Bienvenidos a bordo: el desafío físico que dejó avergonzado a Hernán Drago

En las últimas semanas, se han sumado a Bienvenidos a bordo una serie de pruebas más propias de un gimnasio que de la espectacularidad televisiva. Dominadas, flexiones de pecho, Burpees, y otras tantas variantes que los famosos sortean con mayor o menor dificultad.

Al variado catálogo de pruebas llegaron esta semana las sentadillas con peso, propuestas por Ximena Capristo, invitada al programa del lunes. A diferencia de situaciones precedentes, donde el número de repeticiones es elegido arbitrariamente por producción y conductor, en este caso se trató de un mano a mano entre la vedette y Hernán Drago. Las reglas fueron claras desde el inicio, ella cargaría una pesa de 10 kilos y él una de 20, quien hiciera más sentadillas ganaba.

Hernán empezó serio pero entusiasmado, repitiendo una rutina de entrenamiento que para él es habitual. Diez, veinte, treinta, cuarenta... el modelo tiró la toalla en sesenta sentadillas, una marca presuntamente difícil de alcanzar.

Cuando llegó el turno de Capristo, y luego de que el conductor (intencionalmente) quisiera bajarle el límite a cincuenta, Drago se puso firme y aduciendo mala fe aclaró: "Yo hice 60". La cosa venía en serio.

Ximena empezó con poca confianza, mientras detrás Hernán se sentía ganador. Sin embargo, la chica arrancó con ritmo, y cuando Guido Kaczka se quiso acordar, el contador ya marcaba 63 y paró porque ganó, sino seguía.

Es la primera vez que Hernán Drago se enfrenta a una parada tan difícil y pierde. Lo que no solo lo dejó con una mezcla de frustración, vergüenza e impotencia por no haber hecho un esfuerzo más, sino que le dio a Guido tema que "recordarle" durante varias semanas seguidas. O incluso meses.