
Seis años sin Niní
El lunes 18 de marzo se cumplieron seis años del fallecimiento de la genial artista
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Su ingenio y simpatía hicieron reír a varias generaciones de argentinos y su éxito se extendió por toda América latina. Supo interpretar mejor que nadie a los inmigrantes de principio del siglo pasado con personajes y diálogos que ella misma creaba. Hace seis años se bajaba el telón en la vida de una humorista que marcó a fuego la época de oro del espectáculo nacional.
Niní Marshall nació el 1° de junio de 1903 con el nombre de Marina Esther Traverso en el barrio de Caballito, en el seno de una familia de clase media.
Ni bien terminó la secundaria, se casó con el ingeniero Felipe Edelman, con quien tuvo a su única hija, Angeles.
El matrimonio se disolvió por la debilidad de Edelman por el juego, que lo llevó a perder todo su dinero y valores. Fue entonces cuando Niní, sola y con una hija a cargo, se dio cuenta de que debía ganarse la vida por sus propios medios. Y fue así cómo comenzó su carrera.
Si bien poco antes de terminar el magisterio ya escribía para un semanario, en los años ’30, consiguió hacerse cargo de la columna “Alfilerazos”, en la revista de espectáculos Sintonía, la cual firmaba con el pseudónimo de Mitzi. Además, también comenzó a participar en un programa de radio “La voz del aire”, donde interpretaba al personaje de la cancionista internacional, Ivonne D’Arcy, en el cual demostraba su lado humorístico.
Al poco tiempo y cuando ya comenzaba a hacerse conocida, se casó por segunda vez con Marcelo Salcedo.
La veta artística y el talento comenzaron a hacerse evidentes por lo que decidió cambiar su nombre por otro que estuviera más acorde con su nueva vida entre bambalinas y estudios de radio.
A “Niní” ya la llamaban así desde niña, como apócope del diminutivo Marinita. El apellido artístico surgió como resultado de tomar las tres primeras letras de su nombre y las del apellido de su segundo marido. No contenta con eso, decidió refinar el apellido y agregarle una “h”. Quedó así conformado el nombre Niní Marshall.
Poco a poco, Niní fue teniendo mayor participación en los programas de Radio Municipal y fue entonces cuando nació uno de los personajes que la llevó a obtener el reconocimiento del público: Cándida, la mucama gallega, que surgió de tanto imitar a la empleada doméstica que trabajaba en su casa.
Esta creación llamó la atención del actor Juan Carlos Thorry que le solicitó que lo acompañara en su radioteatro. Thorry más tarde se convertiría en un gran amigo de Niní y conformaría con ella un dúo que conquistaría numerosos éxitos.
A Cándida le siguió otro de sus personajes desopilantes, Catita, una chica de barrio que hacía todo lo posible por parecer culta y refinada, logrando el efecto contrario, por supuesto. Como en todas sus creaciones, Niní escribía sus libretos y se inspiraba paseando por las veredas de los conventillos, el mercado o viajando en colectivo.
En 1938, el director de cine Manuel Romero decidió llevar a Catita a la pantalla grande en el film “Mujeres que trabajan”, que marcó su debut cinematográfico y se convirtió en un éxito.
A lo largo de su carrera filmó 37 películas, entre ellas “Hay que educar a Niní” (1940), “Cándida millonaria” (1941) y “Catita es una dama” (1956).
Tras el golpe de estado del 4 de junio de 1943 comenzó a tener problemas con los políticos. Fue criticada por “contribuir a la deformación del idioma que el pueblo no podía discernir”. El gobierno de Juan Domingo Perón dio la orden de rescindir los contratos cinematográficos de Niní tras tener problemas con su esposa Eva.
Por todos esos motivos, y ante la probabilidad de ser prohibida, la actriz decidió exiliarse en México, dejando en Buenos Aires a su segundo marido, Marcelo Salcedo.
Su histrionismo y locuacidad cautivaron enseguida al pueblo mexicano y su fama se extendió por toda América latina. Fue en las tierras aztecas donde Niní encontró a su tercer amor Carmelo Santiago, con quien se casó en 1953.
El regreso al país
En 1955 emprendió su regreso a la Argentina, donde continuó trabajando junto con Thorry.
Realizó espectáculos teatrales como “Coqueluche” y “Y se nos fue redepente” y en televisión trabajó en los programas de Carlos Perciavalle y Antonio Gasalla.
Tras la obra “¿Quién apagó la luz?”, que protagonizó junto a Jorge Luz, Niní decidió despedirse de los escenarios.
En 1985 recopiló sus recuerdos y experiencias en el libro “Mis memorias”.
Luego, Niní recibió numerosos homenajes: en 1989 fue nombrada Ciudadana Ilustre por el gobierno del Partido Justicialista de la Municipalidad de Buenos Aires; en 1992, la Asociación Argentina de Actores le entregó el Premio Podestá y sus textos fueron utilizados en la obra “Mortadela” protagonizada por Marilú Marini que se estrenó en París y en Buenos Aires con un rotundo éxito.
Niní falleció a los 92 años el 18 de marzo de 1996 como consecuencia de una enfermedad respiratoria. Sin embargo, sus personajes, su humor y su talento permanecerán inalterables en la memoria de los argentinos.
Sus personajes más queridos
Cándida Loureiro Ramallada: era una gallega con poca educación y algo insolente
Catalina Pizzafrola (Catita): recreaba a la típica representante del conventillo porteño, prepotente , indiscreta, de hablar inculto.
Doña Pola: representaba a una viejita judía, dueña de la tienda “Los tres hemisferios”
Mónica Bedoya Hueyo Picos Pardos de Unzué Crostón: era la típica bienuda de Barrio Norte
Belarmina Cueio: era una joven provinciana y mucama de la Niña Jovita, la sirvienta haragana
La niña Jovita: una vieja y enamoradiza solterona
Gladys Minerva Pedantoni: era la “traga” de la clase, muy vanidosa y chupamedias
Doña Caterina Gambastorta de Langanuzzo: era la abuela de 90 años de Catita
Don Cosme: un italiano de voz ronca. Niní debió abandonar este personaje por consejo de su fonoaudiólogo
Lupe: una joven mexicana sufrida y enamorada de su esposo, que es borracho y vago
Mingo: era el hermano de Catita , un chico muy travieso
Filmografía
En Argentina:
Mujeres que trabajan (Romero, 1939)
Divorcio en Montevideo (Romero, 1939)
Cándida (Bayón Herrera, 1939)
Casamiento en Buenos Aires (Romero, 1940)
Los celos de Cándida (Bayón Herrera, 1940)
Hay que educar a Nini (Amadori, 1940)
Luna de miel en Río (Romero, 1940)
Yo quiero ser bataclana (Romero, 1941)
Orquesta de señoritas (Amadori, 1941)
Cándida millonaria (Bayón Herrera, 1941)
La mentirosa (Amadori, 1942)
Cándida, la mujer del año (Santos Discépolo, 1943)
Cármen (Amadori, 1946)
Madame Sans Genes (Amadori, 1947)
Santa Cándida (Amadori, 1946)
Una mujer sin cabeza (Amadori, 1947)
Buenos Aires canta (Producción Sucesos Argentinos, 1947)
Porteña de corazón (Romero, 1948)
Mujeres que bailan (Romero, 1949)
De regreso al país
Catita es una dama (Saraceni, 1956)
Cleopatra era Cándida (Saraceni, 1964)
Escándalo en familia (Porter, 1967)
Ya tiene comisario el pueblo (Carreras, 1967)
La novela de un joven pobre (Cahen Salaberry, 1968)
Vamos a soñar con el amor (Carreras, 1971)
Que linda es mi familia (Ortega, 1980)
En España:
Yo no soy la Mata Hari (Perojo, 1949)
En México:
Una gallega en México (Soler, 1949)
Una gallega baila mambo (Gómez Muriel, 1950)
La alegre casada (Zacarías, 1950)
Mi campeón (Urueta, 1951)
Los enredos de una gallega (Soler, 1951)
Amor de locura (Baledón, 1952)
Dios los cría (Martínez Solares, 1953)
Una gallega en La Habana (Cardona, 1955, co - producción con Cuba)






