance y picardía y una historia pasatista que nunca obligue al pensamiento profundo, se obtendrá una receta que repite esquemas archiconocidos desde que el cine es cine.
Al batir todos estos ingredientes se obtiene como resultado "Número de suerte", ya que esta producción dirigida por la hábil Nora Ephron (de su filmografía vale recordar "Sintonía de amor", un éxito de taquilla) no pretende más de lo que da. Y lo que da, lamentablemente, no es mucho.
Vayamos a su trama: Russ es un célebre animador de televisión que, frente a las cámaras, anuncia el pronóstico del tiempo. Cuando comienza el relato está a un paso de quedarse sin nada, ya que su negocio de motos de nieve está a un paso de la bancarrota y, como atracción televisiva, va perdiendo muchos puntos de audiencia.
Desesperado por revertir su ruina financiera y profesional se asocia con Crystal, encargada de extraer las bolillas de lotería de la estación de televisión, y ambos se enredan en un plan para quedarse con el premio mayor de la lotería. Los números salen como tenían que salir, es decir, ganan una fortuna, pero bien pronto su plan se convierte en un desastre, ya que el proyecto, a un paso de la realidad, comienza a escapárseles de las manos y el juego se vuelve violento.
Como se puede apreciar, el relato no escapa a esa interminable lista de films en clave enredada y presuntamente divertida a que nos tiene acostumbrados la cinematografía de Hollywood. En esta oportunidad toda las calamidades giran en torno de un John Travolta que maneja los hilos del disparate con eficiencia y simpatía y de una Lisa Kudrow atractiva y desenvuelta.
Simpáticos a la fuerza
Desde el principio al fin el guión se propuso recorrer el camino de ese fraude urdido por la pareja y que tuvo como antecedente un sonado caso verídico ocurrido en 1980 en Pennsylvania. Pero su principal objetivo no era retratar un hecho policial sino, apenas, ofrecer una especie de farsa acerca de las aventuras y desventuras de esa pareja que, pese a su acto fraudulento, mereciera el apoyo del público. La realizadora, encargada de agitar toda esta historia en la licuadora de lo obvio y ya conocido, apunta al desborde sin atenuantes, a la travesura más ingenua y a captar la sonrisa del espectador. A veces, logra esto último gracias a la labor de su pareja central y de la destreza del resto del elenco, del que se destacan el siempre eficaz Tim Roth, que saltó a la fama a partir de su intervención en "Tiempos violentos", de Quentin Tarantino, y al sobrado oficio de Bill Pullman.
La restallante fotografía y la movediza banda musical son otros elementos que juegan en favor del film. De un film que, sin escapar a las reglas establecidas por la industria, puede entretener a los espectadores. Sobre todo si éstos concurren a las salas con la única pretensión de ver una comedia que calca a lo mucho que, dentro del género, proviene de guionistas norteamericanos que, a estas alturas, ya se copian a sí mismos.




